26 de julio de 1911
Como información únicamente, y sólo por que el público, después de leerla, pueda juzgar, insertamos á continuación cuanto sobre el llamado Plan de Tlaltizapán, ha hecho su autor, á quien, en obsequio de la verdad, juzgamos un desequilibrado, aconsejándolo medite sobre lo hecho.
No discutimos nada, por más que, ya repetimos, el asunto lo juzgamos trivial en extremo y nada digno de crédito, concretándonos solamente á darlo á conocer al público para su recreo y especial goce.
Querido pueblo del estado de Morelos:
El grito de rebelión, lanzado á los cuatro vientos del estado, por los patriotas honrados que formamos el "Gabinete Agrario Popular", es el huracán rugiente que al empuje de su avasalladora corriente salvará á los pueblos para arrollar en su vertiginosa gira á toda la ambición, á todo el encono, á todo el odio maquiavélico y rastrero que algunos ricos y fanfarrones hacendados del estado de Morelos, que en su mayor parte son españoles, han arrojado como un padrón de ignominia sobre el valiente y estoico ejército libertador de Morelos, perteneciente á los aguerridos Generales Emiliano Zapata y Gabriel Tepepa. Habiendo sido asesinado este último jefe por un cabecilla llamado Federico Morales, perteneciente al ejército libertador del estado de Guerrero y que milita bajo las órdenes del General Ambrosio Figueroa.
Henos aquí, señores hacendados, en el nombre de Dios y de los pueblos, levantando el nefando guante que al grito ensordecedor de la diatriva y al destemplado alarido de la calumnia, habéis arrojado descarada é impunemente por la prensa sobre los denodados hijos defensores del estado de Morelos, que ayudaron impertérritos al señor Madero en su bendita causa; llamándolos bandidos, en vez de ¡héroes! y ¡bárbaros! como los Unos en el imperio godo romano, porque con el fuego de sus rifles y de sus carabinas azotaron á las espaldas del tirano é hicieron bramar á las fieras del caciquismo y reconcentrar en pago veloz á los hacendados y ricos enemigos del pobre, hasta refugiarse en los hoteles de la metrópoli; y desde ahí, dizque llorar sobre las ruinas de la Heroica Cuautia, Morelos, como Jeremías el piadoso lloraba sobre las ruinas de la Ciudad Santa.
Henos aquí listos para defender la bendita causa de los pueblos que, agobiados bajo el peso de excesivas exigencias de los ricos, por no tener montes para su ganado, para leña, para carbón, tierras de temporal y de riego suficientes para vestir y educar dignamente á sus hijos, porque los pueblos donde viven, ya no son pueblos como en otros estados, sino "corrales" donde están amontonados los árboles y los hombres con sus familias confundiéndose con las bestias de carga y el ganado por falta de extensión, por falta de terrenos y montes, etc., etc., por todos estos males que son la pesadilla de los pueblos, venimos como leales patriotas á ayudarlos á arrojar de sus espaldas el fardo humillante de la miseria, que crió el despotismo faraónico de los hacendados y de esos bribones agiotistas, á quienes consideramos como pulpos mal nacidos y sanguijuelas de la nación, que se han alimentado con la sangre de los pueblos y han amasado sus grandezas con las lágrimas de los pobres, de las viudas, de los huérfanos y de todos aquellos que se llaman desheredados de la fortuna.
Sí, señor, todo tiene su fin: la intriga, la maledicencia, la traición y la soberbia de los ricos, ante el relámpago y el sonido fulminante de la justicia que evocan los pueblos; tenemos fe en que caerán los muros de las haciendas y los palacios de muchos ricos sibaríticos, como al sonido de las trompetas santas de los judíos se derrumbaron los muros sibaríticos de Jericó.
Por tanto, nuestro grito de rebelión contenido en el Plan de Tlaltizapán, sostiene las siguientes conclusiones.
Bases del Plan
Artículo 1. -Respetamos al señor don Francisco I. Madero como jefe triunfador del Plan de San Luís Potosí, proclamado el 25 de Mayo de 1910- sobre el "Sufragio Efectivo y No reelección", y por ende al señor Francisco L. de la Barra, actual Presidente de nuestra República, con todo su Gobierno provisionalmente constituido.
Artículo II. - Mientras los pueblos del estado de Morelos están en pie de guerra, haciendo sus demandas al actual Presidente de la República, no deben reconocer más Gobernador ni mandatarios, que no sean las autoridades provisionales, siempre que á los pueblos estén conformes con ellas. Y hasta que esté el Estado en paz, entonces se procederá al nombramiento de Gobernador y demás autoridades legalmente constituidas.
