23 de septiembre de 1914
En la casa del general Lucio Blanco y con la asistencia de cuarenta y nueve jefes militares revolucionarios, se acuerda crear esta comisión con el único propósito de procurar el entendimiento, por todos los medios a su alcance, entre todos los grupos revolucionarios, a fin de establecer una paz revolucionaria.
La Comisión acuerda que los generales Blanco, Pesqueira, Buelna, Medina y Hay entablen contacto de inmediato con Carranza, Villa y demás jefes de la División del Norte, para convocar en Aguascalientes, a una Convención de los miembros del Ejército Constitucionalista y demás personas que ellos acuerden, para resolver de manera definitiva todas las cuestiones que deban servir de base para la organización del gobierno de la República.
Tras haberse salvado de ser pasado por las armas por el general Villa, Álvaro Obregón se incorporará a la nueva Comisión.
A pesar de que se había obtenido el consentimiento previo del primer jefe Venustiano Carranza, éste recelará inmediatamente de la Comisión y a regañadientes consentirá en que inicie sus actividades la misma con un telegrama invitación dirigido a los jefes de la División del Norte, quienes contestarán que el problema se resolvería con la renuncia de Carranza al Poder Ejecutivo y a la Primera Jefatura, y se nombrase presidente “al incorruptible liberal Fernando Iglesias Calderón, quien con su talento, energía y limpios antecedentes, será una garantía para la Revolución”. Por su parte, Villa renunciaría a cualquier aspiración a la presidencia o vicepresidencia de la República.
Carranza contestará a los villistas que justamente para designar “al nuevo depositario de los altos cargos de que estoy investido”, se les ha convocado a todos los jefes del Ejército Constitucionalista y a los gobernadores de los Estados a la Convención que tendrá lugar el próximo primero de octubre en la ciudad de México. “Si los jefes antes quienes haga yo dimisión en la junta del primero de octubre la aceptan, gustoso me retiraré y satisfecho a la vida privada… pero si la dimisión no me fuera aceptada, con la misma entereza y con la misma energía con que combatí una usurpación encabezada por el general Huerta, combatiré la reacción que aparece encabezada ahora por el general Villa, instrumento, inconsciente quizá, del porfirismo y del cientificismo”…
Por su parte, la Comisión responderá a los villistas con la propuesta de una conferencia con ellos en Zacatecas. Por la Comisión asistirán los generales Obregón, Iturbe, García Aragón, Santos Coy, Sosa y Trujillo, además del coronel Luís Santoyo. Por la División del Norte, participarán los generales Aguirre Benavides y José Isabel Robles. También estarán presentes los generales Natera, Triana, Eulalio Gutiérrez, Bañuelos y Domínguez.
Acordarán suspender todo movimiento de tropas y la asistencia del mayor número de generales constitucionalistas a la convención que se realizará en Aguascalientes a partir del próximo 10 de octubre.
Respecto a los zapatistas del Ejército Libertador del Sur, el general Blanco enviará todos los documentos de la Comisión al general Emiliano Zapata, solicitándole su opinión para llegar a una paz efectiva. Además lo invitará personalmente o por sus representantes a la Convención de Aguascalientes.
No obstante estos acuerdos, Carranza se empeñará en realizar la Convención revolucionaria en los términos en que la convocó el 4 de septiembre anterior y en la ciudad de México.
Los generales miembros de la Comisión aceptarán asistir a la Convención de Carranza con el fin de convencer a los demás generales de trasladarla a la ciudad de Aguascalientes y así cumplir con lo pactado con los villistas en Zacatecas.
Doralicia Carmona. MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.
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