Febrero 24 de 1936
Del 21 al 24 de febrero de 1936, el Comité Nacional de la Defensa Proletaria NDP convocó a un congreso unificador para formar la nueva central obrera única que hoy queda constituída por voluntad de cuatro mil delegados representantes de más de seiscientos mil trabajadores. La CTM, que lleva como lema "Por una sociedad sin clases", es un “frente sindical nacional dentro de la lucha de clases, al servicio del proletariado mexicano…lucha contra la estructura semifeudal del país, contra el imperialismo extranjero y por la independencia económica de la nación mexicana, llamando a los otros sectores del pueblo para luchar en conjunto contra la reacción interior y contra el fascismo, garantizando de esta manera el desenvolvimiento histórico de la Revolución Mexicana”.
Acompaña a los obreros un grupo de intelectuales, entre los que se encuentran Alejandro Carrillo Marcor, Víctor Manuel Villaseñor, David Vilchis, Francisco Zamora, Rubén Magaña y Gustavo Ortiz Hernán. Está presente el general Filiberto C. Villarreal, el mismo que hizo ondear la bandera rojinegra de la Central 1918 para pedir la reglamentación del artículo 123 Constitucional, en uno de los balcones de Palacio Nacional cuando Adolfo de la Huerta fue presidente interino.
Vicente Lombardo es elegido como su secretario general, pero el nombramiento de Fidel Velázquez como secretario de Organización y Propaganda, a pesar de que la votación había favorecido a "Ratón" Miguel Velasco, militante del Partido Comunista Mexicano, por 8 votos contra 1, provoca gritos de protesta. Lombardo llama a la unidad y sostiene la elección de Velázquez; Miguel Velasco, obligado a mantener la unidad, retira su candidatura.
Ante los conflictos obrero-patronales acaecidos en Monterrey, meses antes, del 12 al 15 de junio de 1935, a sugerencia del presidente Cárdenas (Biografía), la Confederación General de Obreros y Campesinos de México CGOCM, el sindicato de los electricistas, el de ferrocarrileros, el de mineros y la Central Sindical Unitaria de México y otras organizaciones obreras, se habían reunido para integrar el Comité Nacional de la Defensa Proletaria NDP, con el propósito de formar un frente único sindical. La CROM y la CGT quedaron fuera debido a su gran desprestigio. Sin embargo, la unidad no durará mucho porque el Sindicato Minero, el SME, los maestros y los ferrocarrileros entre otros, se retirarán este mismo año.
La CTM se constituirá en el apoyo obrero principal del gobierno cardenista. A menos de dos meses de su creación, durante el conflicto con el expresidente Calles, organizará tumultuosas manifestaciones en favor de Cárdenas. En el conflicto de la región de La Laguna, los sindicatos campesinos afiliados a la CTM, lograrán la expropiación y el reparto de tierras, como un logro de la política agrarista del cardenismo. La CTM será también actor importante en la pugna obrero-patronal que culminará con la expropiación de la industria petrolera.
La CTM se incorporará al PNR y sus afiliados se afiliarán al partido oficial, con lo que se consolidará el control corporativo del estado sobre el movimiento obrero. Desde 1939 la CTM prohibirá que cualquier federación se declare apolítica, se adhiera a grupos o partidos políticos contrarios al PNR, o sostenga candidaturas diferentes a las postuladas por el partido oficial.
Durante los primeros años de vida de la CTM, destacarán tres grandes tendencias políticas que se disputarán su control: Lombardo y su grupo de “marxistas legales”; los reformistas con claros rasgos anticomunistas dirigidos por Fidel Velázquez y los miembros del Partido Comunista y simpatizantes donde destacarán Miguel A. Velasco y Valentín Campa (Biografía). A partir de 1941, Fidel Velázquez (Biografía) tomará el control de la CTM hasta su muerte en 1997, salvo durante el periodo de 1947 a 1952, cuando Fernando Amilpas fue su secretario general.
Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.
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