13 de Mayo de 1942
Sus 35 tripulantes son todos mexicanos; 22 de ellos logran llegar a Miami, pero horas más tarde, otro más perece víctima de las lesiones sufridas durante el hundimiento. Con esta muerte, son catorce las vidas mexicanas perdidas por el ataque.
El gobierno de México formula una enérgica protesta ante el Ministerio de Relaciones Exteriores de Suecia, país que en diciembre de 1941, se hizo cargo de los intereses mexicanos en Alemania, Italia y Japón. En dicho documento, México expresa que si en un plazo de una semana, contada a partir del jueves 14 de mayo, el país responsable de la agresión no procede a dar a México una satisfacción completa, así como a proporcionar garantías de que serán debidamente cubiertas las indemnizaciones por los daños y los perjuicios causados, el gobierno mexicano adoptará las medidas que reclame el honor nacional.
En la noche de este mismo día, el presidente Manuel Ávila Camacho dirige un mensaje a la nación para informar que un submarino de las potencias nazifascistas ha hundido en el Atlántico el buque de matrícula mexicana Potrero del Llano, y que de no satisfacerse las reclamaciones planteadas, a partir del día 22 existirá un estado de guerra ente México y las potencias del Eje.
Un año antes, el 1º de abril de 1941, el gobierno mexicano había incautado, como país neutral, nueve buques-tanque italianos, con un total de 54,026 toneladas y capacidad de 537,000 barriles. Dichos barcos eran empleados por la Armada de México para transportar petróleo a los Estados Unidos, que aun no habían entrado a la Segunda Guerra Mundial. Es por eso que la nave hundida perteneció a la marina italiana y navegaba con el nombre de Lucifer. El día 20 de este mismo mes, será hundido en condiciones similares, otro buque-tanque, el "Faja de Oro", de matrícula mexicana y también de origen italiano, antes llamado Genoano.
El plazo fijado por Ávila Camacho transcurrirá e Italia y Japón no responderán su protesta. La cancillería alemana se rehusará a recibirla. México entrará así a la Segunda Guerra Mundial.
Los hundimientos continuarán: el 26 de junio siguiente será echado a pique el Tuxpan (antes Americano), al día siguiente el Choapas (antes Atlas); el 26 de julio siguiente, torpedearán el Oaxaca (antes Hameln); el 4 de septiembre del mismo año, le tocará el turno al Amatlán (antes Vigor); y el 19 de diciembre de 1944, será hundido el Juan Casiano (antes Tine Amussen).
En suma, según el libro “Gestas Históricas de la Armada de México”, en la Segunda Guerra Mundial se perderán siete unidades (seis buques-tanque y un mercante), con un peso bruto de 25,601 toneladas y morirán 63 marinos mexicanos.
Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.
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