Abril 9 de 1919
Jesús M. Guajardo, militar federal y supuesto sublevado contra el gobierno, se acerca a Zapata como su “aliado” quien le pide que ataque la plaza de Jonacatepec en poder de los federales al mando de Pablo González, fuerzas a las que pertenecía en realidad Guajardo.
De acuerdo con Antonio Ríos Zertuche que defendía esa plaza simularon un combate. Zapata, al creer en la fidelidad de Guajardo, deja el camino libre para que éste consumara su traición.
Los primeros rumores sobre su muerte, decían que había ocurrido en combate. Sin embargo, “se deslizaron palabras que empezaron a comprometer el triunfo pregonado”.
Pablo González, encargado de la campaña militar en el estado de Morelos ha fracasado en sus intentos de pacificar a Zapata. Por eso idea asesinarlo sirviéndose de Guajardo quien simula haberse distanciado de González.
Guajardo manda decir a Zapata que se pasaría a su bando. Desconfiado, Zapata le responde que antes, debe entregar a varias decenas de antiguos zapatistas que se habían rendido a Carranza; luego que le son entregados, le ordena que ataque la plaza de Jonacatepec, y es entonces cuando Guajardo, en connivencia con González, simulan el ataque.
Al día siguiente, en ocasión de una visita que debía hacer Zapata a Guajardo, suena un clarín… es la contraseña para disparar sobre él y sus acompañantes. “Entonces la felonía se consumó en medio de la sorpresa que causó el ataque aleve. Murió Zapata en lo que fue una emboscada; pero a ésta, los documentos oficiales, la llamaron un combate.
Según Taracena, los hechos ocurren del siguiente modo: “Pernocta Zapata en Tepalcingo, […] parte […] a Chinameca. A eso de las nueve y media de la mañana entra con Castrejón y otros a la hacienda […],sale a recibirlos Guajardo que con cordialidad los lleva a una bodega. Se discuten los planes militares y de pronto un "correo" llega a anunciar la aproximación del enemigo por la parte de Santa Rita. Guajardo pregunta a Zapata si sale a batirlo, pero él le ordena se quede, mientras con el coronel Rodríguez y Castrejón va a explorar por "Piedra Encimada". Como no hay novedad, Zapata dispone queden doscientos hombres en el lomerío para hacer la defensa en caso de un ataque en la hacienda. […] Momentos después, Guajardo envía a los capitanes Castillo y Castrejón a invitar a Zapata a comer en el casco de la hacienda. Zapata duda, pero finalmente decide entrar seguido de diez hombres. Monta el alazán que le obsequió Guajardo y penetra a eso de las dos de la tarde entre la guardia que le hace los honores. El clarín toca tres veces llamado de honor y al terminar la última nota, ya Zapata en el umbral de la puerta, el jefe carrancista Rodolfo Sánchez Taboada ordena a los soldados que presentan armas, disparen a quemarropa. Se entabla un tiroteo. Todavía Zapata alcanza a regresar por el zaguán, montado en su caballo pero con los brazos extendidos en cruz y próximo a caer. También cae su asistente Agustín Cortés; mientras tanto, Feliciano Palacios pregunta qué pasa y Guajardo en persona le dispara diciéndole: "Esto." […]”.
A las nueve y media de la noche llega Guajardo a Cuautla con el cadáver de Zapata, que comienza a ser exhibido en los bajos del Palacio Municipal. […]
El 12 de abril, a las dos de la tarde, Zapata es sepultado en el cementerio de Cuautla. Largas caravanas de gente llegadas de las montañas, de las rancherías y los villorrios vecinos consternadas y desmoralizadas, siguen el cortejo.
Guajardo, además del generalato, recibe 50 mil pesos. Guajardo, nacido en el estado de Nuevo León en 1880, se unió a las fuerzas de Pablo González en 1913; el 2 de julio de 1920 se rebeló contra Adolfo de la Huerta, poco después fue aprehendido y fusilado.
Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.
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