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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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Se funda el Centro Antirreeleccionista en la ciudad de México

19 de Mayo de 1909

Lo componen un grupo de liberales inconformes con el gobierno de Díaz. Integran la mesa directiva Emilio Vázquez Gómez como presidente y Francisco I. Madero como vicepresidente, asímismo, Luis Cabrera, Robles Domínguez y Patricio Leyva. Su ideario se resume así: “Sufragio efectivo. No reelección”. Acuerdan hacer amplia propaganda para despertar y atraer la atención de la opinión pública acerca de sus derechos y obligaciones en materia electoral, así como el establecimiento de clubes antirreeleccionistas en todos los estados, cuyos delegados integrarán una convención que formulará el programa que se comprometerán a cumplir los candidatos que la misma elija. El órgano de propaganda del Centro será “ El Antirreeleccionista ” bajo la dirección de Félix Palavicini.

El Centro no pretende una oposición cerrada al presidente Díaz, pero sí aspira al menos a que se permita la elección de un vicepresidente que represente las aspiraciones de la opinión pública, aun cuando Díaz continúe en el poder.

La prensa controlada por el gobierno se expresa con desprecio de la nueva organización y critica que al tratar de imponer la no reelección se coarta la libertad que tiene el pueblo de conservar a sus buenos gobernantes. Por su parte, Díaz expresa, al contestar la notificación de su instalación que le envía el Centro, que celebra que su "patriótico propósito sea desarrollar trabajos políticos ordenados y pacíficos, ajustándose a la ley y a las conveniencias sociales".

El 15 de junio siguiente, el Centro publicará un manifiesto que señala que la reelección ha provocado la concentración de un poder absoluto en manos de Díaz, que aunque ejercido con " relativa moderación", ha acarreado al país grandes males: "la justicia ampara al más fuerte, la instrucción pública sólo se imparte a una minoría (...], los mexicanos son postergados a los extranjeros [...], los obreros mexicanos emigran al extranjero en busca de más garantías y mejores salarios [... ], se han emprendido guerras sangrientas, costosas e inútiles contra los yaquis y los mayas [...], se han hecho concesiones peligrosas a los extranjeros como la relativa a la Bahía de Magdalena [...] y el espíritu público está aletargado, el patriotismo y el calor cívicos deprimidos"... Por lo que es necesaria la unión de los que "amamos a la patria", para luchar " porque sean respetados nuestros derechos políticos". Se convoca a confiar en "nuestras propias fuerzas, y no esperar nada de nuestros actuales mandatarios, puesto que a ellos debemos el actual régimen". Y se considera, además, que si las declaraciones de Díaz son sinceras, "como lo demuestra la libertad de que empezamos a disfrutar, indudablemente que el general Díaz estará con nosotros".

Asimismo, entre los principios que contiene el manifiesto están: “sufragio efectivo para salvar a la República de las garras del absolutismo; devolver a los estados su soberanía, a los municipios su libertad, a los ciudadanos sus prerrogativas y a la nación su grandeza; la no reelección para evitar que en lo sucesivo haya más dictadores y en lo inmediato hacer que lleguen al gobierno los más aptos y dignos, aquellos capaces de dar satisfacción a las ardientes aspiraciones de los mexicanos que quieren estar gobernados por la ley y no por un hombre.

En el manifiesto, también el Centro propone como tarea inmediata “ trabajar por la no reelección del mayor número posible de mandatarios, a reserva de luchar cuando sea oportuno, porque el principio de la no reelección sea elevado a rango constitucional" y anuncia que para elegir candidatos se efectuará una convención, porque los candidatos deben surgir de los partidos y no los partidos formarse en torno a un candidato.

Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.