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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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Un grupo de conservadores ofrece a Maximiliano de Habsburgo la corona de México.

Abril 10 de 1864

José María Gutiérrez de Estrada, Joaquín Velásquez de León, José M. de Landa, Ignacio Aguilar, Adrián Woll, Antonio Escandón, Ángel Iglesias y José Hidalgo llegan al Castillo de Miramar, cerca de Trieste y ofrecen a Maximiliano de Habsburgo, archiduque de Austria y a su esposa la emperatriz Carlota Amalia, la corona imperial de México.

El día anterior a las ocho de la mañana, el emperador Francisco José llegó a los andenes de la estación de ferrocarril de Miramar, Fernando Maximiliano lo recibió y luego se encerraron en la biblioteca del palacio, después de discutir mucho, finalmente, ambos firmaron lo que tenían casi un año tratando: el Pacto de Familia por el que Maximiliano renunciaba a los derechos del trono europeo. Luego, Francisco José regresó a Viena.

Este día, en carrozas de lujo, los comisionados mexicanos son llevados al palacio y ratifican el ofrecimiento a Maximiliano, quien de inmediato forma gabinete entre los presentes; contrata y distribuya empréstitos y dispone el reclutamiento de  tropas belgas que serán trasladadas a México; firma los Convenios de Miramar (Ver documento) que consisten en 18 artículos secretos y tres adicionales (agregados en el palacio de las Tullerías al día siguiente), que refieren a las condiciones de permanencia de las tropas francesas en México: las tropas francesas de invasión en México se irán reduciendo hasta que queden solamente veinticinco mil elementos, incluyendo la llamada Legión Extranjera mismas que serán evacuadas a medida que el emperador pueda organizar las tropas necesarias para reemplazarlas; la Legión Extranjera permanecería en México por un mínimo de seis años después de la salida de los invasores franceses, y tal legión estaría constituida fijamente por ocho mil soldados; los gastos de la expedición francesa a México, fijados en doscientos setenta millones de francos y serían pagados por México -el Imperio de Maximiliano- con un tres por ciento de interés anual; el nuevo imperio entregará a Francia bonos por 66 millones de francos por gastos y para indemnizaciones a damnificados franceses.

Respecto a los empréstitos la respuesta nacional es tajante: “el gobierno legal no reconocerá esa deuda”.

Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.