Washington, 16 de junio de 1848.
Al H. J. Buchanan, Secretario de Estado.
Señor:
En los momentos precisos de partir de esta capital para regresar a mi infortunado país, después de haber hecho en favor suyo cuanto mi deber exigía, he recibido nuevos despachos de mi gobierno en que me ordena instar por la asistencia que ha pedido encarecidamente al de los Estados Unidos, creyendo que hecha la paz con México, como ya se anunciaba, el auxilio pedido será más fácil de obtener. No puedo menos de transmitir al Honorable Sr. Buchanan, estas nuevas súplicas del gobierno de Yucatán.
También me ordena pedir al gobierno de los Estados Unidos la devolución de los productos de la Aduana marítima de la Laguna durante el término de la ocupación militar que ha sufrido. Esta cantidad que figura como un átomo en los vastos recursos de la Unión, es para Yucatán de un valor inmenso en medio de los horrores y aflictivas circunstancias en que hoy se encuentra. Mi gobierno llama a esta devolución un acto de equidad. Yo me atrevería a llamarlo, simplemente, un acto de rigurosa justicia toda vez que la Laguna fue entregada a las fuerzas navales de los Estados Unidos sin oposición, cuando Yucatán era neutral en la guerra.
En conclusión recuerdo al H. Sr. Buchanan el asunto del Cno. José Jesús Cotaya, sobre el cual aún no ha caído resolución del gobierno.
Tengo el honor de repetirme muy obediente y respetuoso servidor del H. Sr. Buchanan.
Justo Sierra
NOTA DEL TRADUCTOR: En todas estas gestiones, Don Justo Sierra obraba siempre por instrucciones expresas del Gobierno de Yucatán; pero naturalmente estaba sinceramente persuadido de la conveniencia de dichas gestiones para la salvación de Yucatán.
Fuente: Diario del presidente Polk. Selección y traducción de Luis Cabrera.
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