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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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Se funda la Unión Nacional Sinarquista

23 de Mayo de 1937

 

En la ciudad de Léon, Guanajuato, se constituye la Unión Nacional Sinarquista UNS. También existe la versión de que nació el 13 de mayo de 1937 en una casa de la calle Libertad, en la misma ciudad. El acta constitutiva es suscrita por Hellmuth Oskar Schreiter, Federico Heim, Herculano Hernández Delgado, Isaac Guzmán Valdivia, Manuel Torres Bueno, los hermanos Alfonso y José Trueba Olivares, quien preside la organización, así como por Manuel Zermeño Pérez, que funge como vicepresidente de la misma. La UNS tendrá una doble organización: la formal cuyo dirigente principal será Salvador Abascal, y la corporación secreta llamada la Base, fundada a fines de 1934 para organizar a los católicos para luchar por el poder político y para enfrentar la persecución religiosa. La Base tratará de orientar la política nacional hacia una posición de centro y se integrará con jóvenes de las élites socioeconómicas, entre ellos: José Antonio Urquiza, Antonio Santacruz, Julio Vértiz SJ, Eduardo Iglesias SJ y José María Heredia SJ.

Años antes, al ascender Adolfo Hitler al poder en Alemania, sus planes no se limitaban a la abrogación del Tratado de Versalles o a la modificación del estatus europeo, sino preconizaba un nuevo orden mundial bajo la dirección de la raza aria. En sus proyectos de dominación mundial también estaba la conquista del continente americano. Al efecto, se fundó el Instituto Iberoamericano, bajo la dirección del coronel Wilhelm von Faupel, con el propósito de influir en la opinión pública, arrebatar a los Estados Unidos la hegemonía sobre los países latinoamericanos y favorecer la formación de gobiernos amigos del Tercer Reich.

En México, la estrategia general de los nazifascistas consistía en derrocar al gobierno del presidente Lázaro Cárdenas y sustituirlo por otro proclive al Tercer Reich y eventualmente dispuesto a suscitar un conflicto bélico al sur de los Estados Unidos para impedir que éstos participaran en la guerra europea por venir. De modo que, especialmente en la capital de la República, el Instituto propició la formación de grupos fascistas y falangistas que eran financiados por comerciantes alemanes y españoles. Sin embargo, las actividades de estos grupos, integrados en su mayoría por burócratas, artesanos y miembros de la pequeña burguesía, no lograban proyectarse hacia los grandes sectores de la población, por lo que el Instituto decidió estimular la creación de una organización rural, aprovechando el descontento de núcleos campesinos que no habían recibido los beneficios de la Reforma Agraria.

En la ciudad de Guanajuato, el alemán Hellmuth Oskar Schreiter era un profesor de idiomas del Colegio del Estado, pero también miembro del Partido Nazi y había sido agente del servicio de inteligencia alemán durante la Primera Guerra Mundial. De acuerdo con los planes del Tercer Reich, Schreiter indujo a un grupo de sus alumnos a crear un organismo de lucha contra el comunismo. Así nació el 13 de junio de 1936, el Centro Anticomunista en la ciudad de Guanajuato; pero tampoco sus acciones lograron trascender el ámbito universitario, hacía falta una organización capaz de movilizar a las grandes masas. Con este propósito tiene lugar la fundación de la Unión Nacional Sinarquista que pretende salvar a la Patria de la Revolución, con base en el nacionalismo, la defensa de la paz social y de la religión católica, la unión de los mexicanos sin lucha de clases, el anticomunismo y la oposición al imperialismo norteamericano: En la práctica, la UNS entablará una lucha frontal en contra de los campesinos agraristas y logrará agrupar a más de medio millón de hombres y mujeres de las capas rurales más atrasadas del país. La UNS adoptará una estructura paramilitar semejante a la de la Falange. Sus miembros se considerarán soldados, sujetos a una disciplina castrense que se les imbuirá en centros de entrenamiento, disfrazados de campos cinegéticos o clubes de tiro.

Sin embargo, su resistencia será civil, inclusive se ufanará de haber evitado rebeliones y motines sangrientos, y hasta de haber acabado con las últimas chispas del levantamiento cristero, especialmente en la región de Acámbaro, Guanajuato, en donde obligó a los campesino fanáticos a deponer sus armas. Tampoco instará vigorosamente a la participación electoral activa. Su radicalismo verbal contrastado con la pasividad práctica de sus acciones, creará gran confusión entre sus seguidores, lo cual debido al descontento de los grupos afectados u olvidados por el cardenismo, no será obstáculo para que pueda configurar un importante movimiento masivo mayoritariamente campesino.

