18 de agosto de 1781
Jiménez, ingeniero graduado en 1804 en el Colegio de Minería de la Ciudad de México y radicado en Guanajuato, se unirá a Hidalgo con el grado de coronel tras la toma de la Alhóndiga de Granaditas. Participará en todas las acciones insurgentes hasta su aprehensión junto con Hidalgo en Acatita de Baján. Alcanzará por su actuación militar el grado de coronel.
A la vista de la ciudad de México, el 30 de octubre de 1810, Jiménez obligará al coronel realista Torcuato Trujillo a abandonar Atenco para que los insurgentes pudieran posesionarse del Monte de las Cruces. Durante esta batalla establecerá estratégicamente la artillería insurgente, factor muy relevante en el resultado de la lucha. Tras la victoria, Jiménez será nombrado parlamentario para pedir la entrega de la capital al virrey Venegas en el castillo Chapultepec, pero regresará con la negativa de rendición del virrey. Por lo cual Hidalgo decidirá no tomar por la fuerza la principal ciudad de Nueva España.
En la retirada insurgente, Jiménez luchará en Aculco el 7 de noviembre siguiente, y participará en la defensa de la ciudad de Guanajuato asediada por Calleja el 24 del mismo mes. De ahí partirá a Guadalajara y a San Luís Potosí. En la Hacienda del Molino será comisionado por Allende para extender la rebelión en las provincias internas de Oriente, que dominará totalmente con su tropa de siete mil efectivos y veintiocho cañones fabricados por él mismo, tras haber derrotado al realista Antonio Cordero en la hacienda de Aguanueva el 7 de enero de 1811 y al español José Manuel Ochoa en el puerto del Carnero el 20 de enero siguiente.
Se reunirá en Saltillo con Hidalgo, Allende y Aldama en marcha hacia los Estados Unidos, y luego de ser aprehendidos todos, será fusilado en la ciudad de Chihuahua el 26 de junio de 1811, mismo día que también serán pasados por las armas Allende, Aldama y Manuel Santa María.
Su cabeza también será colgada dentro de una jaula en una de las cuatro esquinas de la Alhóndiga de Granaditas.
En 1823 sus restos serán trasladados a la catedral de la ciudad de México y en 1925 serán colocados en la Columna de la Independencia de la capital mexicana.
Doralicia Carmona. Memoria Política de México.
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