Nueva Orleáns, Julio 1° de 1795.
Carta del Barón de Carondelet al Duque de la Alcudia.
Excmo. Señor:
La carta que el general WiIkinson me ha dirigido con fecha de 9 de Abril último me ha parecido tanto más digna de la atención de V. E. quanto desvanece las impresiones que la lectura de la correspondencia entre el Gobernador de Kentucky y el comisionado de parte dé los Estados Unidos, sobre la navegación del Misisipí, debe naturalmente producir en los ánimos de aquellos que no están instruidos del verdadero efecto que aquélla ha causado sobre los kentuckeses; no dudo que los señores enviados á nuestra Corte para tratar de este importante asunto habrán procurado sacar el más grande partido de la misma correspondencia; por lo mismo, remito á V. E., baxo el número 1.°, la copia de la carta de W[ilkinson] que acabo de mencionar, y para su más clara y puntual inteligencia la acompaño con la traducción de la correspondencia que cita, baxo el número 2, y mi respuesta, número 3.
No quiero molestar la atención de V. E. con una fastidiosa repetición de quanto he expuesto desde dos años al Ministerio de Estado sobre la urgente necesidad de tomar una determinación decisiva con el Kentucky, respecto á la navegación del Misisipí; la proposición que hace el general W[ilkinson] de conceder directamente, y sin la intervención de los Estados Atlánticos, á los del Ouest, la navegación del Misisipí hasta la Nueva Orleáns, haciendo de ésta un depósito de comercio entre aquéllos y nuestros puertos y los de las Potencias amigas, coincide perfectamente con la proposición que hice á V. E. en oficio reservado número 36 del 3 de Junio de 1794, al que me refiero, suplicándole con el mayor empeño se lo haga V. E. traher á la vista.
Convencido que la suerte del Reyno de Nueva España, y tal vez de todas las Americas españolas, pende de la separación de los Estados del Ouest, de los Atlánticos; que ésta no puede efectuarse antes que los primeros estén bien asegurados de un poderoso apoyo, y sobre todo, de un conducto por el que puedan procurarse sin riesgo todo lo necesario para su defensa, manutención y comodidad, como extraer los productos sobrantes de su cultura é industria, que les deben proporcionar los medios de comprar y pagar lo que les falta; que la disposición actual de los ánimos de los kentuckeses, exasperados por los derechos impuestos por el Congreso, es sumamente favorable para atraerlos á la conclusión del Tratado de Comercio propuesto por el mismo oficio; que de éste resultará, seguramente, la separación deseada, la que únicamente puede precaver la pérdida del Reyno y tal vez la subversión de la América; que empeñados los Estados Atlánticos en una guerra intestina contra la nueva Potencia que se levantará intermediaria entre ellos y la Luisiana, á la que podremos dar apoyo, en caso necesario, con nuestros indios, que se han hecho tan temibles á los americanos, no es presumible se atrevan á declarar la guerra á la España; y en caso que así suceda, no es factible que puedan salir de ésta con ventaja. Convencido, pues, de todas estas verdades, con las más vivas instancias vuelvo á suplicar á V. E. se haga traer á la vista los reservados 33 y 43, y dígame si en el caso que se declaren independientes los Estados del Ouest, puedo contar sobre una orden para que se me remitan de la Havana los diez mil fusiles y veinte piezas de campaña que solicita el general W[ilkinson], los que á todo evento convendría quedasen depositados en ésta con anticipación.
Para asegurar el golpe y dar más preponderancia á la negociación con el Kentucky, considero indispensable el aumento, por ahora, de un regimiento, que se puede remitir del Reyno de Nueva España, cuya tranquilidad y conservación están más interesadas que qualquiera otra posesión del Rey, en este asunto; habiendo tenido la fortuna de adelantarme á los americanos en la toma de posesión de las Barrancas, puesto muy importante para conservar el dominio del Misisipí, conviene que quede guarnecido con doscientos hombres, que se destacarán del batallón que cubra los establecimientos de Ilinoa; el segundo batallón se adelantará á Nogales, para asegurar aquella llave de la baxa Luisiana y reforzar con destacamentos, según las ocurrencias, el Fuerte de las Barrancas, cuya comunicación mantendrá la escuadra de Galeras, sin que la puedan interceptar los enemigos.
