Enero 28 de 1992
En los últimos 12 meses el mundo experimento cambios de una proporción casi bíblica: el comunismo ha muerto y, por la gracia de Dios, América ganó la Guerra Fría. Nosotros los Estados Unidos, líderes del occidente, nos hemos convertido en líderes del mundo. Nuestro futuro económico depende de que continuemos siendo líderes y en nuestras manos está lograrlo. Para ello, debemos derribar las paredes que estorban el mercado mundial: abriendo mercados por doquier y negociando acuerdos que eliminen tarifas y subsidios Lesivos a los trabajadores y agricultores estadounidenses. También procuraremos conseguir más empleos para nuestros trabajadores a través del Tratado de Libre Comercio y de la lniciativa para las Américas.
Debemos reconocer que nuestra fuerza económica depende de que seamos competitivos en los mercados mundiales. Tenemos que seguir expandiendo nuestras exportaciones. Una exitosa Ronda Uruguay de negociaciones sobre el comercio mundial crearía más empleos y más crecimiento reales para todas las naciones. Ustedes y yo sabemos que, en igualdad de condiciones, los obreros y agricultores estadounidenses pueden trabajar más y producir más que nadie, en cualquier momento y en cualquier lado.
Con el Tratado de Libre Comercio con México y nuestra Iniciativa para las Américas, podemos ayudar a nuestros socios a fortalecer sus economías y a avanzar hacia una zona de libre comercio en todo este hemisferio.
|