10 de Junio de 1959
¡Por una justa solución!
...El movimiento ferroviario no fue un movimiento subversivo, urdido más allá de las fronteras del país y destinado a derrocar al gobierno nacional... fue un conflicto laboral, un conflicto... cuyo origen profundo está en la situación económica y social del país y en los cambios que en ella se han producido en los últimos años. Lo único exótico, extranjerizante y alarmista es la idea de que el país ha estado a últimas fechas amenazado gravemente por supuestos conspiradores comunistas... Mientras esta versión —peligrosa a pesar de lo burda y desproporcionada que es— no se exhiba por los grupos progresistas y se repudie por el propio gobierno, el desarrollo del movimiento obrero, el ejercicio del derecho de huelga, la lucha por la autonomía sindical y por la independencia económica de la nación, los esfuerzos de los campesinos y los trabajadores para mejorar sus condiciones de vida, y en general, el avance todo de las ideas y las prácticas democráticas... que es tanto como decir los requisitos irremplazables de nuestra persistencia histórica y nuestro desarrollo sano como pueblo, quedarán en el plano de actos delictuosos, suversivos y antipatrióticos. Y sin embargo, nada hay en estos momentos tan importante, tan inaplazable, tan mexicano y tan nacionalista como estimular la combatividad y contribuir a la mejor organización de los sectores populares...
"La forma en que el conflicto ferroviario ha sido aparentemente resuelto es falsa y engañosa. Numerosos trabajadores se hallan presos... y el sindicato ha quedado en manos de un grupo de personas cuya autoridad no deriva del apoyo de los ferrocarrileros sino de una intromisión inaceptable del gobierno..."
(Documento suscrito por un nutrido grupo de intelectuales y profesionistas, el 10 de junio de 1959, y que circuló con la nota siguiente: "Los diarios Excélsior, El Universal y Novedades se negaron a publicar este documento como inserción pagada. El pueblo de México podrá, frente a esa negativa, ver lo que vale, en el terreno de los hechos y no de las palabras, la «libertad de información» de que tanto se ha hablado en estos días".)
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