El Paso, Texas, febrero 12 de 1917.
Gral. Francisco Villa, San Andrés, Chih.
Muy estimado General:
Estaba para salir para esa acompañando a Regino, cuando recibí una comunicación de don Hipólito ordenándome que me regresara a San Antonio.
A continuación le expongo los asuntos que con Ud. iba a tratar, suplicándole que la contestación a ellos se sirva remitirla con quien Ud. crea más conveniente y a la mayor brevedad posible.
Mi objeto principal era recoger de Ud. algunos fondos para que su familia pueda sostenerse mientras Ud. domina alguna frontera. Como Ud. verá por la carta adjunta, se encuentra en condiciones financieras muy difíciles y le urge que Ud. la ayude.
En segundo lugar iba a recoger una autorización para que el Sr. John J. Hawes, lo represente a Ud. en los Estados Unidos, mientras Ud. se pone en comunicación con el Gobierno de Washington.
Dicha persona es de nacionalidad inglesa. Tiene amistades influyentes en Washington e Inglaterra. Es la única persona que se atrevió a defender a Ud. públicamente y por la prensa. Ha ayudado a D. Hipólito para que las autoridades no lo molesten tanto, aunque ahora con motivo del rompimiento de relaciones diplomáticas con Alemania lo vigilan mucho, pues el Gobierno Americano cree que Ud. está ligado con Alemania y que esta nación proporciona a Ud. dinero y armas.
Con este objeto quería recoger unas declaraciones suyas para la prensa de este país sobre los siguientes asuntos.
1°. Que Ud. no tiene ligas ni con Alemania ni con Inglaterra, ni ninguna potencia europea. Si Ud. protege a los nacionales de estos países es porque son extranjeros y Ud. ha prometido respetar las vidas e intereses de extraños. Que Ud. lo ha demostrado al no haber dañado a ningún americano.
2°. Que Ud. no estuvo en Columbus, que tal ataque fue llevado a cabo sin su consentimiento.
3°. Que Ud. ignoraba lo del asunto de Santa Isabel, y que Ud. hará lo posible por demostrar dónde estaba Ud. los días en que ocurrieron lo de Santa Isabel y Columbus.
4°. Que Ud. no hace la guerra al clero, ni tiene predisposición contra los mexicanos católicos, que Ud. permite que cada quien crea en lo que mejor le plazca siempre que respeten las leyes que sobre este particular se expidan.
5°. Que Ud. no tiene ningunas ligas con los partidarios de Félix Díaz, ni Robles. Que Zapata, Peláez y los Cedillo obedecen órdenes de Ud.
Le acompaño con la presente dos programas de Gobierno; uno que Ud. aprobó, y es el expedido por el Gobierno de la Convención y el otro formulado por el Lic. Díaz Lombardo. Su hermano ha hablado con muchas personalidades que han permanecido fieles y la mayoría opina que se siga el programa de la Convención, pues Zapata ha hecho declaraciones diciendo que él defiende este Plan.
El formulado por el Lic. Lombardo principia cambiando de nombre a la revolución, haciendo aparecer ésta como un nuevo movimiento armado. También le mando una carta de la Asociación de Obreros Mexicanos de la República. El Sr. Neira, que firma dicha carta, vino desde México escoltado por 50 hombres, de los mismos obreros.
En las fábricas de Atlixco trabajan 14,000 obreros, de los cuales 869 han sido asesinados por orden de D. Venus, por simples sospechas de ser villistas. Dicha agrupación se compone de 169,000 obreros en la República y desean apoyar a Ud., para lo cual quieren que Ud. les señale un día determinado para declararse en huelga en toda la República. "La American Federation of Labor" que es una sociedad de obreros americanos, compuesta de 1,800,000 obreros, apoya con su influencia en Washington a la persona que en México apoyen los obreros mexicanos. Es decir que si dicha agrupación mexicana es apoyada por Ud. y ofrece a los obreros mexicanos ayudarlos en sus demandas, Ud. tendrá en Washington un factor más que hable por Ud.
