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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

Este Sitio es un proyecto personal y no recibe ni ha recibido financiamiento público o privado.

 
 

 


 


Hernán Cortés fortalece su alianza con los totonaca, enemigos de Moctezuma

27 de Abril de 1519

Hernán Cortés recibe a los emisarios y embajadores de Moctezuma y también a sus enemigos, que trataban de librarse del dominio mexica. Así, habla con emisarios de Ixtlilxóchitl, quien ambiciona el trono de Texcoco y se le ofrece por amigo, y después con Tlamapanátzin y Atonalétzin, señores de Axapochco y Tepeyáhualco, que se ofrecen por aliados a cambio de promesas de tierras. Todos proporcionan información a Cortés sobre la situación del territorio y sobre la leyenda de Quetzalcoatl. El 24 de abril de 1519 se entrevistó con el embajador de Moctezuma –Teuhtlilli- quien se retira después de informarle que éste se niega a cualquier entrevista.

Cortés se traslada a Cempualla –Zempoala- que es una ciudad muy grande cuya población supera los 25 mil habitantes y tiene más de treinta pueblos en su jurisdicción; en el camino a ese lugar, salen a su encuentro emisarios del cacique totonaca -Chicomecoatl a quien apodaba “el gordo o temblador”- de Cempualla, quien lo invita a pasar a su pueblo, en donde son alojados en el templo como si fueran deidades y tratados del mismo modo. Chicomecoatl se alía y une su ejército al de Cortés.

Al día siguiente parten en dirección a Quialiuiztla, y llegan a las diez de la mañana de otro día. Como los habitantes del lugar han huido espantados de su arribo, se instalan y esperan a que vuelvan, lo que ocurre un día después, y es entonces cuando Cortés se reúne en la plaza con el señor del lugar y con el de Cempualla. Mientras hablan de la tiranía de Moctezuma, les avisan que están por llegar sus recaudadores de tributos y dejan solo a Cortés para ir a recibirlos. Los recaudadores –calpixque- reprenden duramente a los tecuhtlipor haber recibido a los extranjeros. Cortés se entera, y manda a los totonaca que apresen a los mexica, quienes son golpeados brutalmente. Sigilosamente Cortés los libera, les proporciona una canoa para su escape por mar y les dice que los culpables son los totonacas y que él quiere ser amigo de Moctezuma. Sin estar enterado de la maniobra de Cortés, el Totonacapan, al saber que los ha librado del tributo y del dominio de México, afirma la alianza que ha hecho con Cortés.

Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.