Septiembre 11 de 1846
Reflexionándolo bien consideré que la propuesta mediación de la Gran Bretaña entre los EE. UU. y México con miras a realizar una paz honorable entre estas naciones, es de bastante trascendencia para ameritar una consulta al Gabinete, respecto a ella. Aunque ya tenía formada mi propia resolución de rechazar la mediación ofrecida, consideré que era de cortesía informar al Gabinete. Deseaba yo también cerciorarme de cuáles eran las opiniones de éste sobre el asunto. De consiguiente, antes de desayunar esta mañana, envié recado a cada uno de los miembros del Gabinete que se encuentran en la Ciudad para que se reunieran conmigo a las 9 de la mañana. Invité también a que asistiera al señor Bancroft, ex-Secretario de la Marina y ahora Ministro en Inglaterra. Asistieron el Secretario de la Guerra y el señor Bancroft. El señor Mason, secretario de la Marina, había salido al campo ayer tarde y no regresó a tiempo para asistir a la Junta. Recabé la opinión de los tres caballeros presentes, los cuales todos se oponían a que se aceptara la mediación ofrecida. El señor Trist estuvo presente. Les leí entonces lo que me proponía decir al señor Trist para que lo comunicara al señor Pakenham, cuando lo viera hoy. Decía como sigue:
"He comunicado al Presidente lo sustancial de la conversación que tuvo lugar durante nuestra entrevista de ayer, y he recibido instrucciones de decir (a usted) que aprecia debidamente el espíritu amistoso que anima al Gabinete Británico para manifestar su buena voluntad de ofrecer la mediación de la Gran Bretaña con miras a terminar la guerra que existe entre los EE. UU. y México. El opina, sin embargo, que la aceptación formal por parte de los EE. UU. de la mediación de una potencia extranjera, pudiera más bien tender a prolongar la guerra que a facilitar un arreglo. Él está sinceramente deseoso de hacer la paz con México en condiciones justas y honrosas para ambas naciones, y con ese propósito dio instrucciones el 27 del pasado Julio, para que se hicieran insinuaciones a México de abrir nuevas negociaciones. Por consiguiente, mientras que él consideraría innecesario e inconveniente aceptar la mediación formal de una potencia extranjera, en cambio miraría con buena voluntad cualquiera influencia que por medio de los buenos oficios de la Gran Bretaña o de cualquiera otra potencia, pudiera hacerse valer cerca de las autoridades de México para inclinarlas a aceptar las insinuaciones que se han hecho por parte de EE. UU. para abrir negociaciones con la mira de lograr un arreglo equitativo de las diferencias existentes entre los dos países y la restauración de una paz permanente."
Al leer este documento los miembros presentes del Gabinete y el señor Bancroft lo aprobaron por unanimidad. El señor Trist recibió instrucciones de comunicar su contenido íntegramente al señor Pakenham. El señor Trist sacó una copia y se la llevó consigo.
Fuente: Diario del presidente Polk. Selección y Traducción de Luis Cabrera.
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