Home Page Image
 

Edición-2020.png

Selección de textos y documentos:

Doralicia Carmona Dávila

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

Este Sitio es un proyecto personal y no recibe ni ha recibido financiamiento público o privado.

 

 
 
 
 


1833 ¡Viva la Federación! Manifiesto de Nicolás Bravo y Plan de Conciliación.

Diciembre 2 de 1833

 

Cuando una gran Nación muda de sistema político, para volverse á constituir siempre es á costa de muchos sacrificios; pero en fin, cuando la suma de estos sacrificios iguala á la suma de las necesidades públicas, regularmente se establece una compensación á favor de su venidera ecsistencia, y de ello viene la consolidación de un régimen durable; pero cuando la suma de los sacrificios supera la de las necesidades, entonces en lugar de asentarse firmemente las bases de un Estado y andar majestuosa la República en la carrera de los tiempos históricos, abrumada, lacerada y hecha cadáver, se arrastra ó se deja precipitar violentamente a su ruina. Méjico se halla desgraciadamente en este ultimo taso; los elementos orgánicos de su actual Constitución no pueden sin peligro soportar tantos años de convulsiones y á nadie le habrá escapado el profundo precipicio en que se va abismando el edificio social; no hablaré de las pasadas revoluciones; ¡Recuerdos tristes! La lucha presente es la que debe llamar toda nuestra atención, toda nuestra dedicación, y reclama todo nuestro patriotismo y para uniformar la opinión y generalizar su verdadero punto de vista, deberé impávido rasgar el velo que oscurece la escena.

Era imposible que una vez desmembrado de la metrópoli, el inmenso territorio de Méjico con sus tesoros y riquezas no fuera un aliciente poderoso á la ambición, así como á la codicia de estos hombres que una fatalidad parece conducir espresamente á la cumbre de las gerarquias sociales, bien sea para servir de tipo á alguna clase de celebridad meritoria, bien sea para ser ejemplares de grandes catástrofes; asi es que desde el principio de la nueva era de la República no faltó quien atropellara la marcha natural de los acontecimientos; la ruidosa caída del temerario debía servir de lección para lo sucesivo..., pero no fue así y disfrazadas las apariencias, siguieron las maniobras ambiciosas condecorándose hipócritamente de las esterioridades del más ardiente patriotismo: todas las clases se contaminaron de este veneno y un aspirantismo desvergonzado ocupó el lugar de las pasiones nobles de donde vino que enfermo en su niñez el cuerpo social no tardó en llegar á una decrepitud anticipada, y procsimo á su disolución, ahora en su estrepitosa agonia es el vil juguete de la anarquía. Del choque de los partidos se pudiera esperar algún resultado satisfactorio, sí la cuestión abrazara únicamente y se redujera á diferencias de opiniones y de pretensiones políticas, pero la discordia sacudió su funesta tea hasta en lo interior de las familias, y menos se trata de reprimir abusos gubernativos, que de venganzas y satisfacciones personales; el espíritu desorganizador del partido demagogo envuelve en sus maquinaciones diabolicas las instituciones mas respetables, la sangre corre por torrentes, la odiosa proscripción alcansa al pacífico labrador, y la furia revolucionaría siembra por todas partes el terror y la desesperación; los preceptos divinos, los respetos humanos, los vínculos mas sagrados disueltos y desconocidos, las leyes e instituciones aniquiladas, la amistad engañada, las relaciones interrumpidas, las delaciones premiadas, los actos de virtud cuando menos espuestos á la mofa y al sarcasmo, todas las consideraciones olvidadas, y solo permanentes el rencor, la perfidia y el vicio; eso es su aspecto moral; ahora si vamos tocando por partes á lo material de su organización ¿que veremos? un gobierno prevaricador, autoridades comprometidas, tribunales mercenarios, Ejercito proscrito, marina nula, comercio muerto, empleados desmoralizados, aspirantes famélicos, escuelas cerradas y todos los contratos sociales desmembrados; sí pasamos la vista mas adelante; veremos todos los desastres de una guerra civil; yo me detengo horrorizado... empero seria el complemento del triste cuadro de la República, A esta espantosa pintura ¿qué hombre sensato no procurará huir ó esconderse? que hombre de bien no procurará preservarse de esas influencias mortíferas, si su posicion en medio de este terrible caos no le permite esperar un feliz resultado oponiendo á la corriente? Esa era mi posicion desde el principio de la actual revolución, y bien que meditando en el silencio de mi retiro sobre los medios de salvar á esta desgraciada patria, no teniendo á mano en mi aislamiento, los instrumentos suficientes para serle eficazmente útil, mí fervor patriótico estaba reducido á inútiles votos, á ociosas cavilaciones.

