Sevilla, España, 17 de enero de 1809
OBSERVACIONES SOBRE LAS MEDIDAS QUE CONVENDRIAN ADOPTARSE EN EL VIRREYNATO DE NUEVA ESPAÑA, Y SUS PROVINCIAS INTERNAS, EN PRECAUCION DE LAS PROVINCIAS UNIDAS DEL NORTE DE AMERICA QUE PROPENDEN A INVADIR. NOS POR LA PROVINCIA DE TEJAS, Y POR EL NORTE DE LA DEL NUEVO MEXICO, Y RESTRICCIONES A SU COMERCIO
Quando no habia otros cuidados en las Provincias Internas de Nueva España que el de la Guerra contra los Indios Salvages fronterizos, podía no ser perjudicial su separación del Virreynato, en la parte Militar, para poder obrar con más libertad, contra dichos Indios; pero desde que las circunstancias politicas han variado tanto con la cesión de la Luisiana a la Francia, y traspaso que se ha seguido a los Americanos, o República de las Provincias Unidas del Norte, lexos de ser útil, la división Oriental y Occidental de dichas Provincias Internas, haciéndose independientes entre si, y del Virreynato, según está determinado por el Gobierno anterior, produciria gravisimos males, la falta de unidad que conviene restablecer, emanada del Virrey, que ha de proveer con subsidios, y por que es inseparable la seguridad de las Provincias Internas, de la del Virreynato de Mexico; en virtud de que el peligro no puede menos de ser compara todo el Pais, con sola la diferencia de ser más o menos próximo, para unas Provincias que para otras.
Conviene, pues, que en razón de la grande extensión del territorio, haya dos Comandantes Generales, de Provincias Internas, Occidental y Oriental que está mandado y establecido; el 1º en Chihuagua, capital de Nº. Mexico, y el 2º. deberá estar en el de Monterrey, del Nuevo Reyno de León, ó en San Antonio de Bexar, de la Provincia de Tejas por su maior proximidad a los Americanos, que debemos observar, y también por ser puntos casi equidistantes de Mexico, en lugar de que en la actualidad qualquiera ocurrencia de Tejas, hay que comunicar al Comandante General de Chihuagua, dandoles rodeo de mas de 300 leguas para trasladarla al Virrey, por dicho xefe, duplicando casi el camino, por no hacerlo directamente.
El Coronel de Dragones de Nueva España, D. Miguel de Emparan, que ha sido Gobernador de Cohaguila, y en cuyo mando se acreditó de integro, y de bizarro, podría ser al proposito para Comandante General de las Provincias Occidentales; y el Coronel D. Felix de Calleja, que actualmente manda la Brigada de San Luis, extensiva a las Provincias del Nuevo Santander y Nuevo Reyno de León, también puede ser el mas á proposito para Comandante General de las Provincias Orientales.
Estos xefes para la nueva planta que convenga establecerse en aquellas Comandancias para su defensa, tiene conocimiento del terreno; de sus Habitantes; de los recursos y medios mas oportunos para hacer la guerra mas ventajosa y acomodada con sus naturales; y de los progresos de que es susceptible el Pais para fomentarlo; conferenciaran con el Virrey de Mexico sobre todos los citados antecedentes, y con su acuerdo, podrán mejor que otros, que carecen de dichos conocimientos formar un Plan, y ponerlo en execución, con utilidad del Estado, asegurando aquellos Dominios de presente y para lo venidero.
Al actual Comandante General de Provincias Internas, el Brigadier D. Nemesio Salcedo, podría nombrársele para Inspector General Militar de Nueva España.
