29 de Julio de 1971

"Estoy orgulloso de ser coyote triunfante, se jacta Carlos Trouyet con frecuencia. Él sabrá por qué lo hace. En todo caso, nosotros debemos reconocerle que es un coyote de altura, de jugosos negocios y de relaciones poderosas.

"Hijo de un inmigrante francés dedicado a la comercialización de vinos, y de madre mexicana de origen modesto, Trouyet tiene en la actualidad 60 años, 100 kg. de peso y varios millones de dólares.

"Se educó en un colegio privado alemán en la ciudad de México y aprendió 4 idiomas, además del español: inglés, alemán, francés e italiano. Los informes sobre su educación no dan más detalles sobre progresos en las aulas, pero es obvio que la preparación que su vocación demandaba no estaba en la escuela. Esto podría explicar por qué, a pesar de ser un políglota, se colocó como simple office boy en una institución bancaria. Pero así comenzó realmente a adquirir los

8 Coyote: en el argot de los negocios se designa así a los eternos merodeadores de las oficinas en las que se tramitan operaciones mercantiles, legales o financieras, y quienes por una comisión o porcentaje ayudan a la realización expedita de los trámites.

En México no se designa así a los gestores, corredores o representantes de intereses sino, o bien a individuos aprovechados de la crítica situación económica de los clientes (el coyote que deambula en las afueras de las casas de empeño y adquiere los documentos de empeño a precios irrisorios), o bien antesalistas profesionales (aquellos que por sus ligas con la oficina legal sólo dan curso a los trámites presentados por los clientes que se avienen a pagar una cantidad extra o"mordida"). Por lo general, el coyote vive de las "mordidas" o de un porcentaje sobre ellas. (Nota de Panorama Económico Latinoamericano, La Habana.) conocimientos y a cultivar las relaciones que habrían de hacer de 61 el «coyote triunfante» que es en la actualidad.

"Fue un hábil corredor de valores y trató siempre de hacer «buenas» amistades. La mejor de todas ellas fue sin duda la de Miguel Alemán, que después sería Presidente de México... y multimillonario.

"Antes de que Alemán llegara a ocupar la primera magistratura del país, Trouyet era su banquero y consejero. Después de ser Presidente, Trouyet se convirtió en su socio. Ambos, junto con capitalistas norteamericanos, participaron en el establecimiento del hotel Continental Hilton de la ciudad de México, y Trouyet, junto con los mismos capitalistas, estuvo asociado en la construcción del hotel Las Brisas, de Acapulco.

"Sus ligas con millonarios mexicanos del tipo de Alemán y con intereses de EUA se advierten en casi todos sus negocios, que no son pocos. Algunos (The Saturday Evening Post de Filadelfia, por ejemplo) estiman que participa en el consejo de administración de 20 grandes empresas en México; otros (la revista Fortune), en cambio, opinan que ese número asciende a 49.

"La empresa más importante de la que fue presidente por muchos años, Teléfonos de México, era propiedad en un 74% de la International Telephone and Telegraph de EUA y la LM Ericcson de Suecia, hasta que fue adquirida en su totalidad por capitales mexicanos, oficiales y privados. Sobre esta base, a principios de 1964 el gobierno mexicano, en su calidad de accionista mayoritario, decidió tomar en sus manos el control de la empresa. Trouyet cesó como presidente del Consejo de Administración y declaró que dedicaría sus esfuerzos a la promoción de nuevas empresas. Pero lo cierto es que había hecho todo lo posible por permanecer promoviendo a la vieja y muy rentable Teléfonos de México.

"Carlos Trouyet es, por otra parte, uno de los principales accionistas de la Algodonera Comercial Mexicana, de Celulosa de Chihuahua, Plywood Ponderosa de México (60% de la producción nacional), Bosques de Chihuahua, el Banco Comercial Mexicano y la Compañía Industrial de Orizaba, la textilera más importante del país y bajo control extranjero.

Excélsior, (29-VII-1971)