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1829 Isidro Barradas, derrotado, firma el Convenio de Pueblo Viejo. |
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11 de Septiembre de 1829 Artículos del convenio hecho en Pueblo Viejo de Tampico en 11 de septiembre, entre los comisionados de las fuerzas españolas y mexicanas. 1º Mañana a las nueve del día evacuarán las fuerzas españolas el fuerte de la Barra con sus armas y tambor batiente, para entregarlas junto con las municiones de guerra al ejército mexicano, quedando bajo el mando del general Manuel Mier y Terán, segundo jefe del ejército. Dichas tropas pasarán a Tampico de Tamaulipas junto con sus oficiales quienes conservarán sus espadas. 2º A las seis de la mañana del día siguiente, toda la división española que se halla en Tampico de Tamaulipas, marchará a las órdenes del general Terán y entregará sus armas, banderas y municiones de guerra en los arrabales de Altamira, reteniendo los oficiales sus espadas. 3º El ejército y el gobierno mexicano garantizan solemnemente a todos los individuos de la división invasora sus vidas y propiedades particulares. 4º La división española pasará a la ciudad de Victoria, donde permanecerá hasta su embarque para la Habana. 5º Se concede al general español permiso para mandar uno o dos oficiales de la Habana para conseguir los transportes en que han de conducirse sus fuerzas a dicho puerto. 6º Será de cuenta del general español pagar los gustos de manutención de su división, mientras permanezca en el país, lo mismo que los de los transportes. 7º Los enfermos y heridos de la división española que no puedan marchar, se mantendrán en Tampico hasta que puedan trasladarse al hospital del ejército mexicano, donde serán asistidos por cuenta de la división española, la que dejará los cirujanos, practicantes y soldados necesarios para cuidar de ellos. 8º Se proporcionarán a la división española los bagajes necesarios para su marcha, que pagará dicha división al precio corriente del país, lo mismo que los víveres que se han de suministrar. 9º El coronel de la división española queda encargado del cumplimiento de esta capitulación, con respecto a las tropas que se hallan en la Barra, y hará que se franquee el paso al jefe que manda en la punta llamada Doña Cecilia. 10º El general Mier y Terán nombrará dos oficiales para que faciliten estas operaciones con arreglo al precedente artículo. El precedente convenio queda arreglado y firmado por los infrascritos el día y fecha arriba mencionados.— Pedro Landero. — José Ignacio Iberri. —José Antonio Mejía. —José Miguel Salmón. —Fulgencio Salas —Ratifico la precedente capitulación. — Antonio López de Santa Anna. —Ratifico la precedente capitulación. — Isidro Barradas. ARTÍCULOS ADICIONALES Propuesto por el general español.— En caso que llegasen a este puerto algunas fuerzas españolas pertenecientes a la división del general Barradas, no se les dejará desembarcar, y se les dará aviso de este convenio.
Propuesto por el general mexicano.— El general, comandante, oficiales y tropas que pertenecen a la división del general Barradas, prometen solemnemente no volver jamás, ni tomar armas contra la República mexicana.
Versión de
Capitulación de Barradas en Tampico. La copia del texto original de la capitulación del Brigadier Barradas en Tampico se recibió en México el 20 de septiembre de 1829 por la vía de Guanajuato y Zacatecas, y sin embargo de que ya venía impresa, las dudas que todos abrigaban por tan extraordinaria noticia fueron grandes, tanto más cuanto que los correos enviados por el General Santa Anna habíanse detenido por las excesivas lluvias y aun se había ahogado uno de ellos. Pero a las 10 de la noche del citado día se anunció el triunfo, y el gozo de los habitantes de la ciudad fue extraordinario: por todas partes millones de cohetes estallaban, y los disparos de los cañones estremecían a la Capital de júbilo, lo mismo que los repiques de las campanas de todos los templos. Aplausos y dianas se oían en las calles en loor de Santa Anna y del Gral. D. Manuel Mier y Terán, héroes de la victoria. Las tiendas se abrieron, se iluminó como por encanto la ciudad, y el pueblo corrió gallos con músicas, enloquecido de alegría. Nunca, dice un historiador, se pudo apreciar tanto el amor que el pueblo tenía a la Independencia como esa memorable noche. El martes 22, por la tarde, circuló impreso el texto de la capitulación y el detall de la acción, y ambos documentos se publicaron por bando, saliendo todos los regidores del Ayuntamiento a caballo con el Gobernador D. José María Tornel, y marchando toda la guarnición de México. Durante los días 25, 26 y 27 hubo fiestas y toda clase de demostraciones públicas por el triunfo alcanzado. (1) El 27, se celebró una magnifica misa de gracias en el Santuario de Guadalupe, con asistencia de comisiones nombradas por los tres poderes, y se llevaron para hacer las salvas dos culebrinas, dos cañones de a 8 y un carro de municiones. Al Presidente de la República, General D. Vicente Guerrero, le acompañaron los carros triunfales que los barrios de la ciudad adornaron costosamente