Artículo III.-El tema capital de nuestro Plan, es: que los pueblos sean superiores á las haciendas, y no las haciendas á los pueblos, como pasa actualmente no sólo en el estado de Morelos, sino en toda la nación. Por eso nuestro grito de rebelión es: ¡¡Abajo los monopolios de tierras, montes y aguas!! ¡¡Mueran las haciendas!! ¡¡Vivan los pueblos!! ¡¡Muera el agiotismo!!
Artículo IV. -Evocamos la "Ley Agraria Efectiva", no para localizar al estado de Morelos, donde hay muchas haciendas de españoles y otros sindicatos, sino para hacerla extensiva á los demás pueblos de nuestra República que quieran aceptarla. La forma en que la deseamos aquí en el estado de Morelos, el Comité del Gabinete dará á conocer oportunamente su "Memorial Agrario" cuando lo exijan las circunstancias.
Artículo V.-Confiamos y esperamos en que la demanda que hacemos á nuestro actual Gobierno democrático, en nombre de los pueblos que dignamente representamos, será debidamente atendida: de otro modo, no importa que seamos los apóstoles mártires de nuestra fecunda idea, pues á ejemplo de los inmortales Tiberio y Cayo Graco que como tribunos inmaculados implantaron la Ley Agraria en Roma á trueque de sus vidas; así nosotros, resueltos y decididos hemos recogido el guante á los hacendados instigados por su espíritu turbulento y contencioso, con el fin de redimir á nuestros pueblos de su miseria, esperando que la humanidad nos haga justicia, la historia falle nuestros actos cuando se calme un tanto el oleaje de las pasiones revolucionarios, y que la sangre heroica de nuestros valientes asociados derramada en los campos de batalla, caiga como la sangre de Abel sobre la cabeza de nuestros Caínes burgueses y hacendados, como un anatema, como una maldición eterna para todos los tiranos.
Artículo VI. - Presentadas las bases de nuestro Plan, no nos queda sino sostenerlo y defenderlo en el nombre de Dios y de los pueblos oprimidos. A la sombra de nuestra bandera queremos hombres honrados y valientes, pero no cobardes ni asesinos.
El robo, el incendio injustificado y las venganzas personales, no las ampara nuestro Plan: sólo los ardides de guerra ó de combate, serán protegidos y premiados por el decoro militar de nuestro ejército.
A las personas que forman el "Gabinete Popular Agrario" oportunamente daré á conocer sus nombres y retratos; lo mismo que los de los cabecillas ó jefes en el pie de guerra defienden este Plan en bien de los pueblos del estado de Morelos.
Sufragio Efectivo y No Reelección.
Tlaltizapán, julio 26 de 1911. -Presidente ó jefe del "Gabinete Popular Agrario", Dr. José Trinidad Ruiz.
Las razones de los libertarlos
Los liberales no nos rendimos
De la Barra y Madero están resueltos a hacer la paz a todo trance, aunque sin lograr su objeto, pues si algunos se rinden y traicionan, otros se mantienen firmes y están resueltos a luchar hasta lo último.
Realmente es este el momento crítico de la lucha, los satisfechos con que se haya derramado tanta sangre para ganar el "derecho" de votar, quieren la paz. Los convencidos de que la boleta electoral no da de comer al que tiene hambre, continúan en guerra.
Y mientras maderistas y federales se lanzan sobre los libertarios, cientos de mensajeros de paz recorren el país y vienen algunos hasta acá a tratar de convencer, a los que están sobre la armas y a nosotros, de que aceptemos la paz.
El licenciado Jesús Flores Magón, y Juan Sarabia vinieron a esta ciudad con el objeto de invitarnos a suspender las hostilidades, asegurándonos que bajo el nuevo gobierno habrá libertades de todo género: libertad de votar, libertad de imprenta, libertad de palabra: en suma, todas las libertades políticas apetecibles, como las que hay en Estados Unidos.
Nosotros estamos convencidos de que la libertad política es una mentira en lo que concierne a la clase trabajadora. Los pobres que no reciben ningún beneficio con el hecho de poder designar al hombre que ha de dominarlos, y es por eso por lo que los liberales luchamos por la emancipación económica de proletariado, y nuestro objeto es que la tierra y la maquinaria de producción queden en poder de todos y cada uno de los habitantes de México, sin distinción de sexo.
Por eso no rinden las armas nuestros compañeros. La lucha va a ser larga y sangrienta; pero es el único recurso que les queda a los desheredados para no salir burlados.
Al trote andan los comisionados de paz tratando de apaciguar a los liberales; pero nuestros compañeros no se rinden ni se rendirán. Podrá haber débiles que renuncien a las penalidades y sufrimientos de una larga y tremenda campaña; pero también habrá firmeza ante las cuales se estrellarán las proposiciones de una rendición vergonzosa.
Los que trabajamos por el interés de la clase trabajadora no nos rendimos.
¡Adelante!
Ricardo Flores Magón
Librado Rivera
Anselmo L. Figueroa
Enrique Flores Magón
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