Ixmiquilpan, diciembre 13 de 1861.
Señor:
Han llegado a Veracruz las escuadras extranjeras que por desgracia de la patria han venido a consecuencia de las imprudencias y desaciertos cometidos por la facción demagógica que, no contenta con haberla destrozado enteramente, ha querido darle el golpe mortal comprometiendo tal vez su nacionalidad.
Aunque el objeto principal de la venida de esas fuerzas es reclamar el cumplimiento de tratados ya celebrados con ellas, la reparación de los ultrajes que les han sido inferidos por esos hombres sin fe ni moralidad y el pago de cantidades que se les debieran a los súbditos de sus naciones, el hecho es que nos amenazan con una guerra que ya ponen en práctica.
No es la nación mexicana la que la ha provocado, sino una facción y, sin embargo, los mexicanos todos estamos en el deber de sostener el decoro de nuestra desgraciada patria, sacrificando sus intereses y sus vidas.
El supremo gobierno de la nación, emanado del plan de Tacubaya, está cierto que no es a él a quien se trata de hostilizar por las naciones extranjeras, supuesto que de él no han recibido agravio alguno y, por lo mismo, en la presente cuestión su deber es conciliar tanto los intereses de los mexicanos como los de los extranjeros, para evitar consecuencias más funestas y así es que, aunque preparado a combatir a los enemigos en caso necesario, quiere al mismo tiempo darles una prueba de caballerosidad de su manejo, haciendo que los extranjeros que residan en el país sin medios de defensa, encuentren seguridades y protección en sus vidas e intereses y, por lo tanto, está resuelto a impartir los auxilios y hospitalidad necesarios a todos los que tal vez perseguidos por la facción demagógica, quieran ampararse de él, poniéndose en los puntos en que tiene establecidas sus fuerzas.
Si por desgracia las naciones extranjeras no tuvieren el solo objeto indicado, de reclamar sus intereses y los agravios mencionados y quieran pasar a imponernos un yugo con detrimento de nuestra libertad e independencia, entonces nosotros seremos los primeros en volar a combatir contra sus armas y sucumbir primero que consentir en ser esclavos.
El Excmo. señor presidente interino desearía darles antes una muestra de su generosidad y, por lo tanto, recomienda a usted muy especialmente cuide de que no se altere la tranquilidad pública en los puntos de su mando con motivo de la presente cuestión extranjera y que los súbditos de todas las naciones que residan en ellos sean respetados, tanto en sus intereses como en sus personas, impartiéndoles auxilio de cuantas maneras esté a su arbitrio a los que se le presente; en el concepto de que será responsable de cualquiera agravio que se les infiera, pudiendo usted evitarlo.
Por último, debo hacer presente a usted que es muy conveniente haga entender a sus subordinados no den oídos a las ideas que puedan esparcir los demagogos, de que la presente guerra es con objeto de hacernos perder la libertad, sino puramente la reclamación y reparación de los agravios que esas naciones y sus súbditos han recibido del titulado gobierno liberal; pues, antes bien, aquellas mismas naciones desean ver a México establecido con un gobierno justo y equitativo que, al mismo tiempo que procure el bien de la nación, preste seguridad y garantía a sus nacionales, pues de esa manera podrá realmente progresar nuestro país en todos sus ramos, a la vez que la religión católica sea acatada y respetada como merece, en virtud de que todos los buenos mexicanos la profesan, la respetan y la veneran.
Y lo comunico a usted de orden del Excmo. señor presidente, para su inteligencia y para que lo haga circular a todos los jefes que le están subordinados, así como a las autoridades políticas, para que lo hagan comprender a los pueblos todos de su demarcación.
Dios, religión, y orden.
(José María) Herrera y Lozada
Ministro de Guerra y Marina
Fuente:
Benito Juárez. Documentos, Discursos y Correspondencia. Selección y notas de Jorge L. Tamayo. Edición digital coordinada por Héctor Cuauhtémoc Hernández Silva. Versión electrónica para su consulta: Aurelio López López. CD editado por la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco. Primera edición electrónica. México, 2006.
|