Marzo 14 de 1916
La “Expedición Punitiva” del ejército norteamericano cruza la frontera por Ciudad Juárez -por el rancho Culbertson- y por el frente de Columbus para perseguir a Francisco Villa, aprehenderlo y fusilarlo por el ataque hecho el día 9 de este mes y año a la población de Columbus, Nuevo México.
En la expedición participan John J. Pershing (que será jefe del ejército norteamericano en Francia durante la Primera Guerra Mundial) y entre otros, el oficial Dwight D. Eisenhower (que será jefe militar aliado en la Segunda Guerra Mundial y presidente de Estados Unidos), quienes traen unidades de caballería, infantería y artillería, unidades de aprovisionamiento, un escuadrón aéreo, morteros, cañones de distintos calibres, ametralladoras, cuerpos de ingenieros, ambulancias, etc.
Villa había entrado al tobogán de la derrota cuando en octubre de 1915 había perdido el control del norte del país con la caída de Durango y ya sólo contaba con Chihuahua. Mientras las fuerzas de Villa eran diezmadas por las pérdidas humanas y materiales en los campos de batalla y por las deserciones y rendiciones de sus oficiales y tropas, Carranza y Obregón ganaban poder, influencia y apoyo. La División del Norte, vivía en la incertidumbre del declive acentuado por la situación financiera de Villa. Comerciantes y especuladores tanto de Chihuahua como extranjeros y de compañías norteamericanas, acaparaban y retiraban de la circulación monedas de plata y mercancías con lo que creaban el caos. Se deshacían del papel moneda emitido por Villa dos años antes. Los precios de los alimentos se elevaban y al escasear, provocaban motines en varias ciudades.
Al presidente norteamericano Wilson ya no le interesaba Villa sino quién controlara la mayor parte del país. El 19 de octubre de 1915 Wilson reconoció a Carranza como jefe de facto y Villa se sintió traicionado. Fue cuando planeó la campaña en Sonora para contrarrestar el embargo de armas y municiones, pues creía que así el contrabando sería más fácil y que si controlaba Chihuahua y Sonora, afectaría el apoyo a Carranza por ser esos lugares en donde había importantes inversiones norteamericanas. Pero la campaña fue un desastre porque Wilson permitió a Carranza que pasaran por su territorio cinco mil soldados. Cuando Villa se enteró, publicó un manifiesto denunciando una conjura en el que señalaba que el apoyo a Carranza incluía un préstamo de 500 millones de dólares y ocho indignas condiciones políticas y económicas.
Entretanto, los villistas eran derrotados uno tras otro; varios generales aceptaron la amnistía incluido el gobernador villista que se llevó cuatro mil hombres. A mediados de diciembre de 1915, el nuevo gobernador de Chihuahua, Enríquez, licenció a siete mil villistas. Así a principios de 1916, Villa volvió a la guerrilla. Fue entonces cuando atacó Columbus.
La expedición punitiva que hoy penetra a territorio nacional, provoca en México temores de una nueva intervención. Carranza propone un acuerdo que concede reciprocidad para el cruce de fronteras por las zonas deshabitadas en una área de sesenta kilómetros hacia ambos lados y limita las expediciones a mil hombres por un máximo de cinco días. Estado Unidos acepta pero se niega a retirar a Pershing.
En diez meses, Pershing solo tendrá dos enfrentamientos con fuerzas no villistas; mientras tanto, Villa asaltará poblaciones norteamericanas como en Glen Springs y Boquillas en Texas. Wilson enviará más tropas a México. Y mientras Carranza exigirá el retiro de tropas, Wilson enviará a toda la Guardia Nacional a la frontera. Para evitar la guerra iniciarán negociaciones. El Congreso Constituyente, estará reunido en Querétaro y Washington intentará usar la situación para influir en la política interna nacional pretendiendo establecer condiciones previas para el retiro de la expedición. Las conversaciones no prosperarán. Sin embargo, cuando Estados Unidos esté a punto de entrar la Primera Guerra Mundial, Wilson temerá que Alemania apoye a México, decidirá el 15 de enero de 1917 reconocer de jure a Carranza y retirará la expedición sin haber atrapado a Villa, quien para entonces se habrá convertido en un símbolo de resistencia nacional contra los norteamericanos, lo que contribuirá a acrecentar el mito sobre su persona.
Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.
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