Abril 3 de 1951
FEDERACIÓN DE PARTIDOS DEL PUEBLO MEXICANO MANIFIESTO A LA NACIÓN:
La Federación de Partidos del Pueblo Mexicano es un partido político nacional integrado por hombres libres, conscientes de sus derechos y deberes, como ciudadanos de México.
La Federación aspira a representar la tendencia progresista y revolucionaria del país, reuniendo en su seno a grupos y personas que sientan la necesidad de sostener esos principios esenciales. Por consiguiente, nuestro organismo y todos sus miembros, estamos dispuestos a constituirnos en defensores y guardianes de los mismos principios y a combatir, con energía, toda acción que haya vulnerado o pretenda lesionar esos postulados.
Nuestra Federación sostiene que el Estado Mexicano, en su forma actual, es producto genuino de la Revolución y que existe, principalmente, para alcanzar las dos finalidades más importantes que la originaron: La libertad política individual y el mejoramiento económico, social y cultural de todos los mexicanos. Ninguna de estas finalidades se ha logrado plenamente hasta ahora y el pueblo, con justicia, está impaciente por los aplazamientos continuos. La Federación se ha formado con el propósito claro y definido de promover y exigir el cumplimiento íntegro o inmediato de los compromisos que contrajo la Revolución con el pueblo.
La Federación sostiene, igualmente, que el Gobierno de México jamás deberá transformarse en una dictadura que beneficie exclusivamente a un solo hombre o grupo de hombres. La Constitución así lo ordena y los mexicanos así lo exigimos. Nuestro Gobierno debe existir y actuar en beneficio de todo el pueblo; esto es, para guiar y ayudar a los mexicanos en su lucha contra la miseria e ignorancia seculares. En consecuencia, el propio Gobierno no es ni jamás podrá ser prebenda de nadie, ni se ha establecido tampoco para otorgar privilegios o favores especiales a personas o grupo alguno.
La Federación sostiene, asimismo, que sin Sufragio Efectivo, el Gobierno nunca podrá ser representativo, como lo dispone categóricamente la Constitución. Tanto en los municipios como en los Estados y la Federación, los hombres que nos gobiernen no deben ser impuestos, sino elegidos libremente por los ciudadanos. La burla sistemática de ese precepto básico, la violación constante de la Constitución, nos conducirá fatalmente al distanciamiento, cada vez mayor, entre gobernantes y gobernados, y a dejar que se forme, en nuestro medio, una casta privilegiada, semejante a la que derribó la Revolución, casta cuyo único fin egoísta será perpetuarse en el Poder y esquilmar al pueblo, so pretexto de darle falsas seguridades de índole económica.
Por último, la Federación sostiene que, salvo el caso de invasión del territorio nacional o el de grave perturbación de la paz interna, el Gobierno carece de facultades para suspender o restringir en forma alguna las garantías individuales y los derechos de los ciudadanos, que constituyen la herencia sagrada que nos legaron nuestros mayores a costa de grandes esfuerzos e incalculables sacrificios. Es nuestro deber ineludible, por tanto, conservarlas intactas para transmitirlas sin merma a nuestros descendientes, exigiendo que nuestros gobernantes respeten y hagan respetar, en forma absoluta y permanente, nuestros derechos inalienables como individuos, frente al Poder Público y a sus agentes.
El siguiente programa de acción política y económica, se ha formulado teniendo presentes estas ideas medulares, expuestas por las Delegaciones a la Convención Constitutiva y constituyen la esencia de nuestra ideología, que es netamente mexicana. Nuestra postura es clara y bien definida. Hacemos un llamado cordial a la ciudadanía del país y solicitamos su apoyo para que este programa, que consideramos patriótico, se convierta en realidad, durante el sexenio de 1952 a 1958.
PARTE PRIMERA
Postulados Políticos
I.- Nuestra Constitución establece su régimen democrático. La esencia de la democracia es el respeto absoluto al voto de los ciudadanos. La Federación se compromete con el pueblo a luchar sin descanso hasta conseguir que funcione la democracia mexicana conforme a una nueva Ley Electoral que garantice plenamente el Sufragio Efectivo de los ciudadanos, mediante el establecimiento de su padrón permanente y una Comisión Electoral de imparcialidad indiscutible.
II.- Nuestra Constitución consagra la libertad de trabajo y de comercio; los ciudadanos son libres para escoger la ocupación lícita que más les acomode y convenga. La Federación pondrá todo su empeño en que se supriman las trabas y disposiciones que restrinjan esas libertades y también para que se destruyan los monopolios que las cuartea.
