Marzo 15 de 1963
CARTA AL C. PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
Señor Lic. Adolfo López Mateos,
Presidente de la República.
Palacio Nacional.—
Presente.
Señor de todo nuestro respeto:
Se dirige usted a Europa con la finalidad —según lo ha declarado— de luchar por la paz, esto es, de luchar por la tolerancia recíproca entre dos grandes naciones, las más poderosas en el mundo contemporáneo. Nos referimos obviamente a los EU de América del Norte, bajo régimen capitalista, y a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, bajo régimen comunista. En esa virtud, el más grande mérito para un alto funcionario de nuestras débiles repúblicas de la América Latina, va usted a luchar por la coexistencia pacífica entre dos pueblos de estados políticos no sólo diferentes, sino históricamente contrapuestos.
Tan humanitaria tarea, destinada a salvar al mundo de la más grande catástrofe que pueda concebir la mente humana, una tercera guerra mundial, guerra atómica, dejando en su propio país, en el ámbito y escala de su propia patria, un hecho de igual intolerancia política, por depender de usted mismo su solución bajo un régimen de Constitución democrática, carecería totalmente de sentido.
Dejar en su propia patria, como fruto de la señalada intolerancia política interna, a veintinueve presos políticos, ferrocarrileros huelguistas en su mayor parte, y a miembros prominentes de los partidos políticos de base marxista-leninista, y cuando se va a países de estructura democrática, donde los comunistas ocupan puestos en los parlamentos, en las municipalidades, en las universidades, en los organismos sindicales obreros, etc., le restaría a su persona la autoridad moral indispensable estorbando gravemente su justa gestión.
No creemos que se pueda luchar con toda la autoridad moral necesaria por la paz internacional, si en México —país de leyes democráticas— se mantiene en pie un delito de represión política tan notoriamente intolerante como el que se llama delito de disolución social.
MADRES, ESPOSAS, HERMANAS E HIJAS DE LOS PRESOS POLÍTICOS:
Angélica Arenal de Siqueiros, Ma. de Jesús Alfaro de Rojo, Amelia Villalba, Refugio Barrón de Lumbreras, Ana María Donis de Pérez, Consuelo Mata de Becerra, Carmen Mata de Stein, Rosa Mata Alatorre, Olga del Río de Mata, Clotilde Rojo de Gaaty, Pilar Ponce de León. Ma. Rosario Pérez de González, Petra Pérez Gaytán, Ulianova Lumbreras Barrón, Cruz Macías de López, Martha Hernández Anaya, Domitila Alemán Molina, Aurora Vallejo Garamendi, Paula Medrano de Encina, Aurora Ayala de Correa, Jovita Correa de Núñez, Refugio Flores Rodríguez, Agripina López de Ríos, Isabel Placencia de López, Ma. Abigail Delgado de Alemán, Sara Alemán Molina, Ma. Fernanda Campa, Josefina Nieto de Araujo, Noemí Correa Ayala, Iguaria Rodríguez Vda. de Alfaro, Juana Vargas de López, Adriana Siqueiros de Rodríguez, Ana Carballo, Celia Rojo Alfaro, Rosa P. de Ponce de León, Esperanza Mata de Calvillo, Ma. Luisa Mata de Aguado, Enriqueta Mata de Casas, Petra Gaytán de Pérez, Paula N. Vda. de Lumbreras, Beatriz Rojo de Garay, Socorro Ponce de León, Juana Pérez Gaytán, Griselda Robles de Rojo, Lilia Carballo de Fuentes, Margarita Hernández de S. Pacheco, Nicolasa Molina de Alemán. María Gamma de Caballero, Valentina Campa de la Peña, Agustina Peña de Sánchez, Esther Correa Ayala de V., Alicia Vázquez de Alfaro, Margarita Bolaños de López, Soledad Anaya de Hernández, María del Carmen Hernández de I., Onésima Alemán Molina, Laura G. de Vallejo, Guadalupe Araujo Andrade, Guillermina Correa Ayala, Ma. Elena Carballo de Ocampo. Irma Alfaro Vázquez, Rosa Vargas Talamantes.
Fuente: Aguayo Quezada Sergio. La Transición en México. Una historia documental 1910- 2010. México. Fondo de Cultura Económica – Colegio de México. 725 pp.
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