Abril 28 de 1862
Ayer por la mañana, la columna francesa de Lorencez, compuesta de seis mil hombres, marchó con dirección a Puebla, con el pretexto de encargarse de la seguridad del general en jefe, Almonte. Saligny y 500 enfermos se quedaron en Orizaba con dos compañías de infantería de marina y dos piezas de artillería.
Carlos Fernando de la Trille, conde de Lorencez había llegado a Veracruz el 5 de marzo y junto con él arribaron varios conservadores mexicanos que se encontraban en Europa solicitando un emperador que pacifique México. Se ha provisto de los suficientes medios de transporte para conducir doscientas mil raciones de víveres y cuatrocientas mil de vino. Ocupa el pueblo de Acultzingo, en donde establece su campo este día 28 a las 9 de la mañana.
Lorencez cree que Ignacio Zaragoza se repliega sobre México, pero éste, mientras retira al grueso de sus fuerzas, deja dos mil hombres para que en el paso de las Cumbres le causen el mayor daño posible a los franceses. Hacia la una y media de la tarde, una compañía de zuavos que confiadamente trepa las cumbres, sorpresivamente siente sobre sí las descargas de fusilería. Lorencez ordena inmediatamente el ataque con el fin de forzar el paso. Después de tres horas de combate, las tropas mexicanas se retiran en dirección del Palmar, dejando a los franceses dos hombres muertos y treinta y dos heridos.
Al día siguiente Lorencez, seguirá su marcha hacia Puebla encontrando a su paso sólo pueblos que se quedan desiertos al acercarse el ejército francés. No por eso dejarán de cometer atropellar y abusar de los civiles. Zaragoza enviará una carta en donde relatará minuciosamente el hecho de que no pudo ofrecer una resistencia eficaz porque la amenaza de un ataque de los conservadores por el flanco, lo obligó a distraer atención y fuerzas militares. Lorencez y Zaragoza se enfrentarán nuevamente el próximo 5 de mayo en Puebla.
Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.
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