Mayo 7 de 1916
Chapultepec, 7 de mayo de 1916.
General Álvaro Obregón.
Ciudad Juárez.
Me he impuesto con detenimiento de su mensaje cifrado de hoy y no veo la situación tan grave, sino porque el gobierno de los Estados Unidos quiere que la veamos así. Lo que está pasando ahora no es nuevo; el gobierno de los Estados Unidos lo sabe bien. Las partidas de bandidos que se están formando ahora con el propósito bien manifiesto de llevar la guerra a los dos países, debería de tomarse menos en cuenta para una guerra, que las bandas de indios salvajes que por tanto tiempo cometieron toda clase de depredaciones y de crímenes de uno y otro lado de la línea divisoria y en la época en que éstas tenían lugar no fue motivo de una guerra entre las dos naciones, ni siquiera de ruptura de sus relaciones. La banda que me dice usted que acaba de destruir Boquillas, no puede haberse organizado dentro de nuestro territorio, pues 500 ó 600 hombres con armas y montados, no pueden reunirse en una gran zona de Coahuila y Chihuahua porque no hay poblaciones. Hay unos cuantos ranchos miserables que en gran parte conozco por haber recorrido aquella región. La banda a que me refiero se ha organizado del lado americano y sé que se están organizando otras entre Del Río y Boquillas y cerca de Laredo, y seguirán organizándose más si las fuerzas americanas permanecieran dentro de nuestro territorio, pues el objeto de nuestros enemigos al organizarlas, es provocar la intervención o desprestigio del gobierno constitucionalista para que lo derroquen sus mismos elementos, si consiente la permanencia indefinida de fuerzas americanas en nuestro territorio; por eso no puedo aprobar el memorándum concertado entre usted y el general Scott, y puede usted manifestar a éste categórica y francamente como su gobierno lo desea, que no apruebo el contenido del referido memorándum. Si el general Scott no está autorizado para fijar el término en que deban salir de nuestro territorio las fuerzas americanas, pueden darse por terminadas las conferencias y exigiré al gobierno americano la contestación a la nota relativa al retiro de sus tropas que aún está pendiente. Haga usted saber al general Scott que cualquier fuerza americana que pase la línea divisoria sin que se haya concertado antes entre los dos gobiernos un tratado de reciprocidad para el paso de fuerzas, será considerada como fuerza invasora y ordenaré que sea batida. Siento no poder conferir a usted amplias facultades para tratar este asunto, porque pesa sobre mí la responsabilidad de la solución que se le dé. Creo que el medio en que usted y los demás jefes que están en esa, se encuentran, es desfavorable y les impide ver la resolución de este asunto, como lo vemos todos los demás en la República. Quedo impuesto de las órdenes que ha dado usted a los generales a que se refiere en su último mensaje cifrado. Creo haber contestado todos los puntos de su mensaje, pero si necesitare mayores explicaciones de alguno, lo haré con gusto.
Firmado. V. Carranza."
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