III.- La Constitución otorga libertad de pensamiento, de expresión y de creencias religiosas. La Federación exigirá que las autoridades respeten cabalmente estos tres derechos de los mexicanos.
IV- Conforme a la Constitución, nuestra República es representativa, democrática y federal. Por voluntad del pueblo soberano, el Estado Mexicano es un mero instrumento y no una finalidad; en tales condiciones, no es ni puede ser absoluto ni totalitario y existe tan sólo en beneficio de todos los mexicanos. La Federación, por lo mismo exigirá que se gobierne en representación del pueblo y exclusivamente en beneficio de éste.
V.- La Constitución establece claramente cuáles son los derechos inalienables, las libertades fundamentales de todos los mexicanos como individuos y como seres humanos. Ni el Poder Ejecutivo, ni el Congreso, ni ninguna autoridad está facultada para alterar tales derechos en sentido alguno, ni lo está tampoco para dictar leyes o decretos que los restrinjan. Estos derechos son nuestro patrimonio más sagrado y constituyen la única defensa eficaz que tenemos los mexicanos para impedir que cualquier Gobierno se vuelva una dictadura de tipo totalitario. La Federación de Partidos sostiene que, para conservar intactas nuestras libertades, es preciso y urgente asegurar al Poder Judicial total autonomía e independencia política respecto de los otros Poderes, y exigir, hasta lograrlo que los jueces se conviertan en celosos guardianes de las libertades humanas en contra de quienes pretendan arrebatárselas, al pueblo.
VI.- La base y fundamento de nuestro Gobierno Federal es el municipio libre. El ayuntamiento debe ser la escuela del buen gobierno, y su libertad y autonomía son las piedras angulares de nuestro edificio político. La Federación pugnará resueltamente por la reforma y expedición de las leyes orgánicas y fiscales hasta lograr, a la brevedad posible, la total autonomía política y económica de todos los ayuntamientos del país.
VII.- La mujer mexicana siempre ha tenido un sólo nivel moral y social en nuestra vida colectiva. Puede y debe colaborar activamente para hacer que plasmen en realidades concretas los ideales de la Revolución Mexicana. La Federación pugnará resueltamente en favor de que nuestras mujeres participen directamente en la vida cívica del país.
PARTE SEGUNDA
Política Económica
I.- El pueblo padece gravemente por la carestía de la vida y en la República se sufre hambre. La Federación de Partidos se obliga a luchar con ahínco para que este ingente problema nacional se resuelve con la aplicación de medidas económicas eficaces y no con disposiciones burocráticas que pretenden curar los síntomas sin atacar el mal de fondo.
II.- Son muy complejas las causas de la carestía. Las más evidentes son: el exceso de inversiones públicas y privadas, en obras y empresas de remota productividad, la insuficiente producción de todas las ramas de la economía nacional, particularmente de la agricultura; el crecimiento progresivo de la población del país, a un ritmo más rápido que el aumento de la producción; el bajo rendimiento de los trabajadores del campo y de buena parte de la industria; la falta de maquinaria y técnicas modernas para incrementar ese rendimiento; la escasez de tierras fértiles, laborables y el agotamiento de las tierras explotadas durante siglos; la falta de seguridad y estímulos para las inversiones productivas, especialmente en el campo; la intromisión indebida del Estado en la vida económica de los ciudadanos; y, por último, el aumento siempre creciente de la circulación monetaria, sin el proporcional incremento del volumen de mercancía, indispensables para la vida. La Federación pondrá su mayor empeño de que se formulen y ejecuten planes concretos para combatir con energía todos aquellos factores que provocan la carestía y hambre del pueblo.
III.- La producción y la oferta de productos agrícolas notoriamente no bastan para satisfacer las necesidades del país. Es urgente hacer de nuestra agricultura una actividad tan segura, respetable y productiva para quienes a ella se dedican, como son las demás ramas de la economía nacional. No hay razón en que ser campesino signifique ser un paria miserable. La Federación de Partidos se esforzará para corregir esta intolerable situación exigiendo: primero, que se den seguridades legales absolutas a los campesinos sobre la propiedad de sus tierras; segundo, que tanto el Estado como los particulares otorguen créditos suficientes y oportunos a bajos réditos, créditos que administrados con honestidad permitan a los campesinos abonar y mejorar sus propiedades y emplear maquinaria y técnicas modernas en sus cultivos; tercero, que los agricultores tengan plena libertad para vender sus cosechas a quienes paguen los mejores precios; y cuarto, que desaparezcan todas las trabas y monopolios, oficiales, y privados, que impiden el libre comercio con los productos del campo.