Entre tanto algunos trozos, sagrados restos de esas antiguas legiones siempre y justamente depositarías de las glorias nacionales, peleaban y palmo a palmo disputaban el terreno á la demagogia; pero sus esfuerzos generosos entorpecidos por la traición de unos hijos ingratos á la patria y á sus compañeros pronto se redujeron á la defensiva y el Ejercito permanente declarándose Regenerador, Protector del altar, de la ley y de los fueros, no supo preservarse el mismo de las perfidias y seducciones que lo condujeron muy cerca de su ruina. En este conflicto de circunstancias contradictorias, el actual Gobierno no pudo tan bien ocultar sus manejos artificiosos que no se percibiese alguna parte de sus intenciones patricidas y su ge fe encubriendo con mascaras falaces la verdadera espresion de su rostro pensaba sin obstáculo alguno llegar al apego de sus pretensiones. Nuevo Catilina de esta desgraciada Roma, el pretendió dos veces anteponerse á la patria, y en su atrevimiento sacrílego pisando ferozmente las garantías nacionales él puso su gloria en la destrucción total de su país, y su gusto en las lagrimas y en la muerte de sus compatriotas. Todos los caminos para él fueron legítimos y ¿quién lo creerá? todos sus pasos hallaron sancionadores!! sus hechos hablan y ofrecen una serie de maniobras impías, bajas y atentatorias á las libertades públicas. ¿Qué tejido de contradicciones de embustes, de perfidias no presenta esta manchada hoja de nuestros análisis? El pronunciamiento insolente de Veracruz; modificado por primera vez por la cuestión de la legitimidad del supremo magistrado entonces funcionando y por segunda con la rehabilitación del señor Pedraza contra quien se había declarado tan acérrimamente; el famoso convenio de Zavaleta profanado a faz de la Nación; el grito escandaloso de Valladolid por el incauto Escalada; el plan misterioso de Arista, reformado por el de Duran después; la impolítica farsa de la prisión del nuevo, presidente, su huida milagrosa; el decreto de proscripción lanzado por e! Congreso general contra cincuenta y mas cabezas, defendidas por el manto soberano de la patria; la prisión inconstitucional del Sr. Bustamante, y el arresto de sus desgraciados compañeros de destierro, la infame defección del ingrato Arista; la torpe traición de un Durán y últimamente las indecentes proposiciones del ejecutivo al gefe de la 3a división del Ejercito Regenerador; las persecuciones, las violencias, los sobornos y el desarrollo impudentemente publico de todos los ecsesos posibles de la tiranía y del fanatismo revolucionario y en fin junto todas las garantías públicas y privadas a merced y discreción de unos sanculotes satélites vendidos al hombre que hoy y todavia rige los destinos de la Nación; tal es el monstroso compendio de la historia de esta postrera época.

Con todo, yo mantenía resuelto a conservar mi neutralidad y los pueblos vecinos de mis fincas respetando en mi un caracter otra veces acredor á las mercedes de mi patria observan la misma conducta; cuando á procimidad de las tropas del gobierno nos puso en alarma y no tardamos en esperimentar los efectos de sus perversas intenciones. Validos de falsos e insultos pretestos para atropellar las personas y los bienes, las poblaciones fueron amenazadas de su furor: en esas estremidades crei de mi deber interponer siquiera mis respetos para la seguridad común, y ese paso lejos de producir el objeto de mi solicitud dio lugar a un impolítico recado del general Mejia, quien en el regocijo de su brutal frenesi descubrió una orden secreta de su amo (el Ejecutivo) para asolar al pueblo de Chilpancingo y pueblos de su demarcación: entonces no pude mas reprimir la secreta indignación que desde largo tiempo ocultaba mi pecho; la voz de ¡os pueblos pronunciados contra la persecución y la arbitrariedad, las instancias y repetidas invitaciones de los varios cuerpos y Generales armados para combatir á los tiranos domesticos y el grito general de anatema y ecsecracion contra un gobierno perjuro y despota, despertaron en mi el deseo de una noble determinación se me represento la República toda en la misma posición la sangre de mis compatriotas vertida impunemente y la patria herida mortalmente por los puñales parricidas de sus bastardos desnaturalizados pidiendo socorro y venganza, al instante y en el calor de mi amor patrio redacte el adjunto plan de conciliación meditando de antemano aunque sin esperanzas de su procsima ejecución y satisfecho de mis puras intenciones; movidos solo por el peligro común sin miras particulares y ageno de toda pasión y noble yo no temo elevarlo a la consideración soberana de la Nación, único juez competente y calificador admisible en una cuestión que deberá terminar por la adopcion de dicho plan ó por la suerte de las armas.

