Diciembre 3 de 1866
El pasado mes de abril, tal como los conoce el Congreso, fue establecido un acuerdo amistoso entre el emperador de Francia y el presidente de los Estados Unidos, relativo al retiro de fuerzas militares francesas de México. El retiro debió de haberse llevado a cabo en tres fases, siendo la primera la que desocuparía México en noviembre pasado, la segunda en marzo, y la tercera, y ultima, en noviembre de 1867. Inmediatamente después de la completa evacuación, el gobierno de Francia debería asumir la misma actitud de no intervención hacia México, tal como la que tiene hacia el gobierno de los Estados Unidos. En repetidas ocasiones, el emperador francés reiteró que el acuerdo seria respetado y que se completaría la evacuación en el periodo mencionado, posiblemente antes.
Se espera que dichos procedimientos contemplados provocarán una crisis de gran interés político en la República mexicana. El nuevo ministro de los Estados Unidos, señor Campbell, fue expresamente enviado a asumir las funciones propias de ministro plenipotenciario de los Estados Unidos ante esa república. Asimismo, se pensó pertinente que debido a la vecindad con México el general de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos asista al señor Campbell en su misión, ya que es importante determinar el curso que deberán seguir los Estados Unidos en el restablecimiento y mantenimiento propio del poder en la República mexicana. Profundamente interesados en las causas de libertad y humanidad, nos parece un deber obvio de nuestra parte ejercer cualquier influencia que tengamos para el restablecimiento de una forma permanente republicana de gobierno en ese país.
En ese sentido, en relación con nuestros asuntos en México, el 22 de noviembre pasado recibimos información oficial desde Paris, la cual decía que el emperador de Francia había decidido no retirar sus fuerzas en el mes de noviembre, de acuerdo con los estipulado en el convenio, y que esta decisión había sido tomada con el propósito de no retirar las fuerzas restantes hasta la primavera. Los Estados Unidos no han recibido noticia oficial alguna sobre la determinación anterior, y tan pronto como nuestro gobierno recibió la noticia puso en conocimiento del emperador de Francia nuestra disensión.
No puedo sino esperar que Francia reconsidere este asunto y adopte una resolución relativa a la evacuación de México, que esté en conformidad con el arreglo existente y vaya de acuerdo con las expectativas de los Estados Unidos. Se cree que con la evacuación de las fuerzas expedicionarias francesas de México no habrá diferencias serias entre Francia y los Estados Unidos.
|