IV- Existe un desequilibrio notorio entre los precios de los productos del campo y los de la ciudad. Los campesinos se han visto obligados a vender sus cosechas a precios fijados arbitrariamente por las autoridades y vienen comprando los productos industriales a precios siempre mayores. El resultado ha sido el empobrecimiento progresivo de la población rural, con los consiguientes perjuicios para la industrialización del país. La Federación de Partidos se empeñará en que se ponga pronto y eficaz remedio a esta injusticia tan grave a fin de lograr el equilibrio de la economía nacional y para ello, abogará por la supresión inmediata del sistema oficial de "precios topes", discriminatorios para los productos agrícolas.
V.- El problema agrario, que afecta a casi dos terceras partes de la población nacional, aun no está resuelto. La Federación pugnará porque las nuevas tierras y aguas en los sistemas de riego construidos con dinero de la Nación, queden en poder de quienes las necesitan y las trabajen directamente: porque no se despeje a los ejidatarios de sus parcelas so pretexto de un interés público inexistente en la mayoría de los casos; porque se rodea al ejido de todas las seguridades legales; y porque el ejidatario cumplido y trabajador se liberte de la odiosa tutela de organismos burocráticos incompetentes o irresponsables. Se exigirá, igualmente, total y absoluto respeto a la pequeña propiedad rural.
VI.- Es preciso ampliar rápidamente al área cultivable del país para dar ocupación inmediata a los campesinos sin trabajo, que, por ahora, se ven obligados a contratarse como braceros para ir a fecundar tierras extrañas con su valiosa aportación. Para alcanzar esta finalidad, la Federación se empeñará en que se formulen y lleven a cabo planes regionales que permitan a los ciudadanos, no sólo cultivar nuevas y fértiles tierras sino también aprovechar integralmente los recursos mineros, pesqueros e industriales de vastas y ricas zonas del país que, explotados con métodos modernos puedan darnos la abundancia de productos que tanto necesitamos, para combatir eficazmente la carestía.
VII.- Buena parte de las tierras que se cultivan en la Mesa Central están agotadas y su rendimiento no es suficiente para asegurar el bienestar ni el progreso de los campesinos y sus familias. Los cultivos tradicionales son generalmente antieconómicos y agotan aún más esas tierras. La Federación hará el mayor esfuerzo posible para que se ponga en práctica una política agrícola tendiente a aprovechar mejor esas tierras, mediante el empleo de fertilizantes, la mecanización adecuada de las labores del campo, la rotación científica de los cultivos, la selección rigurosa de las semillas, la intensificación de industrias sucedáneas, la introducción de nuevos cultivos que den mayor rendimiento por hombre y por hectárea y que permitan la ocupación económica de mayor número de trabajadores.
VIII.- Los obreros no han logrado cabalmente los beneficios que les otorga el artículo 123 Constitucional. La Federación pugnará por sostener las conquistas que los obreros han alcanzado en largos años de lucha; por evitar que influencias ajenas mengüen el derecho de los trabajadores para designar a sus propios dirigentes; por asegurar a cada sindicato el derecho de expulsar y castigar a los líderes venales que traicionan los intereses de grupo; por mantener intacto el derecho de huelga frente a injustificadas resistencias de los patrones, a fin de que los contratos reflejen el equilibrio entre los factores de la producción; por activar al cumplimiento del precepto constitucional relativo a la participación de los trabajadores en las utilidades de las empresas; y, en fin, por hacer que los conflictos entre el capital y el trabajo se resuelvan con mayor sentido de responsabilidad y de equidad, por el camino de la persuasión y jamás por el de la fuerza, buscando siempre el avenimiento y la cooperación efectiva entre ambas partes.
