El Régimen actual que oprime a la nación mexicana manteniéndola humillada bajo la férula de un grupo de hombres sin conciencia y sin honor, pretende convertir a la Patria en un campo de brutal explotación ya los ciudadanos en un conglomerado sujeto a la esclavitud.
México está en el deber de salvarse de sus tiranos y para eso se necesita destruirlos. No es esta una revolución; es un movimiento coordinador de todas las fuerzas vivas del país.
No es una rebelión; es una enérgica e incontenible represión contra los verdaderos rebeldes que, desafiando la voluntad popular, están ejerciendo arbitrariamente el poder.
Se llama a las armas al pueblo y al ejército mexicanos, bajo las banderas de la libertad, proclamando el siguiente plan:
I. Se desconocen los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Unión.
II. Se desconocen los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de los Estados. Se reconoce validez legal a los actos efectuados por el actual Poder Judicial en el territorio controlado por el Gobierno usurpador en todo aquello que no contradiga los principios fundamentales del programa de este movimiento.
III. Se desconocen todos los ayuntamientos de la República y durante el Gobierno Provisional, los munícipes serán nombrados por el Jefe del Poder Ejecutivo en la Ciudad de México, en el Distrito y Territorios Federales y por los Gobernadores de los Estados en su jurisdicción.
IV Los iniciadores de este plan asumirán los cargos respectivamente de Jefe del Poder Ejecutivo y encargado del Control Militar.
V El Jefe del Poder Ejecutivo designará un cuerpo consultivo y nombrará al personal que integre las Secretarías de Estado, a los Gobernadores de los Estados y autorizará los despachos militares superiores al grado de Coronel.
VI. Queda a cargo del Gobierno Nacional Libertador la reorganización política, social y económica del País.
La hora de la batalla ha sonado; la hora de la victoria pertenece a Dios.
|