24 de Julio de 1893
En el virreinato, la región pertenecía a la Capitanía General de Yucatán y era refugio de piratas ingleses y saqueado por taladores de palo de tinte, madera usada para teñir telas; en 1783, España mediante el Tratado de Versalles reconoció el derecho a la tala por los ingleses; más tarde, por la tolerancia del gobierno independiente y la negativa de Inglaterra a reconocer la soberanía mexicana o de la Confederación Centroamericana se transforma en la colonia inglesa “Honduras Británicas”.
México no había dado la soberanía a los colonos de Belice, pero tampoco la ejercía; de modo que podía forzar su mantenimiento como parte del territorio nacional; sin embargo, en el caso que lo quisiera hacer, tenía que pedir el apoyo de Estados Unidos para protegerse de la reacción de Inglaterra, pero era el caso, que Inglaterra ofrecía un contrapeso a la influencia norteamericana que en ocasiones parecía que más bien ejercía intervención política. Es por eso que el ministro de Relaciones, Ignacio Mariscal, decide dar solución a la situación de Belice mediante el tratado que se firma con Inglaterra establece la línea fronteriza, prohíbe el tráfico de armas y municiones (que los mayas usaban para la guerra de castas) y da libertad de tránsito a las naves mexicanas. El Tratado será aprobado el 17 de abril de 1897.
Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.
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