IX.- La población nacional está aumentando con un ritmo acelerado. Esta circunstancia plantea un problema económico de suma gravedad. Es preciso encontrar ocupación productiva a un promedio de cien mil jefes de familia, por año. No es posible esperar que la agricultura, por sí sola, pueda absorber y ocupar a este excedente anual de habitantes, pues no dispone de tierras nuevas suficientes para ello. La única solución de este problema está en el aumento progresivo de los otros renglones de la economía del país. Esta tarea corresponde a la iniciativa y al esfuerzo concertados de todos los ciudadanos por igual, apoyados por el Estado. La Federación se empeñará en que se establezcan las condiciones, los estímulos y las seguridades para que se creen empleos suficientes para dar ocupación al creciente número de mexicanos adultos; para que se aumente al máximo costeable el aprovechamiento de los recursos naturales que tengamos en abundancia; para que encontremos sustitutos adecuados de aquellos materiales, como los productos forestales, que escasean en el país; para que se organicen industrias nuevas que beneficien y elaboren los productos que seguimos exportando en su estado natural; para que se amplíen y modernicen las industrias existentes cuya producción no satisface las necesidades del país; para que se intensifique a su máximo la explotación de productos básicos como son el petróleo, los a su máximo la explotación de productos básicos como son el petróleo, los minerales y el acero; para que se inicie una industria química que aproveche las abundantes reservas de gas natural y carbón de piedra; y para que se incremente y se produzcan a bajos precios la generación de fuerza eléctrica tan indispensable para nuestro desarrollo industrial.
X.- La alimentación del pueblo mexicano siempre ha sido deficiente por falta de elementos nutritivos. Para aumentar su capacidad de trabajo y su resistencia física, es preciso poner a su alcance mayores cantidades de carne, de leche y de pescado. La Federación de Partidos pugnará porque se supriman las trabas que impiden el desarrollo rápido de las industrias ganadera y pesquera y por lograr que ambas se reorganicen y modernicen para satisfacer, en primer término, las necesidades nacionales de estos alimentos básicos a precio del alcance de todas las clases sociales.
XI.- El aumento de la población nacional exige un sistema de transportes moderno y eficiente. La Federación pondrá todo su empeño en que se rehabiliten y reorganicen los Ferrocarriles Nacionales, sobre bases de costeabilidad, con la mira de asegurar al público un servicio rápido, seguro, económico y suficiente, sin desatender, por supuesto, los verdaderos intereses y justas aspiraciones de los trabajadores y empleados del sistema ferroviario.
XII.- El poder de compra de nuestra moneda depende de su escasez o abundancia en relación con las mercancías que producimos. El peso mexicano se ha depreciado simplemente porque son demasiados los billetes y créditos en circulación y porque no producimos todo lo que necesitamos. La Federación pugnará resueltamente porque se garantice para nuestra moneda un valor sin oscilaciones a fin de asegurar la firmeza de las transacciones y de los ahorros del pueblo. La merma del poder adquisitivo de nuestra moneda, así como la escasez de artículos de consumo necesario, si se presentara alguna crisis inevitable, deben sufrirlos por igual gobernantes y gobernados, sujetándose a todos los habitantes sin distinción de categorías sociales al mismo régimen de privaciones.
XIII.- Las cargas fiscales deben distribuirse equitativamente entre los contribuyentes conforme a su capacidad de pago procurándose siempre que los impuestos no sean excesivos ni confiscatorios. Los ingresos y egresos de la Federación deben mantenerse en equilibrio para impedir una mayor inflación monetaria. Los dineros públicos deben destinarse únicamente a servicios y a obras que redunden en beneficio directo del pueblo y aumentando la producción y mejorando la distribución de la riqueza, en forma directa y a la brevedad posible. La política hacendada deberá orientarse específicamente a combatir la carestía que agobia al pueblo y a estimular la inversión de capitales, tanto nacionales como extranjeros, tan sólo en obras y empresas que incrementen el caudal de bienes de consumo inmediato. Todos estos serán objetivos concretos que perseguirá la Federación en materia hacendaria.
PARTE TERCERA
Política Social y Cultural
I.- Numerosos núcleos de indígenas aun permanecen al margen de la vida nacional y viven en condiciones deplorables de ignorancia y de miseria. A fin de que esta importante rama de la familia mexicana llegue a ser un factor de progreso que coadyuve al engrandecimiento de la patria, la Federación luchará porque el Estado, con un sentido tutelar, establezca escuelas apropiadas para nuestros indígenas; promueva obras y empresas que los saquen de sus prácticas primitivas y eleven el rendimiento de su trabajo; cambie la residencia de algunos núcleos, de lugares estériles e improductivos, a regiones de recursos naturales más abundantes que les permitan lograr un desarrollo efectivo de sus aptitudes, para que dejen de ser un conjunto de miserables, víctimas de atropellos y discriminaciones odiosas, hasta convertirlos en un conglomerado apto para su incorporación a nuestra sociedad, con todos sus derechos ciudadanos.