Para 1939, la UNS contará con más de noventa mil afiliados organizados en 102 comités. Mostrarán su fuerza en manifestaciones de miles de asistentes en las ciudades de Querétaro, Guanajuato, Acámbaro, Irapuato y León. El 10 de julio del mismo año, seis sinarquistas morirán en Juan Martín, cerca de Celaya, Guanajuato. Al día siguiente, los funerales reunirán a más de ocho mil personas; la manifestación será reprimida por la policía con saldo de una mujer muerta: Teresa Bustos. Ante la gravedad de los hechos, el presidente Cárdenas visitará Celaya, declarará que el sinarquismo es “una doctrina social y humana”, prometerá justicia y ofrecerá la jefatura del Departamento Agrario a Manuel Zermeño, quien no aceptará, pero expresará su respeto por el gobierno cardenista constituido.

Salvador Abascal, nuevo dirigente de la UNS, organizará a los sinarquistas en escuadrones, centurias y compañías, y les dará un himno y un saludo especial (la mano derecha cruzada al frente del pecho). Asimismo, aunque se declararán políticamente neutrales durante las violentas elecciones de 1940, los sinarquistas capitalizarán eficazmente la movilización promovida por el candidato presidencial Juan Andrew Almazán, para engrosar sus filas con los desempleados, los pobres, los jóvenes de la clase media, los pequeños propietarios, los campesinos sin tierra y en general, con los desilusionados por los logros de la Revolución.

Al año siguiente, 1941, sus marchas de miles de afiliados tendrán lugar en más de cuatrocientas poblaciones y “tomarán” grandes ciudades como León, Morelia y Guadalajara, pese a la prohibición del presidente Ávila Camacho de manifestarse sin permiso previo; su órgano oficial El Sinarquista, alcanzará un tiraje de 97,500 ejemplares, “paradójicamente” con papel suministrado por el propio gobierno; su éxito les merecerá una calurosa felicitación de José Vasconcelos. Su membrecía se extenderá a los mexicanos radicados en Estados Unidos en ciudades como Los Ángeles y El Paso. Las autoridades aprehenderán a los líderes de las movilizaciones y la masa los acompañará cantando a la cárcel en una especie de resistencia pacífica y de ritual de sacrificio.

No obstante, Ávila Camacho ordenará públicamente que se dejen de atacar las reuniones sinarquistas y declarará que “también los sinarquistas son mexicanos y tienen derecho a la protección del gobierno”. Ya con autorización oficial, Abascal anunciará su propósito de colonizar los desiertos de la península de Baja California para fundar una colonia consagrada a María Auxiliadora, con 70 familias campesinas. El gobierno ávilacamachista ofrecerá ayuda para este propósito. En realidad, según la Enciclopedia de México (Fascismo), lo que se intentará será crear una cabeza de playa frente a bahía Magdalena, para un posible desembarco japonés que amagaría el suroeste de los Estados Unidos, a instancias del alemán Teodoro Weigman consejero técnico de Abascal. Formalmente, la colonia fracasará por falta de abastecimiento de víveres e instrumentos de labranza; en la práctica, su objetivo perderá su importancia después del ataque a Pearl Harbour del 7 de diciembre de 1941 y será desechado. El 12 de diciembre siguiente, Abascal, radical católico que pretendía la toma del poder político, perderá la dirección de la UNS y el resto de su vida se dedicará, mediante su labor editorial, a seguir la lucha contra los católicos progresistas y desde luego, contra los comunistas. Ese mismo 12 de diciembre, la Secretaría de Relaciones Exteriores notificará a los embajadores de Alemania, H. Rudt von Collenber, y de Italia, conde Alberto Marchetti di Muraglio, que se han roto las relaciones diplomáticas entre México y sus respectivos países. Tres días antes habría hecho lo mismo con Japón.

