Febrero 1 de 1868
El 2 de diciembre de 1867 había entrado en vigor la Ley Orgánica de Instrucción Pública que establecía tanto la unidad de la enseñanza y las características de la educación, -obligatoria, gratuita y laica,- como la creación de la Escuela Nacional Preparatoria.
La tarea del nuevo plantel es: desechar ideas basadas en la fantasía, suplir los conocimientos teológicos y metafísicos e implantar sólo los conocimientos científicos, y no basar el conocimiento en la teoría pura ni en la práctica pura. Gabino Barreda, su fundador, afirma: “La libertad, el orden y el progreso no podrán existir en México mientras los hombres sigan explicándose mágicamente el universo”.
En el plan de estudios de la nueva escuela -que funcionará en el edificio que ocupó el Colegio de San Ildefonso-, se señala que “la principal y más poderosa rémora que detiene a nuestro país en el camino del engrandecimiento es la ignorancia; la falta de ilustración de nuestro pueblo, es la que lo convierte en pasivo e inconsciente instrumento de los intrigantes y parlanchines que lo explotan sin cesar, haciéndolo a la vez víctima y verdugo de sí mismo.”
Entre el personal docente, hay personajes como: José María Vigil, Ignacio Ramírez “El Nigromante”, Ignacio Manuel Altamirano, Manuel Payno, Alfonso Herrera, Manuel Orozco y Berra, Amado Nervo, Justo Sierra, Leopoldo Río de la Loza, Francisco Díaz Covarrubias, Rafael Ángel de la Peña, Manuel Payno, José Barragán y Ladislao de la Pascua.
Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.
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