y hermosearon con jóvenes vestidas con simbólicos trajes alegóricos, y al regreso de la comitiva, que fue a las tres de la larde, una inmensa concurrencia de toda clase de gentes de a pie, de a caballo y en coches salió a recibirla en medio del mayor entusiasmo. Copiamos a continuación el texto de las capitulaciones celebradas entre el General Santa Anna y el Brigadier Barradas, pues aunque han sido publicadas muchas veces, nosotros las reproducimos del impreso contemporáneo que circuló en aquellos días, y que así dice: «En el Cuartel general de Pueblo Viejo de Tampico, a los once días del mes de Septiembre de mil ochocientos veinte y nueve, reunidos los Ciudadanos Mayor general del ejército de operaciones coronel Pedro Landero, el coronel de Ingenieros José Ignacio Iberri, y el de igual clase del tercer batallón permanente, José Antonio Mejía, facultados por parte del Excmo. Sr. general en jefe del ejército Mejicano Antonio López de Santa Anna; y los señores brigadier don José Miguel Salomón, y teniente coronel jefe de la Plana mayor don Fulgencio Salas por parte del general de las tropas Españolas invasoras de la República don Isidro Barradas, y canjeados sus poderes respectivos para acordar los capítulos a que debieran sujetarse los primeros, y garantir los segundos, conforme a las contestaciones oficiales que sobre el particular han ocurrido, convinieron; 1°. Mañana a las nueve de ella evacuaran las fuerzas Españolas que cubren la Barra el fortín que poseen, saliendo los oficiales con sus espadas, las tropas con sus armas, y tambor batiente, a entregarlas a la división Mejicana, lo mismo que las cajas de guerra, al mando del Excmo. Sr. general Ciudadano Manuel de Mier y Terán, segundo en jefe del ejército, y que ocupa el paso llamado de doña Cecilia en el antiguo camino de Altamira: dicha tropa seguirá a reunirse a la ciudad de Tampico de Tamaulipas con sus oficiales que conservarán sus espadas. 2°. Pasado mañana a las seis de ella, saldrá toda la división del general Español que ocupa a Tampico de Tamaulipas en los mismos términos que queda indicado para la fuerza de la Barra, y entregarán las armas, banderas y cajas de guerra en el cuartel subalterno de Altamira, al mando del referido Excmo. Sr. general Ciudadano Manuel de Mier y Terán, y los oficiales conservarán sus espadas. 3°. El ejército y la República Mejicana garantizan de la manera más solemne las vidas y propiedades particular de los individuos todos de la división invasora. 4°. La división Española se trasladará a la ciudad de Victoria, donde permanecerá mientras se reembarque para la Habana. 5°. Se concede al general Español mande al puerto de la Habana uno o dos oficiales que soliciten los trasportes que deben trasladar su fuerza a dicho puerto. 6°. Costeará el general Español la manutención de su división durante su estada en el país; y del mismo modo serán de su cuenta los transportes. 7°. Los enfermos y heridos que tenga la división Española imposibilitados de marcha quedarán en la ciudad de Tampico de Tamaulipas, mientras se trasladan al hospital del ejército Mejicano, donde serán asistidos a costa de la división Española, la cual proporcionará un Cirujano y los soldados y cabos que calcule necesarios para que ayuden a su cuidado. 8°. Se franquearán a la división Española los bagajes que necesite para su traslación a los puntos indicados, pagando las cabalgaduras según los alquileres que son corrientes en el país, y lo mismo se hará respecto a víveres. 9°. El teniente coronel jefe de la Plana mayor de la división Española queda encargado del cumplimiento de la Capitulación, respecto a la tropa que se halla en la Barra; y para lo cual le franqueará el paso el general que lo manda el punto llamado de doña Cecilia. 10°. El Excmo. Sr. general ciudadano Manuel de Mier y Terán nombrará un Jefe y un oficial de su Estado mayor para que facilite a la referida división las provisiones, bagajes, dirección y acuartelamiento y demás de que hacen mención los precedentes artículos. Y convenidos en un todo en el presente acuerdo lo firmamos los infrascritos en el punto y día de la fecha. —Pedro de Landero. —José Ignacio Iberri. —José Antonio Mejía. —José Miguel Salomón. —Fulgencio Salas. —Ratifico la antecedente Capitulación—Antonio López de Santa Anna. —Ratifico la antecedente Capitulación—Isidro Barradas. — ARTICULOS ADICIONALES. Propuesto por el general Español. Si llegase a este puerto la tropa Española que pertenece a la división del general Barradas, se le prevendrá siga rumbo directo para la Habana, haciéndole conocer este convenio. Propuesto por el general Mejicano. Los Sres. general, jefes, oficiales y tropa Españolas que pertenecen a la división del general don Isidro Barradas, se comprometen solemnemente a no volver a tomar las armas contra la República Mejicana. —José Miguel Salomón. —Fulgencio Salas. —Pedro de Landero. —José Ignacio Iberri. —José Antonio Mejía. — Ractifico los anteriores artículos adicionales. —Antonio López de Santa Anna. —Ratifico los anteriores artículos adicionales. —Isidro Barradas. Nota:
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