Sobre la intervención nazifascista en la política mexicana, cuenta Juan Alberto Cedillo (Los Nazis en México) "Hitler consideraba que la Luftwaffe era la herramienta clave para la conquista de Europa. Sabía que el combustible utilizado por su fuerza aérea durante los primeros años de la guerra era de origen mexicano; no podía darse el lujo de perder esta fuente de abastecimiento. Fue así que los servicios de inteligencia nazi enviaron a Hilda Kruger para que penetrara en las élites políticas mexicanas y ase gurara que el gobierno continuara con la venta del crudo...El aparato de inteligencia estadounidense reportó a Washington, tras la llegada de Kruger a México, que el secretario de Gobernación, Miguel Alemán Valdés; un alto funcionario del ministerio de Hacienda, Mario Ramón Beteta; el canciller Ezequiel Padilla y el general Juan A. Almazán, entre otros, mantenían o habían mantenido amoríos con la bella espía... Una de las principales operaciones de la Abwehr que encubrieron los funcionarios mexicanos fue el tráfico de materias primas, fundamentales para cualquier guerra, que se enviaban desde diversos puertos mexicanos... Otra de las actividades que realizaron los oficiales del Tercer Reich fue utilizar a nuestro país como plataforma para conseguir la información que requerían sobre los movimientos militares estadounidenses....El general Aguilar González y los agentes nazis crearon el primer cártel del narcotráfico en México, cuyo fin era cruzar drogas hacia los Estados Unidos. Fue a través de esta organización que los espías alemanes y japoneses "invadieron" con narcóticos las bases navales de sus enemigos ubicadas en los puertos del Pacífico. En las actividades de creación y consolidación del primer cártel de la droga participaron varios políticos y funcionarios, encabeza dos por Gonzalo N. Santos y Donato Bravo Izquierdo. Además se beneficiaron del dinero del narcotráfico los gobernadores de Veracruz y Puebla, Miguel Alemán Valdés y Maximino Ávila Camacho, respectivamente....Cuando la guerra entró en su etapa decisiva, los nazis consideraron la posibilidad de abrir un frente en el sur si los Estados Unidos decidían entrar al conflicto. El proyecto contemplaba la posibilidad de que el general Juan Andrew Almazán arribara al poder por medio de un golpe de Estado...Los agentes alemanes, además, apoyaron en toda la República a una gran cantidad de organizaciones de corte fascista. Tanto las "Camisas Doradas" como el movimiento Sinarquista, para entonces la mayor organización de masas, fueron financiados con dinero de la Embajada Alemana en México con el objetivo de que apoyaran la rebelión de Almazán. El deseo de controlar al gobierno mexicano incluyó también...que Alex Wenner-Gren y el actor Flynn impulsaran la candidatura presidencial de Maximino Ávila Camacho....(Además) El agregado de Prensa de la Embajada Alemana literalmente" compró" periódicos, revistas y frecuencias de radio. Tenía a prestigiados periodistas en su nómina, quienes difundían la propaganda nazi en toda Latinoamérica."

Con la entrada de Estados Unidos y después de México a la Segunda Guerra Mundial, la UNS seguirá su crecimiento, pero siempre sumida en sus crisis y contradicciones internas. Según Jean Meyer (El Sinarquismo, el cardenismo y la iglesia 1937-1947) la UNS llegará a estar manipulada por las principales fuerzas de su entorno político: “Por la Base, instancia secreta que representa los intereses de la Iglesia y del sector conservador católico, que trata de hacer de la UNS un grupo de presión sobre el gobierno (estratégicamente semejante al PAN, en suma)... Por el gobierno del presidente Ávila Camacho, que utiliza a la UNS, a la vez que la controla, para destruir las fuerzas de izquierda y desmantelar las posiciones del grupo cardenista... Por Estados Unidos, que prosigue así la consolidación del régimen de Ávila Camacho para impedir una vuelta a las prácticas cardenistas, y la lucha contra la implantación de una quinta columna en México. Su intervención es decisiva, en 1941, en la eliminación de Abascal (menos que de la Iglesia)… En los tres niveles de manipulación, la Base está presente en la persona de Antonio Santacruz, apoderado de la Iglesia y hombre de confianza de Estados Unidos”. Por eso, en la medida que la Iglesia llega a convenir un modus vivendi con el gobierno, que el cardenismo es sustituido por el ávilacamachismo y los Estados Unidos se imponen a las potencias nazifascistas, la UNS irá perdiendo los propósitos que animaron su creación.

En 1944, año de su apogeo (más de medio millón de afiliados en más de seiscientos comités), la Unión Nacional Sinarquista se aventurará a formar el partido político Fuerza Popular y el 13 de mayo de 1946, conforme a una nueva ley electoral, obtendrá su registro como partido; pero sus logros serán muy limitados. En franca violación a la legislación electoral, participará en las elecciones presidenciales con un candidato no registrado, Gildardo González H. personaje poco conocido y de escaso arrastre popular. Algunos de sus miembros en abierta provocación, encapucharán la estatua de Benito Juárez ubicada en su Hemiciclo de la capital de la República. Por ambos motivos perderá su registro.

Con el triunfo del alemanismo, la UNS perderá por completo su razón de ser. Según Meyer, habrá “cumplido su misión histórica de controlar a las masas campesinas, de representar el psicodrama fascista y de facilitar, en fin, el deslizamiento a la derecha de la Revolución Mexicana”.

A partir de 1948 la UNS declinará muy rápidamente, pero no desaparecerá; años más tarde, con la reforma electoral lopezportillista de 1977, cobrará nuevo auge y obtendrá el registro del Partido Demócrata Mexicano, pero pronto la dirección pasará a manos no sinarquistas. El nuevo partido sólo tendrá éxito en unas cuantas localidades menores y a nivel nacional perderá su registro debido a la escasa votación obtenida por su falta de atractivo para la mayoría de los electores.

La UNS sobrevivirá hasta la actualidad como “una asociación cívica que tiene como meta implantar en México el Reinado Social de Cristo desde una visión estrictamente católica”, que lucha “por imbuir en todos los mexicanos el amor a México, a su bandera, a su himno, a su territorio y a su religión”; y está en contra todo caos, manipulación, corrupción, impunidad y agiotismo, y desde luego, en contra de la educación laica y materialista.

Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.