Cien mil pesos de extraordinario se han de emplear inmediatamente para recobrar nuestra influencia sobre las naciones Chactas, Chicachas, Criks y Cheroquis, que las intrigas y regalos extraordinarios de los Estados Unidos han empezado á desviar de nosotros; pero mediante este suplemento respondo de todas ellas; el mismo gasto se habrá de soportar en los años succesivos hasta que quede bien asegurada la independencia de los Estados del Ouest; otros treinta á cuarenta mil pesos anuales se han de repartir secretamente entre los magnates del Kentucky, para fomentar aquélla; puestas las cosas en esta disposición, ¿quién dudará que el Kentucky, receloso por una parte de entrar en guerra con una Potencia poderosa que puede causar su ruina dentro de pocos años, excitando contra él las naciones salvages, sus enemigos capitales, y cerrándoles enteramente la salida del río; atrahído de la otra por las ventajas de un comercio lucrativo, por la independencia total de los Estados Atlánticos que éste le proporcionara; por la supresión de unos derechos que se emplean únicamente en soportar aquéllos en sus relaciones políticas con las naciones europeas, que serán totalmente indiferentes á los Estados del Ouest, una vez unidos de intereses con la España, y por la cesación de las hostilidades de parte de nuestros indios, aceptará gustoso las ofertas de la España concernientes á la navegación del Misisipí, y desde aquel momento soportará con impaciencia las tasas que le impone el Congreso, lo que apresurará el momento de su separación.
La execución y el succeso de esta negociación no quiere más que una pronta determinación: el aumento en la provincia de un regimiento completo, que se puede sacar del Reyno; un suplemento de unos ciento y cincuenta mil pesos anuales, y un depósito en ésta de veinte piezas de campaña, diez mil fusiles, y pólvora, todo lo que se puede hacer sin aparentar la menor intención extraordinaria; pero supuesto que los Estados Unidos, penetrando el intento, se resuelvan á declarar antes la guerra á la España, á más de que es muy presumible que la presente contra la Francia quedará para entonces concluida, respondo que con otro regimiento de aumento, cien artilleros, y otros ciento cincuenta mil pesos para armar los indios, arruinaré todos sus establecimientos del Ouest, y los precisaré á solicitar la paz.
Por la carta de W[ilkinson] se enterará V. E de la desgraciada suerte que ha tenido el Capitán Owen, cuyas buenas circunstancias referí en el reservado núm. 43, del 18 de Agosto de 1794, asesinado cruelmente sobre el Ohio por los marineros españoles que el Comandante de Nuevo Madrid le habia dado para llevarlo á su destino con más secreto y seguridad; quedaron perdidos los 6.000 pesos que llevaba á W[ilkinson] para el uso que expresa el mismo núm. 43; los otros 6.000 deben haber llegado con felicidad; pero siendo natural que repita el reembolso de los seis mil primeros, se servirá V. E. decirme lo que deberé contestarle sobre el particular; con este motivo vuelvo á suplicarle impetre la aprobación de S. M. sobre el desembolso de aquellos doce mil pesos cuya entrega consta en la Contaduría principal, pues que quedo de otra suerte en descubierto con la Real Hazienda.
Hemos conseguido prender un tal Bexarano, asesino principal del infeliz Owen, y se le está siguiendo la causa criminal correspondiente, para imponerle el condigno castigo que merece la atrocidad de su delito; pero nada se ha podido recuperar del dinero, por haberlo partido con sus cómplices y malvaratado en gran parte antes de su aprehensión, disipándose el resto, probablemente, por las Justicias de los pueblos americanos en gastos de custodia, manutención, conducción y demás legales.
Celebraré que mi zelo, aunque tal vez excesivo, sea digno del agrado de S. M. y merezca la aprobación de V. E., cuya importante vida ruego á Dios guarde muchos años.
Nueva Orleáns 1° de Julio de 1795. —Excmo. Señor. —El Barón de Carondelet. Excmo. Sr. Duque de la Alcudia.
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