Julio 9 de 1911
La revolución alteró el orden de continuidad del Partido Antirreeleccionista, por cuyo motivo en los actuales momentos ninguna agrupación política puede pretender legítimamente ser reconocida como centro directivo. Habiéndome reservado la jefatura del partido emanado de la revolución, al hacer la renuncia de Presidente provisional de la República, me parece conveniente reorganizar el antiguo Partido Antirreeleccionista sobre nuevas bases.
Desde luego, como las candidaturas mía y del señor don Francisco Vázquez Gómez, han sido lanzadas por numerosos clubes de la República, deseo, por lo que a mí respecta, retirarme de la política activa, delegando mis facultades en un comité central, integrado por las siguientes personas:
Juan Sánchez Azcona, Gustavo A. Madero, licenciado José Vasconcelos, licenciado Luis Cabrera, ingeniero Alfredo Robles Domínguez, licenciado Roque Estrada, Manuel M. Alegre, Enrique Bordes Mangel, ingeniero Eduardo Hay, licenciado Jesús González, licenciado Adrián Aguirre Benavides, doctor Ignacio Fernández de Lara, Pedro Galicia Rodríguez, Eusebio Calzada, licenciado Jesús Urueta, doctor Francisco Martínez Baca, licenciado Nicolás Meléndez, licenciado Jesús Flores Magón, Heriberto Frías, Rafael Martínez, licenciado Díaz Lombardo (Miguel) y Roque González Garza.
Como ya los principios sostenidos por el Partido Antirreeleccionista han triunfado en la conciencia nacional, y muy pronto estarán consignados en la Constitución, no tiene ya razón de ser la antigua denominación del partido, por cuyo motivo propongo que la nueva agrupación se llame Partido Constitucional Progresista.
El principal papel que deberá representar este comité, será de reorganizar el antiguo Partido Antirreeleccionista, bajo la nueva denominación; vigilar la completa realización de los principios sostenidos por el Partido Antirreeleccionista y la revolución y preparar la lucha electoral, tomando parte en las cuestiones locales, pero muy especialmente en las elecciones generales.
Me permito sugerir que a este comité se agrupe un representante del Club Aquiles Serdán, otro del Club Ley, otro del Club Libertador Francisco I. Madero, y tres miembros más, representando otras tres clubes de mayor importancia de esta capital.
Por último, deseo hacer conocer a ese comité y a las personas a quienes está dirigido este manifiesto, que el doctor Vázquez Gómez y yo creemos haber contraído un compromiso solemne con la nación, al publicar nuestro programa de gobierno, a raíz de la convención del año pasado, supuesto que las agrupaciones que nos han postulado, lo han hecho sobre la base de dicho programa. Por tal motivo, esperamos que las agrupaciones políticas que en lo sucesivo nos postulen, lo harán bajo la misma inteligencia.
Las últimas adiciones que haremos a nuestro programa, serán para lograr por los medios constitucionales la realización de las promesas que encierra el Plan de San Luis Potosí.
Conciudadanos: La lucha sostenida por el pueblo y sus antiguos opresores ha tenido un glorioso desenlace. El pueblo ha reconquistado su soberanía; los ciudadanos, el pleno ejercicio de sus derechos; pero no olvidéis que si no los ejercitáis con constancia y patriotismo, podéis perder el fruto de la victoria. Por tal motivo, nunca me cansaré de recomendaros que sigáis luchando sin descanso, siendo nuestros nuevos campos de batalla las urnas electorales, y nuestra arma más poderosa el voto.
Sufragio Efectivo. No Reelección.
México, D. F., a 9 de julio de 1911.
Francisco I. Madero.
Fuente:
Magaña Gildardo. Emiliano Zapata y el agrarismo en México. México, INEHRM [Revolución. Obras Fundamentales], 1937. 5 tomos.
|