Culiacán, abril 21 de 1914.
EL GENERAL OBREGÓN SE DIRIGE AL PRIMER JEFE CARRANZA MANIFESTÁNDOLE QUE SI LOS ESTADOS UNIDOS LE DECLARAN LA GUERRA A HUERTA Y BOMBARDEAN LOS PUERTOS MEXICANOS, ES LA NACIÓN MEXICANA Y NO HUERTA LA QUE RESULTA HERIDA; Y QUE, EN ESE CASO, LOS CONSTITUCIONALISTAS DEBEN DECLARAR LA GUERRA A NORTEAMÉRICA, PARA QUE SEAN LOS CONSTITUCIONALISTAS LOS QUE PACTEN LA PAZ CON LOS ESTADOS UNIDOS, A FIN DE IMPEDIR QUE HUERTA SE ERIJA EN REPRESENTANTE DE LA REPÚBLICA MEXICANA.
Señor don Venustiano Carranza. Chihuahua, Chih.
Creo que si los Estados Unidos declaran la guerra a Huerta, bombardeando los puertos mexicanos, es la nación y no Huerta, la que se sentiría herida y que nosotros debemos declarar la guerra a los Estados Unidos, pues de lo contrario estaríamos expuestos, aunque peleáramos contra los americanos, a que Huerta firmara mañana cualquier tratado de paz con los "gringos" y tener nosotros que aceptarlo y se nos consideraría subordinados a Huerta si nos hacemos solidarios de sus actos, mientras que declarando nosotros la guerra, seríamos nosotros los que deberíamos establecer condiciones para firmar la paz. Por otra parte, Huerta probablemente quiere despertar en el pueblo el antagonismo y colocar todos sus rifles y, consiguiendo esto, tratar la paz bajo cualquier forma y continuar contra nosotros. Creo que es el momento oportuno para que usted declare piratas a los buques de guerra que fueron de la Marina mexicana. Le suplico fijar su atención sobre esta iniciativa, que es de gran trascendencia. De todos modos, tenemos plena confianza en la rectitud de su criterio y creo que usted debe tenerla en nuestro patriotismo; la dignidad nacional, que es la de nuestro ejército, estamos obligados a defender; el precio no importa; siempre será poca la sangre que México derrame para salvar su honor. Salúdolo respetuosamente.
General en jefe, Álvaro Obregón.
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