PLAN DE CONCILIACION

1º. —Se establecerá una asamblea Nacional con el objeto de consolidar la marcha del gobierno y transar las contiendas domesticas.

2º. —Para conciliar en lo posible los intereses varios, las distinciones sociales asi como las voluntades comprometidas en la actual lucha, se ocurrirá por esta vez al arbitrio de un sorteo de cuatro individuos por cada estado y territorio quienes reunidos en el parage escocido para este fin formaran la citada asamblea nacional.

3º. —Esta asamblea sera revestida del caracter de soberanía por el tiempo de su duración que deberá ser de noventa dias útiles des de su instalacion y los miembros que la compongan serán inviolables mientras durare su misión legislativa.

4º. —Los cuatro individuos sorteados en cada Estado y territorio se compondrán de un militar cuya graduación sea de Capitan arriva, de un cura párroco, de un letrado ejerciendo y de un propietario cuyos bienes raices limpios asciendan a 2 000 pesos escluyendo de estas cuatro clases de individuos a los que tienen una parte activa en la actual revolución.

5º. — Los Estados asignaran á los miembros de la asamblea respectivamente las dietas que tengan a bien suministrarles.

6º. —Para efectuar el citado sorteo, en cada estado y territorio se formaran listas de todos los individuos vecinos radicados en el, que pertenecen á cada cual de las cuatro clases espresadas y en cada Capital se hara el sorteo publicamente.

7º. —Respecto al tiempo y lugar de la comision de la asamblea Nacional las partes beligerantes admitiendo este plan de conciliación, convendrán del dia y lugar: las formalidades de su instalación las arreglara el actual Congreso general.

8º. —Admitiendo el presente plan las partes beligerantes cesaran inmediatamente las hostilidades. El poder Ejecutivo se depositara durante el tiempo de la permanencia de la Asamblea Nacional, en el presidente de la Suprema corte de justicia, y el legislativo actual suspenderá sus sesiones.

9º. —Se promulgara una amnistía general para todos los delitos políticos, volviendo su propiedad a los despojados por esos motivos.

10º. —En el hecho de adherirse a ese Plan de Conciliación los pronunciados a favor de cuales quiera otro deberán desistir absolutamente de sus anteriores compromisos.

Compatriotas:

Es tiempo de pensar seriamente en salvar á la patria: sus dolencias son muchas, debemos atender á su alivio, desistamos francamente de tantas pretensiones egoistas que nos ciegan y volvamos á la senda de la justicia y de la razón; ya es hora de poner un término á la arbitrariedad, a la osadía y á los castigos de un gobierno muy estraviado en caminos inicuos: ya ha llegado el momento de pedir cuentas severas á los atrevidos profanadores de nuestras Constituciones, oid la voz de un veterano de la libertad; acogeos á las banderas de la Religión, de la Ley y de la esperiencia. ¿No estáis cansados de tantas vejaciones, de tantas tribulaciones? Seguid el ejemplo de mis compañeros de armas en su decisión y patriotismo. Si ellos me honran con su confianza llamándome espontaneniente el mando en gefe de sus operaciones, ¿mereceré acaso menos de vosotros? No temáis á los tiranos: pronto recibirán el justo premio de sus atentados contra el altar y la patria: ¡á las armas, militares honrados y valientes; á las armas, varones patriotas! Y vosotros todos, ciudadanos amantes de la verdadera libertad, enemigos del desorden y de la confusion, venid ausiliarnos á derribar el espectro de la anarquía, os convido á la obra grande la regeneración, de la paz y de la gloria.

Pero si conducidos por saludables inspiraciones, nuestros orgullosos opresores tratasen de cooperar al establemiento de la paz con buena fe y garantías, abjurando su gefe sus criminales miras conteniendo el furor de los demagogos que cobija su sombra y admitiendo llanamente la conciliación propuesta, entonces yo, mis compañeros y todos envainaremos la espada y la patria agradecida proclamará deberle un dia de gloria que podra tal vez borrar tantas páginas de su historia ensangrentadas por su ciega ambición: y si... ¡oh desgracia! sus destinos soberbios lo hacen sordo á nuestra fraternal invitación, que su acero homicida encuentre en nuestros pechos murallas inespugnables que abriguen á la patria ó que si el cielo irritado lo ha escogido por instrumento de sus justicias que reine... pero sobre ruinas y cadáveres, glorioso será el morir mártires á un tiempo por la fé de Jesucristo y por la libertad de la patria.

Chichihualco: dia 2 de Diciembre de 1833.  

Nicolás Bravo