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Selección de textos y documentos:

Doralicia Carmona Dávila

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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1817 Segunda Proclama de Mina desde Soto la Marina

18 de Mayo de 1817
Á los soldados españoles y americanos:
 
"Soldados españoles del rey Fernando: Si la fascinación os hace instrumentos de las pasiones de un mal monarca ó de sus agentes, un compatriota vuestro, que ha consagrado sus más preciosos dias al bien de la patria, viene á desengañares sin otro interés que el de la verdad y la justicia. Fernando, despues de los sacrificios que los españoles le prodigaron, oprime á la España con más furor que los franceses cuando la invadieron. Los hombres que más trabajaron por su restauración y por la libertad de ese ingrato arrastran hoy cadenas, están sumidos en calabozos ó huyen de su crueldad. Sirviendo, pues, á tal príncipe servís al tirano de nuestra nación, y ayudando á sus agentes en el Nuevo Mundo os degradaís hasta constituiros verdugos de un pueblo inocente, víctima de mayor crueldad por iguales principios que los que distinguieron al pueblo español en su más gloriosa época.
 
"Soldados americanos del rey Fernando: Si la fuerza os mantiene en la esclavitud y hace que obliguéis á seguir en ella á vuestros hermanos, tiempo es de que salgáis de tan vergonzoso estado. Un esfuerzo ahora bastará á sacudir el yugo que os encorva y realzaros á la dignidad de hombres de que estáis privados há tres siglos. Uníos á nosotros que venimos á libertares sin más fin que la gloria que resulta de las grandes acciones. El suelo precioso que poseéis no debe ser eternamente el patrimonio del despotismo y de la rapacidad. No interrumpais á las miras de la Providencia, que os proporciona en ella la mejor coyuntura para cambiar vuestra abyección y miseria en elevación y prosperidad. ¡ Qué triste experiencia teneis de la metrópoli y qué dolorosas lecciones habéis recibido de los malos españoles que para oprobio de los buenos han venido hasta aquí á sojuzgaros ó á enriquecerse á costa vuestra! Si entre vosotros hay quienes abanderizados con ellos hacen causa común para oprimiros por cobardía, interés ó ambicion, abandonadlos, detestadlos y aun destruidlos. Son peores que los tiranos principales á quienes se juntan, pues degeneran de su naturaleza y sacrifican sus más sagrados deberes á tan rastreras pasiones.
 

"Soldados españoles y americanos: Dejad á esos viles caudillos y acudid con nosotros al campo del honor donde tremola el lucido estandarte de la libertad. Vosotros seréis felices contribuyendo á la emancipación de este país, y los laureles que ceñirán vuestras frentes en defensa de la más justa causa, serán un premio inmarcesible superior á todos los tesoros.
"Mayo 18 de 1817.—Mina."