Abril 22 de 1914.
Había peligro que la invasión de Veracruz impelaría al pueblo a apoyar a Huerta, y el régimen de Huerta buscaba este fin. Sin embargo Carranza, mientras consideraba esta controversia entre Huerta y los Estados Unidos, rechazó la violación del suelo mexicano y pidió la evacuación inmediata en esta nota al presidente Wilson. ...Ante esta violación de la soberanía nacional, que el Gobierno constitucionalista no esperaba de un Gobierno que ha reiterado sus deseos de mantener la paz con el pueblo de México, cumplo con un deber de elevado patriotismo el dirigirnos la presente nota para agotar todos los medios honorables, antes de que dos pueblos honrados rompan las relaciones pacíficas que todavía los unen.
La nación mexicana, el verdadero pueblo de México, no ha reconocido como su mandatario al hombre que ha pretendido lanzar una afrenta sobre su vida nacional, ahogando en sangre sus libres instituciones. En consecuencia, los hechos del usurpador Huerta y sus cómplices no significan actos legítimos de soberanía; no constituyen funciones verdaderas de derecho público interior ni exterior, y menos aún representan los sentimientos de la nación mexicana, que son de confraternidad hacia el pueblo norteamericano...
Los actos propios de Victoriano Huerta nunca serán suficientes para envolver al pueblo mexicano en una guerra desastrosa con los Estados Unidos, porque no hay solidaridad alguna entre el llamado Gobierno de Victoriano Huerta y la nación mexicana... Mas la invasión de nuestro territorio, la permanencia de vuestras fuerzas en el puerto de Veracruz, o la violación de los derechos que informan vuestra existencia como Estado soberano, libre e independiente, sí nos arrastraría a una guerra desigual pero digna que hasta hoy queremos evitar.
Ante esta situación real por que atraviesa México, débil, hoy más que nunca, después de tres años de sangrienta lucha, comparada con la formidable de la nación americana; y considerando los hechos acaecidos en Veracruz como atentatorios en el más alto grado para la dignidad e independencia de México y en pugna con vuestras reiteradas declaraciones de no desear romper el estado de paz y amistad con la nación mexicana, y en contradicción también con la resolución del Senado de vuestro país que acaba de declarar que los Estados Unidos no asumen ninguna actitud contra el pueblo mexicano ni tienen el propósito de hacerle una guerra; considerando igualmente que los actos de hostilidad ya cumplidos exceden a lo que la equidad exija para el fin perseguido, el cual puede considerarse satisfecho;... interpreto los sentimientos de la gran mayoría del pueblo mexicano que es tan celoso de sus derechos como respetuoso con los derechos ajenos, y os invito a suspender los actos de hostilidad ya iniciados, ordenando a vuestras fuerzas la desocupación de los lugares que se encuentran en su poder, en el puerto de Veracruz...
* Fuente: Torre Villar, Ernesto de la et. al. Historia Documental de México. Tomo II. UNAM. 3a. Ed. México. 1984 .
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