5 de Mayo de 1877
Antes, había asumido el cargo de modo provisional, mandado al Congreso la iniciativa para incorporar el principio de "No Reelección" y ganado las elecciones como candidato único. Durante este periodo, Porfirio Díaz mina el poder de los gobernadores, combate el contrabando, reorganiza los ingresos fiscales y abate el bandolerismo.
La reelección de Lerdo había originado una revolución, el principio de la No Reelección, aseguraba la movilidad política y esa había sido el lema del Plan de Tuxtepec.
José María Iglesias, presidente de la Suprema Corte de Justicia no había suscrito el Plan de Tuxtepec, por lo que ocupa la presidencia. Díaz asumió el poder y el 6 de diciembre, salió en campaña a terminar de pacificar el interior del país y dejó como encargado a Juan N. Méndez.
Al renunciar a la Presidencia Lerdo de Tejada, Iglesias se proclamó Presidente de la República; las negociaciones Díaz-Iglesias fracasaron e Iglesias tomó las armas y fue derrotado en la hacienda de La Capilla, Querétaro a fines de enero de 1877.
Sebastián Lerdo de Tejada salió del país.
Díaz regresó a la capital a mediados de febrero; el 16 de febrero, reasumió la Presidencia provisional del país y, por conducto de la Secretaría de Gobernación, envió a toda la nación una circular explicando el programa de su gobierno interino. El artículo 78 de la Constitución fue modificado “El Presidente entrará a ejercer su encargo el 1 de diciembre y durará en él cuatro años, no pudiendo ser reelecto nuevamente hasta que haya pasado igual período, después de haber cesado en sus funciones".
El 2 de mayo, la Cámara de Diputados declaró a Porfirio Díaz presidente constitucional de la República y, el día 5, toma posesión del cargo para el período comprendido entre el 5 de mayo de 1877 al 30 de noviembre de 1880. Su gabinete será integrado por: Pedro Ogazón, secretario de la Guerra; Ignacio L. Vallarta, de Relaciones Exteriores; Protasio Tagle, de Justicia e Instrucción Pública; Vicente Riva Palacio, de Fomento y Gabriel Mancera, Oficial Mayor de Fomento.
A fines del mes de junio, José María Mata, irá a Estados Unidos para gestionar el reconocimiento norteamericano del gobierno.
Sobre este tema, Ernesto de la Torre Villar, señala que: “[…] el pueblo no mantuvo una actitud pasiva […] cada día más exasperado por los desajustes económicos-sociales en que vivía […] manifestó airadamente su descontento por la situación general del país.”
“el ingreso de las nuevas ideas y la labor activísima de líderes obreros y campesinos va a imprimir una dinámica muy intensa que le llevará a un proceso revolucionario”.
Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.
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