9 de Febrero de 1853
MANUEL MARIA DE LOMBARDINI, GENERAL DE BRIGADA Y DEPOSITARIO DEL SUPREMO PODER EJECUTIVO DE LA REPÚBLICA MEXICANA.
¡Mexicanos! Los acontecimientos de la revolución han depositado en mis manos el Poder Supremo, por el breve intervalo de tiempo necesario para que venga á desempeñarlo la persona que designe el voto nacional. Inútil sería que yo os dirigiese la palabra, cuando apenas podré ejercer el mando por poco tiempo; pero las inmensas facultades que hoy residen en el Gobierno y la rapidez de los sucesos que amontonan en pocas semanas los de muchos años me obligan á explicarme, porque deseo inspirar confianza: aspiro á que, aunque mis servicios sean pequeños, se vea que soy buen mexicano, y que cumplo mis deberes con honradez y con lealtad
En este trastorno general, consecuente á una revolución, hay siempre principios reconocidos por todo pueblo culto, y hay leyes que la Nación sabe defender y respetar. Estos principios y esas leyes serán la única regla de mi conducta: todo lo haré por conservar la tranquilidad: nada omitiré por dejar ilesas las garantías del ciudadano, y quiero que al concluir mi breve período nadie tenga queja de mi conducta, y que vean todos que he cumplido, con lo que ahora digo, con la sinceridad de mi carácter
México, Febrero 9 de 1853. - Manuel María Lombardini.
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