Agosto de 1995.
República Mexicana, agosto de 1995
AL PUEBLO DE MÉXICO
A LA CLASE OBRERA
A LOS CAMPESINOS
A LOS INDÍGENAS
A LOS ESTUDIANTES Y PROFESIONISTAS HONESTOS
A LAS AMAS DE CASA
A LAS ORGANIZACIONES REVOLUCIONARIAS DE MÉXICO, DE AMÉRICA LATINA Y DEL MUNDO
A LOS PUEBLOS Y GOBIERNOS PROGRESISTAS DEL MUNDO
HERMANOS, HERMANAS, CAMARADAS:
La Revolución de 1910-17 no cumplió con los objetivos de Igualdad y Justicia con los que soñaron nuestros héroes, Zapata, Villa, Flores Magón, etc., realidad ante la que, a partir de 1964 con Arturo Gámiz surgieron nuevos héroes que emprendieron el camino de la nueva Revolución que México necesita para resolver las demandas históricas, económicas, políticas y sociales.
Nuestro pueblo mexicano tiene una larga tradición de lucha que se remonta a la Independencia, la Reforma y la Revolución y no se ha perdido, pues el espíritu amante de libertad y justicia que impulsó a sus mejores hijos todavía permanece entre nosotros, porque la pobreza, la injusticia y la opresión aún sientan sus reales entre las numerosas minorías indígenas, los campesinos, los obreros y los grandes sectores populares del país.
La crisis económica, resultado de la política implementada por el Estado en beneficio del capital financiero; la impagable deuda externa, que crece constantemente desangrando al pueblo de México; la firma del Tratado de Libre Comercio, tratado que aún antes de entrar en plena vigencia ha conducido a la quiebra a miles de pequeñas y medianas empresas resquebrajando la planta productiva del país; la descomposición del sistema político, evidenciada por la inexistencia del Estado de Derecho, con la constante violación de nuestra Constitución, reformada ilegalmente para favorecer al capital extranjero y restringir las libertades políticas; la guerra no declarada cuya sombra siniestra es la guerra sucia instrumentada en contra de la sociedad en su conjunto; la creciente militarización de la vida política del país; la existencia de decenas de asesinatos políticos durante el presente régimen, así como los cientos de desaparecidos y los miles de presos por motivos sociales y políticos; la creación de nuevos organismos represivos con el pretexto de salvaguardar la seguridad nacional, sin informar al pueblo de las actividades que realizan; el intento de legitimar jurídicamente acciones violatorias de los derechos humanos, como el libre tránsito o las detenciones sin previa orden de aprehensión; el grave índice de corrupción en los niveles más altos del gobierno e instituciones, los cuales están coludidos con el narcotráfico y el lavado de dinero; las pugnas internas de la camarilla en el poder dirimidas con el asesinato; la profundización de la desigualdad social en nuestro país manifestada en el desempleo y la falta de oportunidades para obtener educación, atención médica, techo, etc., han llegado a tal extremo que su solución exige la realización de cambios profundos en todos los ámbitos de la vida social, económica y política del país, cambios que sólo podrán ser realidad con el concurso de todas las fuerzas sociales y políticas existentes.
Ante estas condiciones, hacemos un llamado a las organizaciones sociales, políticas, religiosas, estudiantiles, populares, sindicales, a personalidades democráticas y progresistas y organizaciones armadas, a transitar todos, por una vía revolucionaria, en la que se desarrollen, combinen y generalicen todas las formas de lucha: la económica, la política, la ideológica, la legal, la clandestina, la democrática, la revolucionaria, la electoral, la parlamentaria, las movilizaciones, la acción política de masas y la lucha armada revolucionaria, con la consecuencia y responsabilidad que nos permita arribar desde la forma de lucha elegida a la transformación DEMOCRÁTICA REVOLUCIONARIA de nuestra sociedad, mediante las siguientes Reformas Generales Institucionales:
1.- Un nuevo Gobierno.
2.- Una nueva Constitución.
3.- Un nuevo reordenamiento económico.
4.- La Auténtica República.
Un nuevo Gobierno: esencialmente distinto al que hoy detenta el poder, que no signifique sólo el cambio de personas o del partido oficial por otro -como el Partido Acción Nacional- que sustente finalmente los mismos intereses; queremos un nuevo Gobierno que represente los intereses del pueblo, que tenga como objetivo fundamental la satisfacción de sus necesidades, que sea el resultado de todas las formas de lucha implementadas por la sociedad mexicana y al mismo tiempo constituya la expresión de la capacidad de las masas para remplazar al viejo régimen, ya que sólo un Gobierno surgido de este proceso tendrá la fuerza y capacidad para convocar a una Asamblea Constituyente integrada por todas las fuerzas políticas, sociales, democráticas y revolucionarias, de la cual emerja vigorosa la Auténtica República.
Una nueva Constitución: emanada de la Asamblea Constituyente que norme de manera equitativa, justa y democrática la vida del pueblo mexicano y garantice el ejercicio pleno de las libertades políticas así como la igualdad de derechos para todos los mexicanos y el respeto irrestricto a los derechos humanos y la satisfacción de las necesidades para el desarrollo integral y armónico que permita tener una vida individual y socialmente digna.
Un nuevo reordenamiento económico: basado en la justa distribución de la riqueza que satisfaga las necesidades fundamentales de las masas trabajadoras y las libere del constante sacrificio a que han sido sometidas por el gobierno antipopular, que dé prioridad a la empresa nacional sobre la extranjera, con un fuerte impulso a la planta productiva nacional que brinde seguridad en el empleo como fuente y garantía de satisfacción de necesidades. Que garantice la administración adecuada de la riqueza nacional y de los recursos naturales, donde no se permita la privatización en manos del capital financiero internacional de las ramas fundamentales de la economía nacional y se apoye a la micro y mediana industria como generadoras de crecimiento económico.
La Auténtica República: federal, democrática, representativa, popular, libre y soberana que cristalice los ideales por los que ha luchado el pueblo mexicano en cada etapa de su historia. Federal, retomando el sentido histórico del respeto a la autonomía, fortalecimiento y desarrollo de los estados y sus regiones. Democrática, porque será resultado de la voluntad del pueblo. Representativa, en la que confluyan pluralmente los delegados de todos los sectores, electos por el voto popular, directo, universal y secreto. Popular, ya que será el gobierno de todo el pueblo trabajador. Libre y soberana, porque su poder residirá y dimanará del pueblo, sin subordinarse a ningún interés o potencia extranjera.
Esta propuesta revolucionaria ha surgido del esfuerzo de diversas organizaciones revolucionarias que actúan desde la clandestinidad, así como del sentir de una gran parte del pueblo que en su tránsito hacia la democracia ha desarrollado diversas formas de lucha y ha agotado ya algunos cauces, considerando la necesidad de cambiar las estructuras de gobierno, a partir de que el régimen actual ya no puede responder a las necesidades de desarrollo económico, social y político. Hoy damos a conocer esta propuesta con el interés de contribuir a la integración de esa nueva fuerza política que el país requiere.
¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!
¡RESUELTOS A VENCER!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
¡VENCER O MORIR!
PARTIDO REVOLUCIONARIO OBRERO CLANDESTINO
UNIÓN DEL PUEBLO-PARTIDO DE LOS POBRES
(PROCUP-PDLP)
República Mexicana, agosto de 1995.
Fuente: http://cedema.org/ver.php?id=1444
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