Agosto 26 de 1812
La administración virreinal publica un Bando por el que se gravan todos los artículos de primera necesidad sin excepción de cuerpo o persona.
El combate a los insurgentes por parte de la administración virreinal requiere cubrir muchos gastos, ya ha impuesto al clero, propietarios y comerciantes un empréstito por dos millones; a los particulares les han sido embargadas sus vajillas de oro y plata, se les cobran derechos por arrendamiento de fincas rústicas y urbanas y se les han requisado los caballos con el pretexto de que no pueden caer en manos de los insurgentes. Todas estas medidas han despertado el descontento entre la población que acremente critica y dice que son habitantes de un país en el que solamente se vive para pagar tributos.
El 19 de agosto anterior, el virrey convocó a una junta a la que asistieron el Regente de la Audiencia, el Superintendente de la Casa de Moneda; los ministros del Tribunal de Cuentas, los de Tesorería; empleados superiores de Hacienda, el Consulado y el Tribunal de Minería. Formaron una Comisión que, reunida el día 21 de agosto, dispuso que gravar todos los efectos de primera necesidad sin eximir de esta contribución ni de la extraordinaria de guerra, a ninguno de los que gozaban exenciones como las catedrales. El impuesto se extendió a los efectos ya introducidos. Además, el virrey Venegas exigió un préstamo forzoso de setecientos mil pesos repartido arbitrariamente entre los pudientes del vecindario.
Como resultado de esta medida que, aunada a las que desde principio de año, habían sido tomadas, algunas personas se pasaron al bando de los insurgentes.
Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.
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