21 de Noviembre de 1965
Honorable Consejo Nacional:
El 6 de diciembre del año pasado merecí la distinción de ocupar la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional, que luego me fue confirmada como mandan nuestros Estatutos por votación unánime de la IV asamblea nacional ordinaria reunida en esta capital.
Esa misma asamblea que me juramentó en el sentido de luchar por los objetivos sociales con el progreso democrático de México y con propia tradición, representa la ruta indeclinable de un partido que cuenta con la esperanza y el apoyo de la inmensa mayoría del pueblo de México.
Sin desánimo alguno he luchado para cumplir esa línea de conducta lo mismo haciendo que nuestro Partido acaudillará en todas las entidades las mejores esperanzas de los miembros del mismo lo que se refiere a conseguir metas para su mejoramiento como haciendo respetar por encima de los intereses creados, la expresión de quienes nos han entregado su confianza; y considerándonos limpios espiritualmente hablando y correctos en nuestra conducta, en forma mayoritaria expresaron su opinión en las elecciones internas a que fueron convocados.
Es mi convicción que los hombres debemos permanecer en un puesto mientras que somos útiles a la tónica que se nos ha fijado ya la emoción del mensaje que cada quien tiene.
Considerando llegado el momento en que ya no reúno seguramente esa caracterítica que antes aludí, me permite el mayor respeto ocurrir ante este elevado cuerpo presentando mi dimisión como presidente del Comité Ejecutivo Nacional de nuestro Partido.
Deseo agradecer al Consejo Nacional en conjunto, a cada uno de sus miembros en particular, a los dirigentes nacionales a todas las organizaciones, a nuestros comités seccionales, municipales y de Estado, la inflexible lealtad que me brindaron siempre y el consejo oportuno y eficaz que sin titubeos se sirvieron prestarme cuantas veces los requerí para ello.
Muy respetuosamente.
Lic. Carlos A. Madrazo.
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