Abril 1 de 1911

Porfirio Díaz inaugura el periodo de sesiones legislativas del Congreso de la Unión y presenta su informe de gobierno, acto con el que comete errores políticos que alientan la insurrección iniciada el 20 de noviembre pasado.

En su mensaje a la Nación, anuncia medidas que manifiestan la debilidad de su gobierno.

Díaz pretendía quitar a los antirreeleccionistas sus banderas y declaró ante el Congreso que enviaría iniciativas para restablecer constitucionalmente el principio de No Reelección, tanto del presidente como del vicepresidente; de modificar la Ley Electoral para hacer más efectivo el sufragio; la creación por primera vez de un sistema de partidos; fraccionar las tierras que no son cultivadas de las grandes haciendas y venderlas a precios accesibles; reformar la Ley Orgánica de Poder Judicial Federal para que fuera autónomo respecto al poder ejecutivo; una ley de responsabilidades de funcionarios judiciales; y el proyecto de una ley de amnistía por delitos de rebelión y sedición (ésta fue presentada el 18 de mayo de 1911, y ya pertenecía a los compromisos de las negociaciones de Ciudad Juárez).

Como la Revolución ya estaba cundiendo por todo el país, muchos diputados y senadores tuvieran la certeza de que era el momento de abandonar la nave porfirista y que por primera vez fueran expresadas abiertamente ideas de oposición al régimen; además, los debates suscitados entre los diputados porfiristas, tenían una “mezcla de oportunismo, dogmatismo, patrioterismo y futurismo difícil de explicar. Destacan las polémicas entre Francisco Bulnes y Diódoro Batalla –reyista contra científico- en relación al fundamento y modalidad de la no-reelección”. Aunque después envió al Congreso las iniciativas y fueron discutidas el 23 de abril siguiente,… ya era tarde para él, pues muy poco tiempo después, el 21 de mayo de este mismo año, se vería obligado a firmar el Pacto de Ciudad Juárez por el que fue acordada su renuncia y la del vicepresidente.

Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.