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Selección de textos y documentos:

Doralicia Carmona Dávila

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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1915 Iniciativa de Obregón presentada a Carranza, para inhabilitar a los Jefes Militares en activo para desempeñar puestos públicos.

Enero 19 de 1915

 

Constitución y Reformas
Puebla, enero 19 de 1915

El General en Jefe Álvaro Obregón

Al C. Primer Jefe del Ejército Constitucionalista,
Encargado del Poder Ejecutivo de la Unión.
Veracruz

Hondamente preocupado por las desgracias que vienen afligiendo a nuestra Patria desde épocas remotas, en que se iniciara como República, he llegado al convencimiento de que el principal origen de todas ellas han sido las desenfrenadas ambiciones del odioso militarismo que en estos últimos tiempos ha venido manifestándose con mayor brío en una serie de cuartelazos, asesinatos y traiciones con que nuestra pobre patria se exhibe a la faz del mundo entero como un país irredento de brutales ambiciosos que no miden las consecuencias para llegar a ocupar cualquier puesto público que esté más al alcance de su jerarquía militar; pudiéndose citar como últimos y latentes ejemplos: la traición de Pascual Orozco, quien con los arteros halagos de nuestros enemigos llegó a prostituir su prestigio popular ganado en la lucha libertaria de 1910, queriendo tomarlo como pedestal para erigirse en amo militar de la República, rebelándose vilmente contra el legítimo Presidente D. Francisco I. Madero; la traición de Victoriano Huerta y los horrendos crímenes que la sucedieron, los cuales no habría cometido si hubiera estado incapacitado para ocupar la Presidencia; la traición de Francisco Villa quien en caso idéntico al de Pascual Orozco, ha querido, corrompiendo su prestigio popular ganado en la lucha por la causa Constitucionalista, y a pesar de sus ridículas protestas, llegar al Poder Supremo de la Nación; los cuartelazos que en los distintos Estados de la República han venido consumando distintos Jefes Militares, sin más justificación que la de saciar sus ambiciones; y por último, los Jefes Constitucionalistas que defeccionaron en México descendiendo hasta pactar con Villa por el único halago de ocupar un ministerio. Se ha venido observando también que en todos los Estados de la República, donde han surgido fricciones entre los Jefes Constitucionalistas, estas son derivadas de las dificultades que han encontrado para definir a quien le corresponde el Gobierno del respectivo Estado.

Con esta serie de casos vergonzosos sobre los cuales no cabe discusión y que nos demuestran evidentemente dónde está radicado el gran mal de que morimos y que nos prueban hasta la saciedad la necesidad de una medida salvadora, creo oportuno y aún indispensable que, para salvar al país de una vez por todas y para demostrar al mundo que el Ejército Constitucionalista persigue la realización de verdaderos principios desprovistos de ambiciones bastardas, de una sola plumada corregir tanto error en que se ha venido incurriendo, con el solo hecho de que usted lance un decreto para que sea elevado a la categoría de precepto constitucional, por el cual se nos inhabilite a todos los militares que tomamos parte en el movimiento armado, y a los que en el futuro formen el definitivo Ejército Nacional, para ocupar puestos públicos, pudiendo sólo ocuparlos el que habiendo sido militar hubiera pedido su baja 6 meses antes de aceptarlo.

Hecha la anterior exposición, me permito someter al recto criterio de usted esta iniciativa que ya había presentado verbalmente por voz de nuestros delegados Adolfo de la Huerta y Roberto Pesqueira en la junta de Piedras Negras; iniciativa que al haber entonces sido aprobada, quizás hubiera salvado al país en gran parte de las dificultades en que actualmente se encuentra envuelto. Y espero que usted a quien siempre ha preocupado el futuro de nuestra Patria y el buen nombre del Ejército Constitucionalista que usted dignamente comanda, no vacilará en aprobar mi iniciativa, la que creo será del aplauso de todos los revolucionarios honrados, que verán con esto conjurado por siempre un peligro que de ninguna otra manera podría conjurarse.

Constitución y Reformas

Puebla, enero 19 de 1915

El General en Jefe Álvaro Obregón
Al C. Primer Jefe del E.C.E. del Poder Ejecutivo
Veracruz

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente:
Fabela, Isidro (Dir.) Fabela Josefina E. de (Coord.) Revolución y régimen constitucionalista. Tomo I. México. FCE. 1960. Vol. 4 del Tomo I.