Aquí está un americano llamado F. Thayer, que dice ser enviado suyo y trae un papel firmado por Ud. para recoger fondos para la revolución y una carta para Lázaro de la Garza para que le entregue por orden de Ud. $30,000.00 dólares. En opinión nuestra dichos documentos son falsos, pues el referido Thayer goza de mala reputación en todos los círculos sociales. Llegó aquí diciendo que traía una entrevista con Ud. y pedía por ella $1,000.00, mil dólares, los periódicos le ofrecieron $400.00 si probaba que era auténtica la firma.
Se acercó aquí a varias personas diciéndoles que atestiguaran que él había ido a ver a Ud. pero nadie quiso hacerlo porque ya lo conocen.
En abril cuando fui a Los Ángeles a traer a Susana y Reinalda para La Habana, llevaba yo instrucciones de D. Hipólito de hablar con D. Lázaro sobre asuntos de dinero. Después de hablar en términos muy poco halagadores de Ud. y del partido villista me despachó con cajas destempladas, aunque lo que yo iba a recoger es de propiedad de la Revolución.
Usted recordará el último contrato de parque que se hizo por 15 millones, ¿no es cierto? para garantizar dicho contrato entregó la Agencia por su orden $85,000.00 de los cuales se entregaron $10,000.00 de parque cuando el Gobierno americano declaró el embargo de armas.
En vista de que era imposible seguir recibiendo parque, D. Lázaro vendió el contrato a los aliados europeos es decir, a los franceses e ingleses, ganándose en la operación $150,000, ciento cincuenta mil dólares, por el puro traspaso del contrato, más 65,000 de depósito son 215,000 que se rehusó a entregar. Cuando tenga oportunidad de hablar con Ud. le explicaré detalladamente a qué obedeció dicha solicitud que se hizo a De la Garza, pero tenga la seguridad de que fue muy justificada.
Ahora últimamente ha dicho que si Ud. le manda una orden para que le entregue a la persona que Ud. designe, el dinero, él está dispuesto a hacerlo; Ud. resolverá lo que crea más conveniente sobre este particular.
Hay muchos asuntos relativos a fondos que pudieran obtenerse cuando Ud. tome alguna frontera, pues estamos seguros que lo único que hará el Gobierno Americano es cerrar el puerto, lo cual es lo de menos, pues los asuntos dejan de tratarse oficialmente, para tratarse particularmente.
Carranza ha prohibido la entrada a muchísimos elementos que sirvieron a los gobiernos anteriores, entre ellos se encuentran Tenientes, Subtenientes, Capitanes, Mayores, Tenientes Coroneles, Coroneles y Generales, escribientes de juzgado; particulares que tienen simpatías por Ud., y otros partidos. De estos sujetos se encuentran en Cuba como 10,000 hombres que están dispuestos a seguirlo a Ud., entre ellos está el Gral. Rubio Navarrete quien se expresó de Ud. en términos muy altos. Ellos le han escrito a D. Hipólito y quieren ver qué hace Ud. con ellos, cuando menos que se les permita trabajar libremente. Sobre este particular le diré que hemos caminado con mucha diplomacia, pues aunque no les hemos dicho que serán admitidos en el Ejército, tampoco los hemos decepcionado, para evitar que se unan a Félix Díaz, que aunque no tiene partido tiene bastante dinero y podría entorpecer nuestros trabajos.
Ud. me dirá qué les contestamos a estos sujetos.
No vaya Ud. a creer que porque le decimos que halaguemos la opinión pública americana, estamos de acuerdo en todo lo malo que con Ud. ha hecho la presente administración. De ninguna manera; somos los primeros en protestar en lo mal que lo han tratado; pero vemos la conveniencia de que Ud. aparezca ante ellos limpio de todos los cargos que se le achacan.
Si Ud. piensa atacar Ciudad Juárez, es muy conveniente que ordene a cualquier Jefe que lo haga, ya sea Martín Tamez o el Gral. Ochoa, pero de ninguna manera que lo haga Salazar. No se duda aquí de que sea enteramente de nuestro partido, sino que goza de pocas simpatías entre los americanos de El Paso, y al atacar él la plaza de Juárez recibiría poca ayuda de este lado y al contrario se le pondría toda clase de obstáculos. Tal es el sentir del pueblo americano sobre el Gral. Salazar. El Gral. Ochoa es quien goza de más simpatías aquí.