La República vecina del Norte de América, no es verosímil que por ahora, pretenda hacernos la guerra; pero su desmedida tendencia a la extensión de sus limites, por aquella parte; su establecimiento del Fuerte Pie, sobre nuestro presidio de Santa Fé, en el Nuevo Mexico, y sus expediciones de comercio clandestino, por la frontera lo van familiari zando demasiado, con nuestras tres Provincias fronterizas de Nuevo Mexico, Reyno de León, y de Tejas; cuya comunicación por el Rio Misisipi, y por sus hijuelas del Rio Colorado, del Arkanzas, del Missouri, y otros menos caudalosos que desaguan en el 1º facilitan en gran manera su internación en barcos chatos, desapareciendo el grande obstáculo que se crehia haber, por los desiertos que median, según se manifiesta por el plano del Teniente de Fragata, D. Gonzalo López de Haro, que aunque imperfecto, es lo suficiente para formar una idea precisa de la importancia del asunto.
Los Americanos, carecen de cavallos en mui larga distancia de sus posesiones a las nuestras, y nosotros tenemos muchísimos mesteños o silvestres, en las Provincias de Santander y de Tejas, cuya importantisima ventaja, conviene mucho conservarla, oponiendo los mayores obstáculos posibles, a que se provean de ellos dichos fronterizos.
Aquí se presenta naturalmente la necesidad de poblar el Pais; que propone en su Plan de defensa, el Coronel D. Felix de Calleja, con establecimientos Militares de Cavalleria de gente del Pais, que al propio tiempo que se logre formar un Cuerpo respetable de ellos, para las dos Comandancias Generales, según convenga se vayan poblando la desierta Provincia de Tejas. A este efecto deberian admitirse los habitantes de la Luisiana, afectos al Gobierno Español que lo solicitaron, sin fruto, del Virrey Iturrigaray, y que según lo disgustados que estan con el Gobierno Americano, no dexarian de presentarse de nuevo a solicitarlo, tanto para dedicarse a la Agricultura, como para el establecimiento del Puerto de Galbeztone, ni otros surgideros que convenga formar, en el Seno Mexicano, con el fin de facilitar en Buques pequeños la comunicación por Mar desde el Puerto de Veracruz, para introducir los socorros de armas y municiones y demás efectos y relaciones, que se estimen utiles establecer.
La Provincia de Tejas, por su fertilidad y por su clima mui semejante al de España, convida a los Alemanes y otras Naciones de Europa, que se les estimulase a emigrar a ella.
Debe prohibirse absolutamente toda comunicación mercantil de los Americanos con el Puerto de Veracruz, de que se ha abusado con tanto escandalo, durante las dos últimas guerras contra la Inglaterra.
Asi mismo debe prohibirse toda introducción de Armas, efectos y muebles de Casa, en la Isla de Cuba, y particularmente en la Havana, que por medio de privilegios exclusivos, y ruinosos a la pluralidad de sus vecinos, concedidos al Conde de Jaruco ó de Mopox; a Figueras, Oidor honorario de Sto. Domingo; y a otros particulares, han estado introduciendo por muchos años con gravísimo perjuicio del Estado, porque además de los daños indicados se ha fomentado, y engrosado la riqueza de nuestros enemigos naturales de aquellos Dominios, al propio tiempo que se ha destruido el Comercio de frutos, que tuvo el Reyno de Mexico, con dicha Isla, anterior a los permisos, é introducciones citadas por los Americanos; pues que en solo un año que fué en el de 1780, llevaron de Veracruz a la Havana, en Buques Nacionales, 64.923 tercios de arina; 18.830 id. de menestra; 2.137 barriles de tasajo, y otros varios articulos como jamón, manteca, xergas del pais, etc., etc., con grande utilidad de la agricultura de Nueva España, y no menor de nuestra navegación Mercantil, y Real, que tanto se necesita vivificarse y fomentarse.
Por estos medios y otros que sean útiles, es mui urgente ir formando la barrera que contenga las miras ambiciosas de aquellos inquietos vecinos, cuia osadia irá aumentandose, si no nos ven tomar medidas vigorosas, para repelerlos de qualquiera agresión que intenten, y que en la indeterminada división de los límites de la Provincia de la Luisiana con nuestras confinantes, tienen el pretexto vigente, para aprovechar qualquiera coyuntura que les sea favorable.
Sevilla 17 de Enero de 1809. = Juan Jabat (Rubricado).
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