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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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Adolfo de la Huerta asume la presidencia provisional de la República.

Junio 1º de 1920

 

Hoy se presenta en el Congreso, recibe la banda presidencial y jura "guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el Congreso me ha conferido". Luego de ser tocado el Himno Nacional, el nuevo presidente y su comitiva se dirigen a Palacio Nacional.

Al día siguiente, presidirá un desfile militar y pasará revista a casi veinte mil soldados que han respaldado el Plan de Agua Prieta. Le acompañarán los generales Plutarco Elías Calles, Pablo González, Genovevo de la O, Salvador Alvarado y Francisco R. Serrano, el coronel Benito Ramírez (jefe de Estado Mayor), y los civiles Rafael Zubarán Capmany, Gilberto Valenzuela y José Vasconcelos.

Encabezarán el desfile, los generales Obregón, Hill, Manuel Peláez y Jacinto. B. Treviño, seguidos por sus hombres; continuará el general Pascual Ortiz Rubio al frente de las fuerzas de Michoacán; luego, irán los generales Guadalupe Sánchez y Rentaría Luviano y sus tropas, seguidos de los indios yaquis, sin uniforme pero con una banda de música. Al final, pasarán los cadetes del Colegio Militar.

El interinato de Adolfo de la Huerta durará seis meses; Dulles refiere que “su conducta satisfizo las expectativas populares de la época. De ninguna manera se le podría acusar de ser majestuoso, austero o ampuloso. Era persona sencilla y franca, que evitaba las ceremonias. […] Tenía excelente voz, aunada a cierto sentido dramático personal, que usaba en todas las ocasiones. Su informalidad y su reconocida honestidad, así como su buena voluntad hacia todos, tuvieron amplia acogida por una nación que había sufrido durante tantos años una lucha fratricida realmente terrible”.

Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.