Agosto 23 de 1950
SOMOS PARTIDARIOS DEL GENERAL MIGUEL HENRÍQUEZ GUZMÁN Y
APOYAMOS SU POSTULACIÓN A LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA PORQUE SABEMOS QUE:
1º. Como soldado y ciudadano ha defendido y sabrá defender siempre, hasta con su propia vida, los ideales de Libertad, Justicia y Progreso consagrados en la Constitución de 1917.
2º. Como revolucionario de hondas convicciones liberales mexicanas, respetará y hará respetar los derechos fundamentales de todos los ciudadanos: el derecho de elegir libremente a sus gobernantes por medio del sufragio efectivo; el de ganarse la vida en la forma que más convenga a sus aptitudes y a sus intereses personales, y el de pensar y tener las creencias religiosas que más satisfagan a su espíritu.
3º. Pugnará resueltamente por restituir a los Ayuntamientos las libertades y derechos que les convirtieron en piedra angular y escuela del buen gobierno, en defensores de las garantías individuales, en fieles intérpretes de los anhelos populares y en baluartes inexpugnables contra todas las tiranías.
4º. Hará cumplir nuestras leyes e implantará un régimen de justicia, pronta y expedita, que ponga fin a los graves y notorios vicios que vienen minando los cimientos mismos del orden social en que vivimos.
5º. Mantendrá con rigor el orden público e impartirá seguridad y protección efectiva a la vida y a los bienes de los ciudadanos.
6º. Administrará el gobierno y los intereses del pueblo con absoluta honradez y se empeñará en que sean castigados severamente los funcionarios y servidores públicos que aprovechen en beneficio propio la confianza en ellos depositada.
7º. Gobernará en nombre del pueblo y exclusivamente para el pueblo y no otorgará privilegios ni dispensará favores especiales a persona o grupo alguno.
8º. Exigirá a sus colaboradores directos, lo mismo al personal a sus órdenes, lealtad absoluta a los principios de gobierno que apruebe el pueblo, así como la debida coordinación de los esfuerzos que realicen las distintas dependencias para alcanzar pronto y eficazmente las metas concretas señaladas por la voluntad popular.
9º. Mantendrá relaciones amistosas con todas las naciones del mundo y procurará estrechar aún más los vínculos culturales y económicos que siempre nos han unido con aquellos pueblos, que, como el nuestro, son amantes de la libertad, respetuosos del derecho ajeno y por lo mismo, firmes creyentes en un orden universal de paz y du justicia.
10º. Normará todos sus actos conforme al noble principio democrático, esencia misma de nuestra gloriosa Revolución: el mayor bien para el mayor número.
11º. Declarará guerra sin cuartel al hambre y a la miseria y promoverá, por todos los medios a su alcance, el advenimiento a nuestros hogares de la abundancia y prosperidad que anhelamos todos los mexicanos.
12º. Emprenderá campañas intensas para curar y prevenir las enfermedades endémicas que minan la salud de nuestras clases humildes y pondrá en ejecución un programa de nutrición adecuado para la niñez desvalida del campo y de la ciudad, a fin de asegurar la salud y el vigor de los futuros ciudadanos.
13º. Luchará contra la carestía que agobia a los pobres y al efecto desencadenará las fuerzas productoras del país, aboliendo las trabas improcedentes y burocráticas que restringen la libertad económica y la iniciativa de los mexicanos y que notoriamente impiden el crecimiento de las riquezas pública y privada.
14º. Acabará con las prácticas anticonstitucionales que estrangulan el libre comercio interior y con la competencia entre productores y entre comerciantes, que elevan artificialmente el costo de la vida, que constituyen odiosos privilegios en favor de unos cuantos y que corroen la moral pública.
15º. Acabará también con la nociva intromisión del listado en actividades mercantiles, y consecuentemente hará que se restituya a los ciudadanos, de acuerdo con los mandatos constitucionales, el derecho exclusivo de emprender y participar en los negocios.
16º. Pondrá en ejecución planes integrales para incorporar a la economía nacional vastas regiones del país, que todavía permanecen infecundas, ampliando de esta manera los horizontes económicos para millones de campesinos y trabajadores.
17º. Dará impulso efectivo a la industrialización del país, no tan sólo fomentando el establecimiento de nuevas fábricas y talleres, sirio principalmente ampliando y robusteciendo el mercado interior de productos industriales, para lo cual combatirá con tenacidad la indigencia en que viven las grandes masas campesinas del país.
18º. Dará su apoyo decidido a la implantación progresiva de métodos y técnicas mecánicos modernos en las distintas ramas de la producción nacional, con la mira de elevar rápidamente el rendimiento del trabajador mexicano, de incrementar su salario real, de rebajar costos y de abaratar así los artículos indispensables para la vida.
19º. Fomentará la creación de nuevas empresas mexicanas para aprovechar plena y-eficientemente los recursos naturales del país; empresas que ofrecerán mayores y mejores oportunidades de empleo a nuestros trabajadores y que aumentarán a corto plazo el volumen de productos destinados a satisfacer ingentes necesidades del pueblo.
20º. Fomentará, igualmente, el beneficio y la elaboración de los productos agotables de nuestro suelo, que ahora son exportados sin dar oportunidad a nuestros trabajadores y hombres de empresa de obtener más beneficios por su mayor intervención en el proceso industrial a que dichas materias se someten en el extranjero.