El Partido Legalista se ha disuelto y ahora sus miembros, la mayoría, son villistas. Todo es cuestión de cómo le vaya a Ud. Treviño está muy disgustado con Obregón como verá Ud. por la carta adjunta de Aníbal Cervantes. Dicho sujeto es 2° Jefe de Estado Mayor de Treviño y va a Chihuahua a reunir los restos de sus fuerzas para desertar de Carranza y reunirse con Ud.
Si obra de buena fe él se irá con Ud., si no nosotros usaremos esa carta para que lo fusilen por traidor.
Nos han avisado por fuente que merece entero crédito que tratan de envenenar a Ud. en una fiesta que le darán las alumnas de una escuela de señoritas, no sabemos dónde será, pero le entregarán a Ud. un ramo de flores, y una de las ramas tendrá espinas las cuales tendrán la punta envenenada. Al entregar a Ud. este ramillete, ellas tratarán de que Ud. se pique con una de estas espinas, cuyo veneno causa la muerte en menos de 24 horas.
La mamá de una señora que se llama Carlota del Hierro dijo que no perdía la esperanza de que Ud. cayera en las manos de dicha señora Carlota, quien salió a ver a Ud. para matarlo. Ignoro qué familia sea ésta, ni quiénes son, pero sí sé que se expresan muy mal de Ud. y han jurado su muerte.
No creo por demás avisarle de esto, pues, no son chismes, sino simples avisos que le comunico para su conocimiento y viva precavido.
Como medio de allegar fondos para la revolución, D. Hipólito sugiere la idea de que Ud. se permita fotografiar en una película de cine, donde aparezca Ud. a caballo, igualmente sus fuerzas, su artillería, etc., lo cual producirá por lo bajo un millón de dólares, que mucho le serviría a la vez que servirá de propaganda a favor de nuestro partido.
Si Ud. da su consentimiento, suplícole mandar su aprobación por escrito para ir adelante con esta proposición.
Me he permitido hablarle con tanta franqueza, omitiendo fórmulas basado en la confianza que siempre me ha dispensado D. Hipólito a cuyo servicio he estado cerca de 4 años.
El Sr. Cura Pimentel se encuentra en San Antonio, y espera órdenes suyas.
El Gral. Medina fracasó en su comisión debido a la guerra europea.
Toda su familia se encuentra buena y le acompaño a la presente unos retratos de Susana, Reinalda y Sarita, la niñita de Martinita que nació en La Habana. El otro es de María Luisa, niñita de C. Hipólito, uno cuando tenía 3 meses y el otro de un año.
Con afectuosos recuerdos para los demás compañeros se despide respetuosamente Su S.S. M. E. González.
Le acompaño la carta que para Ud. me había dado don Hipólito. Si Ud. cree más conveniente hacer el nombramiento de la persona que lo represente aquí, a favor de D. Hipólito sería mejor, pues no hay ningún peligro de que lo acusen a él por este asunto, pues por el hecho de ser hermano suyo les merece más confianza que cualquiera otra persona.
Manuel E. González
Estado de Texas, condado de El Paso
Yo, C.S.T. Folsom, Notario Público en y para el Condado de El Paso, Estado de Texas, HAGO CONSTAR Y CERTIFICO que el documento que antecede es copia fiel y exacta de la carta original del señor M. E. González que Doy Fé tener a la vista, y por mí debidamente cotejada con dicha carta original EN COMPROBACIÓN DE TODO LO CUAL he extendido el presente certificado en la ciudad de El Paso, Texas, bajo mi sello y mano el día 21 de mayo de 1917. C.S.T. Folsom, Notario Público en y para el Condado de El Paso, Estado de Texas de los Estados Unidos de América.
(Sello superpuesto, dorado, del Notario público).28
Fuente: Documentos históricos de la Revolución mexicana, vol. XVII. Fundador: Isidro Fabela. Revolución y régimen constitucionalista, vol. 50. del t. 1. Editado por la Comisión de Investigaciones Históricas de la Revolución Mexicana bajo la dirección de Josefina E. de Fabela.
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