Abril 23 de 1859
Secretaría de Estado y del despacho de Gobernacion.
Excmo. Sr.-El Excmo. Sr. presidente interino constitucional de la República, constante en el propósito de no ocultar la verdad de los sucesos que ocurran en la lucha contra la reaccion, ha acordado comunique á V. E. los últimos hechos de armas que en las inmediaciones de la ciudad de México han tenido lugar el dia 11 del corriente.
Aun no se reciben en esta secretaría los partes oficiales de la accion; pero conforme á las noticias fidedignas que se han reunido, es indudable que el mencionado dia 11 del corriente, una fuerza de reaccionarios en número de 7,000 hombres de todas armas, con 40 piezas de artillería y al mando inmediato del faccioso Márquez, emprendió un vigoroso ataque sobre los puntos que en Tacubaya tenia cubiertos el Excmo. Sr. ministro de la Guerra y Marina, y general en jefe del ejército federal D. Santos Degollado. El combate se empeño fuertemente al extremo de que nuestros valientes soldados han rechazado hasta por tercera vez las columnas del enemigo; pero casi en los últimos momentos una granada incendió el depósito general, del parque de nuestras tropas, situado en el palacio arzobispal de Tacubaya, y el Excmo. Sr. Degollado, careciendo de este artículo, indispensable para continuar el combate, determinó retirarse levantado el campo. A las doce del mismo dia y á la vista del enemigo, emprendió su marcha en el mejor órden y con la mayor parte de sus trenes y piezas de artillería, sin que un solo hombre de la fuerza enemiga se destacara en persecucion de nuestros valientes ó de la persona del E. Sr. Degollado, que fué el último que salió á retaguardia de sus fuerzas.
Los facciosos que no pudieron vencer á nuestros denodados soldados y no tuvieron valor para seguir en su alcance, se cebaron bárbaramente con los heridos, con los pocos dispersos que aprehendieron, y aun con los cirujanos. En la misma noche, unos fueron pasados por las armas sin ninguna formalidad legal, otros fría y cobardemente fueron asesinados en el hospital y en sus propias camas, y los cirujanos en el acto de recibir la primera sangre á los heridos de una y otra fuerza, confiados á la inteligencia de sus conocimientos científicos, fueron arrebatados del ejercicio de su ciencia y horrorosamente decapitados. Más de cien personas quedaron sacrificadas, y entre ellas varios jóvenes de muy tierna edad.
Este hecho espantoso, digno de los que con labios impuros profanan el nombre sagrado de la religion, ha llenado de horror á los habitantes de la capital. y de él llenará á cuantas personas capaces de sentimientos existan en el mundo y lo conozcan. El gobierno constitucional lamenta esa sangre vilianamente vertida, y protesta que hará recaer sobre los asesinos la accion de la justicia.
Esto es, Sr. Excmo., cuanto ha ocurrido en el suceso á que me refiero. Los enemigos del órden legal solo han conquistado en ese hecho de armas,una prueba más del valor y de la intrepidez de nuestras tropas, que bien pronto volverán á la carga. Entretanto, teñidos en sangre, quedan espantando á la sociedad con su propia obra y reducidos á solo la capital de México, á la de Puebla y á las ciudades de Orizava y Córdoba.
El gobierno constitucional, que no ha marcado con semejantes actos de barbarle ninguna de sus conquistas gloriosas, y que siempre ha procurado la mayor economía posible de la sangre de los mexicanos, queda reconocido y apoyado por toda la nacion, en virtud de que las capitales importantes de San Luis, Guanajuato, Querétaro, Aguascalientes y el puerto de Mazatlan han vuelto al órden constitucional. Difícil si no imposible será á los reaccionarios imponerse por la fuerza y el terror dominando la inmensa mayoría de la nacion, y aunque la retirada del ejército federal de las inmediaciones de la ciudad de México, retarde por algun tiempo más el completo triunfo de la causa del órden, ni los enemigos de ella han quedado en posibilidad de emprender y realizar la sucesiva conquista de los Estados de la federacion, ni el ejército federal dejará de volver muy en breve á castigar la temeridad de esos hombres sin patria y hasta sin sentimientos de humanidad. El gobierno constitucional, que nunca dejará, de llenar el deber que le impone la confianza ilimitada de la nacion, que impulsará constantemente los heróicos esfuerzos de los pueblos para humillar á los tiranos y hacer triunfar el principio legal y la más justa libertad, seguirá redoblando sus esfuerzos y no economizará sacrificio alguno, salvando siempre la independencia, la dignidad de la nacion y los principios democráticos que tan noble y decididamente se sostienen. A este fin, continúa dictando las órdenes convenientes y procura con empeño, aumentar los recursos para acudir con presteza á los gastos de la guerra, esperando además que V. E., con el mismo interes y entusiasmo que lo ha hecho, continúe prestándole su eficaz cooperacion hasta que, vencidos los restos del enemigo, comience para la República el dia de la paz
Al cumplir con el acuerdo del Excmo. Sr. presidente exponiendo á V. E. cuanto por ahora ha llegado á noticia de este gobierno, le recomiendo dé á la presente circular publicidad conveniente, para que su contenido llegue al conocimiento de todos los habitantes de ese Estado, sirviéndose V. E. aceptar como nuevas las consideraciones de mi aprecio.
Dios y libertad. H. Veracruz, Abril 23 de 1859.-Ocampo.-Excmo. Sr. gobernador del Estado de.....
Dublán y Lozano. 5046
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