21º. Garantizará plenamente los derechos que los artículos 27 y 123 constitucionales otorgan a los campesinos y obreros sin perder de vista los intereses superiores del bienestar colectivo.
22º. Hará efectivo el mejoramiento del Instituto Armado, que es ejemplo de lealtad y dignidad, y al que se siente muy honrado en pertenecer, haciendo que los miembros del-Ejército y de la Armada de México eleven sus condiciones económicas y vivan con el decoro a que justamente tienen derecho, para lo cual establecerán campos militares y bases navales, con todos los elementos posibles, a fin de que su personal amplíe sus conocimientos profesionales y tenga residencia honorable junto con sus familiares.
23º. Mejorará la situación económica de los ejidatarios y pequeños agricultores, suprimiendo los obstáculos que impidan su progreso, estableciendo escuelas agrícolas, ayudándoles por medios eficaces a explotar las tierras con cultivos costeables de mayor rendimiento por hombre y por hectárea, en lugar de los viejos sistemas de cultivo que determinan su pobreza actual y en los nuevos sistemas de riego se dará preferencia a los campesinos que carezcan de tierras.
24º. Extirpará de raíz, con medidas económicas apropiadas, la más grave y flagrante falla de nuestra economía: la emigración por millares de nuestros campesinos pobres, que se contratan en el extranjero para labrar tierras ajenas.
25º. Elevará en forma real y efectiva el nivel de vida de los obreros, no mediante la engañosa práctica de subir periódicamente los salarios nominales, sino provocando el alza progresiva de los salarios reales y haciendo efectiva su participación en los beneficios de las empresas, conforme al mandato constitucional y a las leyes que se propondrán para conciliar esa participación con los intereses básicos de los empresarios.
26º. Fomentará y hará que se mejoren los servicios públicos en todo el país y que se extiendan sus beneficios al mayor número posible de mexicanos. Como ejemplo, y dada su importancia capital, rehabilitará a los ferrocarriles para garantizar al público un servicio seguro, rápido y eficiente y para salvar a la empresa del estado crónico de quiebra en que se encuentra, con grave perjuicio para su propio personal, para la sociedad y el fisco.
27º. Dará solidez, progreso y eficiencia a la instrucción pública, sin apartarse de la campaña de alfabetización; fijará la alta dignidad moral y económica que merece el magisterio y ampliará, con todos los medios posibles, los institutos politécnicos y la autonomía universitaria.
28º. Estimulará los ahorros del pueblo rodeándolo de toda clase de seguridades y garantías y creará el estado favorable para que dichos ahorros, junto con los capitales extranjeros que deseen invertirse en el país, sean aplicados precisamente en actividades productivas y no en especulaciones o negocios nocivos al bienestar general.
29º. Garantizará la solidez del crédito público y privado y hará que ambos sirvan sobre todo para acelerar el progreso industrial y agrícola del país. Al efecto, luchará para disminuir el tipo de interés que causen los créditos destinados a fomentar la producción de artículos básicos, para asegurar así su mayor oferta y pronto abaratamiento.
30º Empleará los fondos públicos exclusivamente en servicios y obras que redunden en beneficios tangibles y directos al bienestar general. Las obras que se emprendan serán solamente las que permitan aumentar [a producción de inmediato y mejorar la distribución de productos indispensables, y aquellas cuyo costo pueda recuperarse en el menor plazo posible, evitando así que bus inversiones públicas aumenten la carestía y compriman progresivamente el bajo nivel de vida de las clases humildes.
31º. Combatirá enérgicamente los abusos y fraudes al erario nacional, distribuirá las cargas fiscales de acuerdo con las posibilidades reales de los contribuyentes y dará facilidades adecuadas para estimular el desarrollo de la producción nacional.
32º. Asegurará para la moneda nacional un valor estable a fin de convertirla en la medida justa y exacta de los demás valores económicos nacionales, y hacerla así el símbolo elocuente de un México Nuevo, que lucha por forjarse una vida mejor, plena de satisfacciones morales y materiales.
33º. Elevará el hogar, que es la base sobre la que se yergue la nacionalidad mexicana, a la más alta dignificación; extenderá los servicios sociales al apoyo de las viudas y dará plenitud de los derechos constitucionales a la mujer.
34º. Abrirá nuevos y progresivos horizontes a la burocracia, que debe cooperar en el cumplimiento de las leyes y en el desarrollo del bienestar nacional.
Estos treinta y cuatro capítulos que determinan el porqué somos Henriquistas, constituyen un resumen de las ideas que con toda claridad y precisión ha expresado el señor general Miguel Henríquez Guzmán, en las diferentes entrevistas con este Comité de Auscultación y durante las cuales ha manifestado también, de una manera terminante, que como ciudadano mexicano tiene la obligación de servir a la Patria en esta función netamente cívica, en el lugar que se le designe, y que por lo tanto aceptará su candidatura a la Presidencia de la República solamente que la gran mayoría del pueblo lo reclame. Queda pues a los ciudadanos mexicanos luego de conocer este programa básico, hacer público su apoyo a este hombre, prudente y justiciero, de fortaleza y templanza, que ha consagrado su vida, desde que salió del H. Colegio Militar, al servicio de la Revolución y del Pueblo de México.
México D. F., 23 de agosto de 1950.
Comité de Auscultación Pro Henríquez Guzmán
Fuente: Aguayo Quezada Sergio. La Transición en México. Una historia documental 1910- 2010. México. Fondo de Cultura Económica – Colegio de México. 725 pp.
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