II - La Revolución ha logrado grandes progresos en el ramo de la instrucción pública. La compaña de alfabetización ha dado y debe seguir dando sus frutos. El futuro de la patria se está forjando en las escuelas del país. Por eso es tan grande la responsabilidad del maestro y por eso, también, estamos obligados a garantizarle un nivel decoroso de vida y una vejez a cubierta de la indigencia. La Federación de Partidos insistirá en que se continúe y robustezca la obra educativa de la Revolución, depurándola y mejorándola en algunos aspectos. Es indispensable que nuestros hijos aprendan desde ahora a producir y a ser ciudadanos útiles a sus semejantes, para lo cual, es necesario crear escuelas politécnicas y agrícolas en todo el país.
III.- La niñez desvalida del campo y de la ciudad requiere atención preferente, por parte del Gobierno. Es preciso y urgente reducir al mínimo la mortalidad infantil. Hay que prevenir y curar las enfermedades de los niños para asegurar el vigor de los futuros ciudadanos. El método preventivo más eficaz será una alimentación suficiente y nutritiva para nuestros hijos. La Federación exigirá que se formule y se lleve a la práctica en plan intensivo para corregir las deficiencias nutritivas de la niñez de edad escolar.
IV-Velar por la salud de los mexicanos en deber ineludible del Estado. Deben emprenderse intensas campañas para exterminar y prevenir las enfermedades endémicas, como el paludismo y los males hídricos, que minan la salud y el vigor de la población. El control de las aguas potables debe ser riguroso en extremo. Las adulteraciones de los alimentos del pueblo, deben sancionarse con penas muy severas. La Federación pugnará por todo esto y porque se intensifique la construcción de clínicas para los humildes en todo el país y porque se haga uso más eficiente de las facilidades ya existentes.
PARTE CUARTA
Política Administrativa
I.- La Revolución ofreció al pueblo una justicia pronta y expedita; pero la persistencia de formas legales anticuadas ha impedido hasta ahora simplificar los procedimientos y reestructurar los tribunales para hacerlos accesibles a los humildes que todavía se encuentran a merced de los más fuertes. La Federación de partidos luchará resueltamente por lograr que la justicia sea impartida por jueces capaces, probos e inmunes a la coerción y al soborno de los poderosos. Insistirá en que los Tribunales Federales resuelvan asuntos rezagados y despachen los nuevos litigios dentro de los plazos breves que marca la ley. Al efecto, pugnará porque se aumente el número de Tribunales, su personal y la remuneración de éste, y también porque se echen las bases firmes para establecer una carrera judicial honorable y permanente, alejada totalmente de los vaivenes de la política activa.
II.- Son graves los perjuicios que la venalidad administrativa causan al pueblo. La Federación exigirá que se dicten leyes y reglamentos eficaces para castigar con toda severidad a los servidores públicos que violen, en beneficio propio o de sus amigos, la confianza pública en ellos depositada; también velará porque se retribuya y se estimule debidamente a los servidores de la nación que cumplan sus deberes con honradez y eficiencia.
III.- El Instituto Armado de la Nación, ejemplo de lealtad y dignidad, debe ser mejorada, sin demora, técnica y económicamente. La Federación se empeñará en que se establezcan campos militares y bases aéreas y navales con todos los elementos modernos, a fin de que el personal de tierra, mar y aire, amplié y perfeccione sus conocimientos profesionales; y se empeñará igualmente, en lograr una mejoría económica para todos los miembros de las fuerzas armadas, sin distingos de ninguna clase, a efecto de que tanto ellos como sus familiares alcance un nivel decoroso de vida.
PARTE QUINTA
Política Internacional
I.- El pueblo de México es celoso de sus libertades y de su soberanía. La Federación velará continuamente porque México goce de auténtica independencia en su trato con los demás pueblos de la tierra, y porque cualquier nuevo compromiso de carácter internacional se someta a la consideración del pueblo antes de someterlo a la ratificación del Senado.
II.- México es respetuoso de sus compromisos internacionales, y firme creyente en los principios de la autodeterminación de los pueblos, de la no intervención y de la solidaridad continental, principios éstos que han quedado consagrados por la voluntad soberana de nuestro pueblo, al aprobar los pactos respectivos. Por consiguiente, la Federación sostiene que los mexicanos estamos obligados a respetar las ideas políticas y económicas de otros pueblos, pero que, por idénticas razones, rechazamos con energía todo intento de quienes pretendan imponernos doctrinas y sistemas contrarios a nuestras leyes o instituciones fundamentales.
