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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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1995 Tras el “error de diciembre”, el Partido Revolucionario Institucional logra que en la Cámara de Diputados se apruebe el aumento “temporal” del IVA del 10 al 15%.

Marzo 17 de 1995

Después de un enconado debate, el grupo mayoritario priísta, coordinado por Humberto Roque Villanueva, celebró con tanto júbilo la votación a favor del incremento del gravamen en un 50%, que los ademanes de su líder fueron interpretados por la prensa como una procaz señal sexual de “triunfo”, a la que  bautizaron como la “roqueseñal”.  

El aumento forma parte del programa de ajuste macroeconómico impuesto por el gobierno de Ernesto Zedillo para superar la crisis económica junto con otros ajustes que exigen los organismos financieros internacionales a cambio de apoyo. Se trata de fortalecer la postura fiscal del gobierno con el aumento del IVA en todo el país, excepto en las fronteras.  

A pesar de su condición minoritaria y de la hegemonía del PRI en la Cámara de Diputados, la diputación panista dio la batalla en contra del incremento de las tasas impositivas y del precio de los servicios públicos porque violan principios constitucionales, tienen un carácter meramente recaudatorio, generan más miseria y son dictados por los organismos financieros internacionales en contra de la voluntad de la ciudadanía:

“Es tiempo que aprendan (los priístas) a ser un partido político y dejen de creer que son un partido de Estado. Es pública y notoria la inconformidad de la ciudadanía ante la aprobación que dio la mayoría en el Congreso de la Unión a la iniciativa para aumentar de 10 a 15 por ciento la tasa del impuesto al valor agregado. El incremento de (precios) los servicios anunciados en días anteriores, más el incremento al IVA hacen un efecto multiplicador en los ingresos federales y un efecto debilitador en la misma intensidad en el poder adquisitivo de la población en general. Afirmamos que al aprobarse el incremento al IVA tendremos automáticamente una inflación adicional de 5 por ciento. El aumento en el costo de los servicios, como son gasolina, diesel y gas, inciden en el gasto de las empresas tanto de transformación como de servicios, y esto provocará un efecto multiplicador altamente inflacionario, debilitando el poder adquisitivo y generando más miseria.

Hoy la realidad se impone como una evidencia tal que todos los sectores sociales sienten y viven los efectos de esta crisis, hasta llevarlos a una situación de emergencia en la que el gobierno federal, fiel a sus compromisos con grupos financieros internacionales, aplica medidas de carácter fiscal que la ciudadanía rechaza. El pueblo ya pagó su cuota con creces; no más sacrificios. Por el contrario, cuando un pueblo se siente bien gobernado, es capaz de aceptar los mayores sacrificios y afrontar los más grandes desafíos, pero cuando la desconfianza, la imposición y la incomprensión de una medida de gobierno no le convencen, simplemente la rechaza.

El efecto social y político del aumento en 50 por ciento del IVA será transferido directamente al pueblo, el que tiene que seguir soportando las ineficiencias gubernamentales. Esta medida fiscal esencialmente recaudatoria, puede derivar en consecuencias todavía impredecibles, no sólo por el desaliento al consumo, sus nocivos efectos a la planta productiva, sino particularmente por sus graves repercusiones sociales. Hoy por hoy todos los mexicanos y en especial los diputados al Congreso de la Unión tenemos que asumir el reto de ser verdaderos representantes populares y ser congruentes con los reclamos sociales.

Los grupos parlamentarios del Partido Acción Nacional, preocupados por las graves determinaciones que en materia económica ha impuesto el Ejecutivo y que afectan gravemente a la población, han tomado la determinación de efectuar todo aquello que resulte necesario para dar vigencia a los únicos medios de defensa con que cuenta la población en general. A efecto de asumir nuestro compromiso histórico y político, los diputados del PAN hemos iniciado la formulación de una controversia constitucional en contra de las reformas y adiciones aprobadas a la ley del IVA, por considerar que son contrarias a los principios de proporcionalidad y equidad.

Históricamente el PAN ha pugnado por una economía humana que esté al servicio del hombre y no al servicio de la economía. Hoy lo ratificamos ante este pleno: Acción Nacional ha rechazado invariablemente la política económica del gobierno tanto en su modelo como en sus programas, que ya éstos han generado una crisis recurrente que ha afectado al pueblo de México, inhiben la posibilidad de un desarrollo humano y justo, acelerado, y que por el contrario ha provocado un gran costo social. Hoy existe solamente una realidad: el ingreso personal de la inmensa mayoría de los mexicanos es muy bajo. El desempleo abunda en forma creciente; la carestía nos castiga y sigue sin control; las micro, pequeñas y medianas empresas están en quiebra o a punto de cerrar. Tenemos una mayor carga tributaria, tasas de interés altísimas, un gasto público sin ajustarse y todo derivado de una política errática y aún indefinida.

El PAN ha señalado permanentemente los errores y excesos oficiales que hoy nos tienen sumergidos en esta crisis. La situación que hoy se pretende corregir por parte del gobierno se generó a partir de un proyecto económico equivocado, que más que fomentar una economía sana, floreciente y generadora de desarrollo, ha ocasionado una economía lesiva que ha puesto en grave crisis a la planta productiva nacional. Hoy está en peligro de quiebra y de una quiebra masiva toda esta planta. El costo de la crisis ya no puede ser trasladado a la sociedad como hasta hoy. Debe corresponder al gobierno absorber la mayor parte de ella”. (Carlos Fernández-Vega. La Jornada)

La bancada del PRD, también minoritaria se sumó a la lucha contra el incremento del IVA por considerar que afectará a los sectores con menores recursos y sugirió la suspensión del pago de la deuda.

El diputado priísta Francisco Suárez Dávila, presidente de la Comisión de Hacienda, argumentó: "Se piensa erróneamente que esto es para beneficiar al gobierno y no al pueblo. ¡Esto es falaz! Más ingresos permiten gasto social, inversión pública y sostenimiento de empleos. Estos problemas a nivel de gobierno, como de empresas o familias, se corrigen aumentando el ingreso, reduciendo el gasto y gastando mejor". Señaló que su partido no ignora la reacción social al aumento del IVA y reconoció: "A nadie nos gusta que se aumenten los impuestos, menos cuando se trata de un gravamen que afecta a todas las capas de la población, que enfrentan circunstancias de desempleo, reducido poder de compra y reprimida actividad económica.”

Finalmente, después de un debate de alrededor de doce horas, en el que participaron destacadamente diputados del PRI a favor del aumento como Dulce María Sauri, y en contra del aumento diputados panistas como Manuel Beristáin Gómez y Jorge Ocejo Moreno, y perredistas como Raúl Livas Vera y Alfonso Escobar Toledo, e independientes como Adolfo Aguilar Zinzer, los diputados del PRI decidieron “asumir el costo político" y votaron a favor del aumento para apoyar el programa de emergencia del presidente Ernesto Zedillo.  

El aumento “temporal” del IVA del 10 al 15% se aprobó por 290 votos a favor, contra 172 votos de los panistas, perredistas y petistas, así como de Aguilar Zinzer y del único diputado priista que votó en contra: Alejandro Rojas Díaz Durán.

Doralicia Carmona Dávila. MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.