Home Page Image
 

Edición-2020.png

Selección de textos y documentos:

Doralicia Carmona Dávila

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

Este Sitio es un proyecto personal y no recibe ni ha recibido financiamiento público o privado.

 

 
 
 
 


1988 Por la democracia. Cuauhtémoc Cárdenas, Manuel J. Clouthier y Rosario Ibarra de Piedra.

Agosto 4 de 1988

Los mexicanos decidamos el seis de julio vivir en democracia, abolir el autoritarismo y establecer normas de convivencia digna y civilizada. El voto popular dio a los candidatos y dirigentes políticos el mandato de encabezar la lucha por la legalidad y de crear las condiciones para que el próximo gobierno de la República se sostenga en una legitimidad indiscutible.

En los pasados comicios renació la esperanza ciudadana que nadie tiene derecho de sepultar. La determinación de nuestro pueblo canceló un pasado de sumisión y conformismo y abrió las puertas a un futuro de competencia política en términos de igualdad, participación y verdadero pluralismo fundado en la soberanía del pueblo mismo. Este es el México que estamos obligados a construir para las nuevas generaciones.

Frente a este despertar de la conciencia cívica, el grupo en el poder y sus aliados más anacrónicos decidieron violentar el proceso electoral y colocar al país ante una situación  de facto. La expresión ciudadana fue burlada con el empleo masivo de procedimientos contrarios al orden constitucional y propios de un régimen de fuerza.

De toda evidencia, el pueblo mexicano votó por el cambio, rechazó el sistema de partido oficial y sufragó mayoritariamente por los candidatos de la oposición. Las condiciones en que se desarrolló el proceso, los datos confiables de que disponemos y  la ratificación cotidiana de la voluntad ciudadana nos permiten afirmar sin lugar a duda, que el candidato presidencial del PRI no obtuvo ni siquiera la mayoría relativa de los votos realmente emitidos el seis de julio.

Los suscritos hemos convocado y seguiremos convocando al pueblo para que defienda, en el marco de la ley, su derecho a darse autoridades por medio del sufragio. Hemos reiterado invariablemente nuestro llamado a la no violencia y advertido que cualquier ruptura del orden público será responsabilidad del gobierno y de la prepotencia de los núcleos de poder que todavía lo respaldan.

Estamos ciertos de que los mexicanos no habrán de desmayar en esta lucha. Saben  que la conquista de la democracia es tarea de hoy y que si consintieran la cínica violación que pretende, perderían la autoridad moral y la capacidad política para exigir mañana él respeto de sus derechos. Ninguna democracia puede edificarse sobre el atropello de las garantías ciudadanas.

El diálogo democrático y el restablecimiento de la  concordia nacional sólo puede tener lugar si se reconoce el sentido de la voluntad popular. El gobierno de la República tiene el deber ineludible de asegurar  el relevo constitucional  con total imparcialidad y apego riguroso al mandato   democrático en el que funda su propia legitimidad.

Los suscritos; junto con las  organizaciones que sostienen nuestra candidatura, estamos comprometidos, sin renunciar cada uno a su propia identidad y programas, mantenernos firmes hasta alcanzar los cambios que permitan convivir a los mexicanos en un marco de libertades. Reiteramos por ello nuestra decisión de no aceptar aquellos resultados ni reconocer las autoridades que provengan de elecciones fraudulentas.

El proceso electoral no ha concluido, todavía es tiempo de que el poder público rectifique el rumbo a fin de salvaguardar la estabilidad, la paz social y la vigencia del orden constitucional. Existen las vías legales para que se reconozca con certidumbre el sentido de la voluntad popular y, llegado el caso, los ciudadanos pueden refrendar sin deformaciones su decisión política.
Las organizaciones que sostienen las candidaturas de los suscritos Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Ibarra de Piedra poseen información y elementos de juicio suficientes para afirmar que la candidatura presidencial del FDN obtuvo una mayoría clara de sufragios a su favor y cuenta con el respaldo de la voluntad popular. Por su parte, Acción Nacional, con base en los datos que posee y en sus propias estimaciones, sostiene que las cifras apuntan a favor de su candidato, el también suscrito Manuel Clouthier del rincón, están de tal manera viciadas por tan numerosas irregularidades, que habría de anularse la elección y convocarse a nuevox comicios, para que no quede la menor duda en el pueblo de los resultados.
En consecuencia, juzgamos indispensable que, por respeto a la voluntad ciudadana, se esclarezca a  satisfacción de todos el proceso  electoral  y  el sentido  de la decisión expresada el seis de julio. Si no hubiese disposición de reparar las irregularidades cometidas y ante la imposibilidad de establecer con claridad  los resultados, tendrían que anularse los comicios y procederse a nuevas elecciones el gobierno tiene la palabra.   Por   nuestra  parte, no fallaremos en ninguna circunstancia a la responsabilidad suprema que hemos contraído con nuestros compatriotas.

 

México, agosto 4 de 1998.

SRA. ROSARIO IBARRA DE PIEDRA
ING. CUAUHTÉMOC CÁRDENAS.
ING. MANUEL J. CLOUTHIER

 

Fuente: Revista La Nación. Órgano del Partido Acción Nacional PAN. Agosto 15 de 1988, pp. 22-23