III.- El pueblo mexicano es amante de la paz y de la concordia universales, y repudia el empleo de fuerza como medio para dirimir las desavenencias que surjan entre las naciones. Por ende, la Federación sostiene que México debe hacer cuantos esfuerzos estén a su alcance para prevenir y castigar el abuso de la fuerza, así como para evitar, salvo el caso de una agresión artera, que nuestro país se vea envuelto en un conflicto armado.
IV- En consecuencia son los anteriores postulados, la Federación de Partidos del Pueblo, pondrá todo su empeño en que México mantenga relaciones amistosas y cordiales con las demás naciones del mundo que demuestren en su conducta ser amantes de la paz y respetuosas del derecho ajeno; y abogará porque nuestro país estreche aún más los vínculos económicos y culturales que nos ligan con los pueblos de este continente que mantengan su devoción a las libertades humanas y su lealtad a sus principios de respeto mutuo y de equidad que deben regir las relaciones entre las naciones.
HONRADEZ Y TRABAJO
México, D.F., a 3 de abril de 1951.
COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL DE LA FEDERACIÓN DE PARTIDOS DEL PUEBLO MEXICANO:
Presidente,
Ing. PEDRO MARTÍNEZ TORNEL
Vicepresidente,
Gral. MARCELINO GARCÍA BARRAGÁN.
Vicepresidente. Lic. ANTONIO ESPINOSA. DE LOS MONTEROS.
Vicepresidente,
Lic. ROBERTO MOLINA PASQUEL.
Vicepresidente,
Coronel CESAR ROJAS.
Secretario General,
Ing. BARTOLOMÉ VARGAS LUGO.
Oficial Mayor,
Ing. MANUEL VELA NAJAR.
Presidente de la Comisión Electoral,
Lic. EZEQUIEL BURGUETE.
Presidente de la Comisión Política,
Lic. SALVADOR MENDOZA.
Presidente de la Comisión de Acción Social, Ing. JORGE L. TAMAYO.
Presidente de la Com. Jurídica y Consultiva Lic. CESAR RUIZ CASTILLEJOS.
Presidente de la Comisión de Finanzas, FEDERICO A. LUNA.
Presidente de la Comisión de Organización, Lic. RODOLFO GARCÍA DE ALBA.
Presidente de la Com. de Prensa e Informe., Sr. RAFAEL MUÑOZ.
Presidente de la Comisión de Propaganda, Lic. ANTONIO C. DÍAZ.
Presidente de la Com. Fem., ERNESTINA CASTELLANOS ARIZMENDI
Pdte. de la Com. de Probl. de Legislación, Lic. IGNACIO OTERO DE LA TORRE.
Presidente de la Comisión Agraria, TRINIDAD GARCÍA.
Presidente de la Comisión Ejidal, CUAUHTÉMOC RÍOS M.
Presidente de la Comisión Obrera, JUAN GUTIÉRREZ.
Pdte, de la Com. de Relac. con los Estados, Lic. AGUSTÍN LEÑERO.
Presidente de la Comisión Educativa, Gral. de Div. JESÚS GARZA SILLER.
Presidente de la Comisión de Profesionistas, Ing. SALVADOR SOLÓRZANO.
Pdte. de la Com. de Vet. de la Revolución, Tte. Coronel MIGUEL BRAVO.
Presidente de la Comisión Militar,
Gral. MÁXIMO GARCÍA.
Presidente de la Comisión Popular,
Lic. JOSÉ MUÑOZ COTA.
Presidente de la Comisión Juvenil, Capitán. I. SÁNCHEZ CEPEDA.
Presidente de la Comisión Deportiva, LAMBERTO ÁLVAREZ GAYOU.
Tesorero,
ENRIQUE ZUBIETA YOLDI.
Dir. del Periódico de la Fed., "El Heraldo del Pueblo", Sr. CARLOS DUPLAN.
Presidente de la Com. de Asuntos Indígenas. Profesor LUIS CHÁVEZ OROZCO.
Federación de Partidos del Pueblo Mexicano, Manifiesto a La Nación", en Excélsior, México, 3 abril 1951, p. 19, colms. 1 - 8.
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