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Selección de textos y documentos:

Doralicia Carmona Dávila

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ISBN 970-95193

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1843 El presidente interino de la República Mexicana, Valentín Canalizo a sus habitantes

7 de Octubre de 1843

EL CIUDADANO VALENTIN CANALIZO, GENERAL DE DIVISION Y PRESIDENTE INTERINO DE LA REPÚBLICA MEXICANA, A SUS HABITANTES.

Compatriotas: Un acto de generosidad y aprecio del Excelentísimo Señor Presidente provisional Don Antonio López de Santa–Anna, y que siempre conservaré en mi gratitud, me ha llamado al frente del Gobierno de la Nación. En una ocasión tan solemne es mi deber dirigir la palabra al pueblo mexicano, para hacerle manifiestos mis deseos, mis sentimientos y mis propósitos. Una dilatada carrera empleada en servicios de mi patria, he procurado seguirla por la senda del honor y del deber: he querido que jamás se dudase de mi probidad, y que mi fidelidad fuese intachable: me propuse que mis operaciones anteriores fuesen siempre una garantía de mi conducta futura, y que un proceder franco y honrado me presentase siempre tal como soy y como he querido aparecer ante los ojos de mis compatriotas.

Ahora que voy á hallarme en el alto puesto que con tanta gloria ha ocupado el ilustre caudillo de la Nación, debía arredrarme un cargo notoriamate superior á mis fuerzas, si no tuviera delante de mí un brillante ejemplo que seguir y un sublime mo dele que imitar.Veo que en medio de nuestras discordias civiles, ha habido una mano poderosa que supo enfrenarlas: que en los amagos de la anarquía, hubo un genio que pudo dar constitución á la República: que echó una mirada de águila sobre todos los ramos de la riqueza nacional, y á todos dió fomento: el comercio, la industria, la minería, la instrucción pública, deberán todo su progreso á las benéficas disposiciones decretadas por la Administración provisional. Veo, por tanto, que si quiero servir útilmente á mi patria, no tengo más que penetrarme del espíritu que ha dirigido al Supremo Gobierno, y esforzarme en que siga desarrollándose con actividad.

Si atiendo á la gloria y verdadera independencia nacional, haré porque no se hagan ilusorias las enérgicas y sabias medidas que se han adoptado, y que prestando mi débil apoyo, se logre ver á la Nación grande y gloriosa y verdaderamente libre é independiente: trabajaré porque se lleve á efecto la completa organización de la República decretada en bases orgánicas. Sé lo que vale la libertad bien entendida, lo que nos importan la paz y la unión de todos los mexicanos, y no perdonaré medio por conseguirlo. Estoy lejos de pensar que haya mexicanos que, olvidando lo que deben á la patria que necesita de paz y de unión, se lancen á la senda del crimen.

Pero debo expresar que estoy resuelto á ser el custodio de la ley, á impedir que sea ultrajada, y que seré un decidido defensor. Veo por todas partes descubrirse el anhelo porque disfrute México de los bienes y venturas que le promete la situación actual, y me lisonjeo de que todas las autoridades de la Nación, y que cada ciudadano, cooperarán conmigo á tan noble tarea Si así fuere, todo me será fácil, y la obra grande comenzada por el hombre de la patria, se completará con el esfuerzo de todos. Habrá tal vez dificultades de gran tamaño: necesitaremos ocuparnos de grandes objetos: la patria reclamará acaso de sus hijos que la sostengan en la altura de su poder y de su gloria: volveremos entonces nuestras miradas al héroe de Tampico, y su ejemplo y su patriotismo nos marcarán el medio de llenar nuestros deberes, de ser buenos patriotas, y ciudadanos dignos de la gran República.

México, Octubre 7 de 1843. Valentín Canalizo.