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1855 Se insiste en que la Ley Juárez sea revisada por el Vaticano. |
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México, diciembre 4 de 1855. Excelentísimo señor ministro de Justicia y Negocios Eclesiásticos Excelentísimo señor: Después de las oraciones de la noche de ayer, me fue entregada la atenta comunicación de V. E., del mismo día, y en contestación tengo el honor de manifestarle, que las protestas que hice en 27 del pasado, que reproduje en 1º del corriente, y que reproduzco ahora en todas sus partes contra los artículos 42 y 44 de la Ley sobre Administración de Justicia, y contra el 4° de los transitorios de la misma, no salvarían mi responsabilidad ante Dios y ante los hombres si sólo las hubiese hecho de palabra; no puedo, por lo mismo, omitir los actos consiguientes y demostrativos de la sinceridad con que las hice; y estoy cierto de que esta conducta será de la superior aprobación del Excmo. señor Presidente, por su natural franqueza y buena fe. La penetración de V. E. conocerá el trastorno, las innumerables cuestiones y disgustos que los artículos protestados van a producir, y que ciertamente no está en mi arbitrio evitar; y conocerá también que el único medio que hay es el que propuse desde el principio, de que este asunto se pasase a nuestro Santísimo Padre el Romano Pontífice, no con el fin de que a su autoridad y poder se sujete el de la nación, sino únicamente para que él, o me de por libre de guardar las leyes de la Iglesia que me prohíben que de grado ni por fuerza consienta en la privación del fuero y del juramento que hice de cumplirlas, o me prevenga la conducta que debo seguir en el particular. En nada se degradará con esto la dignidad de la nación, antes bien, dará ésta un testimonio de que observa para con la Santa Sede la consideración que se merece, y de que son sinceras sus miras de que todo se haga entre nosotros con la tranquilidad y calma que es de desearse reine en todas las clases de la sociedad. Dios guarde a usted muchos años.
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