7 de enero se 1832
Antiguos compañeros de armas: Penetrado del fundamento, de vuestros sinceros deseos por el mejor estar de la nación, y por la conservación de la pública tranquilidad y del orden. Desgraciadamente amagados en éstos días, no he dudado aceptar vuestra invitación. Otras varias de la misma naturaleza habían ya llegado á mis manos, de diversos puntos de la república, abundando de iguales principios: habían penetrado hasta el recinto de mi aislada mansión los clamores de los amigos de la Constitución y de las Leyes, que han creído ver aquella desatendida y estas últimas ultrajadas bajo la sombra del ministerio. Si; por todos los lados se advierten señales de una revolución, que envolvería en males cruentísimos á la patria.
Prevenirlos es vuestro objeto; ¿cual otro mas laudable? Y para ello solo pedis la renovacion del actual ministerio. Yo no he podido menos, á tan reiteradas instancias, dirigidas á asegurar el bien comunal, que apoyar vuestra peticiona especialmente cuando soy muy de opinión que para conseguir el justo fin á que se aspira no habrá por que impender grandes sacrificios, pues me persuado que los Sres. secretarios del despacho serán los primeros en esta ocasión que, á fin de obsequiar la voluntad general tan manifiesta, haran dimision de sus destinos, dejando a S. E. el general vicepresidente en plena libertad para que elija á otros á quienes preste la necesaria fuerza moral el prestigio nacional. Mas si por una triste contingencia resolviesen los referidos Sres. secretarios, olvidados de los intereses de la patria, sostenerse á todo trance en esos puestos, arrastrando á faz abierta el fuerte torrente de la opinión y amparando, de ese modo á los enemigos del sistema; entonces, estoy bien cierto de que así como supisteis arrojar mas alla de los mares con denuedo á los antigüos opresores de la patria, y vencerlos de nuevo en los márgenes del Panuco, sabreis sostener con igual heroísmo los derechos de la república, las garantías de vuestros conciudadanos y la voluntad general; y en tal caso, deshechando yo el carácter de mediador, me vereis presentar al frente y cooperar con vosotros al verdadero sosten de la Constitución y las Leyes.
Para evitar, no obstante, que se toque en tan lamentable estremo, os habeis valido del derecho que os concede nuestra misma Constitución de pedir como ciudadanos y como primeros procalamadores de la libertad nacional, lo que considerais mas conducente á la felicidad y decoro de la patria; mas felices en esta parte que los que, sujetos á un régimen arbitrario, deben indispensablemente conformarse hasta con los abusos mas grandes del poder.
iMis amigos! No dudeis que me glorio de tener tan bella oportunidad de dejar acreditada esta prerogativa, y que por mi parte contribuiré con vosotros gustosísimo á que se llenen los fines habeis manifestado en vuestra Acta, y que tantos de nuestros conciudadanos desean.
Que florezca la libertad, que imperen las leves, que no se turbe el reinado de la Constitución federal, que cesen las venganzas o persecuciones; y en [fin que] la patria progrese oras y mas en la carrera de la civilización y la prosperidad, he aquí mis mas fervientes votos; y en obsequio de cuanto contribuya a cualquiera de estos objetos, está pronto a hacer hasta el último sacrificio y nuestro amigo y compañero.
__________ Planes en la Nación Mexicana. Libro dos: 1831-1834. México. Senado de la República-COLMEX. 1987. pág. 76
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