29 de Diciembre de 1976
José López Portillo al asumir la Presidencia de la República, manifestó que su gobierno realizaría una importante reforma administrativa con el objeto de “ordenar, integrar y articular el sector público y convertirlo en un instrumento adecuado para la conducción del desarrollo económico y social del país”. El programa de reforma administrativa contempló específicamente cinco etapas:
1) Reorganización institucional bajo el lema de “organizar al gobierno para organizar al país”.
2) Reorganización sectorial bajo la relación sector central-sector paraestatal.
3) Revisión de los cruces institucionales, para evitar la duplicidad y buscar la complementación y coordinación.
4) Reforma de ventanilla, con la finalidad de mejorar el servicio al público.
5) El mejoramiento de los sistemas administrativos de recursos humanos del sector público.
Para llevar a cabo estos propósitos. López Portillo expide el presente ordenamiento que abroga la anterior Ley de Secretarías de Estado y Departamentos Administrativos del 24 de diciembre de 1958. La nueva ley establece dieciséis secretarías de Estado y dos departamentos administrativos. Las secretarías son: Gobernación, Relaciones Exteriores, Defensa Nacional, Marina, Hacienda y Crédito Público, Programación y Presupuesto, Patrimonio y Fomento Industrial, Comercio, Agricultura y Recursos Hidráulicos, Comunicaciones y Transportes, Asentamientos Humanos y Obras Públicas, Educación Pública, Salubridad y Asistencia, Trabajo y Previsión Social, Reforma Agraria, y Turismo. Los departamentos son: de Pesca y del Distrito Federal.
Se crea la Secretaría de Programación y Presupuesto SPP, como una dependencia fundamental en la articulación programática, facultándola para “recabar los datos y elaborar con la participación de los grupos sociales interesados, los planes nacionales, sectoriales y regionales de desarrollo económico y social, el plan general de gasto público y programas especiales a solicitud del presidente”.
La nueva SPP se constituye como la dependencia “globalizadora”, encargada de promover la elaboración e integrar los planes y programas nacionales de desarrollo económico y social, determinar su financiamiento, establecer y operar sistemas de información y mecanismos de control y evaluación de las acciones del sector público; promover y controlar el desarrollo del sistema de personal público federal, y controlar la obra pública. Es un órgano central planificador que interviene en la elaboración y control del presupuesto federal, con lo que se subsana una de las fallas que había imposibilitado el funcionamiento adecuado de la Secretaría de la Presidencia a la que viene a sustituir.
La función planificadora de la SPP se complementa con las facultades “globalizadoras” conferidas a la Secretaría de Comercio para llevar a cabo las adquisiciones gubernamentales y a la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas en materia de bienes inmuebles de propiedad federal.
Además de la SPP, se establecen otras tres “supersecretarías”. La nueva Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial, que sustituye a la anterior Secretaría del Patrimonio Nacional, y ahora incluye el sector industrial público, antes a cargo de la anterior Secretaría de Industria y Comercio; es responsable también de la política de energéticos, además de cuidar el aprovechamiento racional de los recursos naturales La también nueva Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, tiene como funciones formular y conducir la política general de los asentamientos humanos, planear la distribución de la población, promover el desarrollo de la comunidad, formular y conducir los programas en materia de vivienda y urbanismo, con lo que se trata de dar un gran paso para iniciar la reordenación urbana del país. La nueva Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos asume las funciones de las dos secretarías anteriores para responsabilizarse del control del suelo, del agua y de la irrigación con el propósito de elevar la producción agropecuaria.
Para una mejor coordinación y control del sector paraestatal se dispone su “sectorización” conforme a la materia encomendada a cada secretaría de Estado, de modo que el control ya no estará a cargo de una sola secretaría, sino de todas y cada una de las dependencias centrales, que tienen que ver con su campo de actividad. Se pretende así, integrar al sector público, central y descentralizado, en un todo coherente.
Además, para el mejor despacho de sus asuntos y para coordinar directamente algunas materias de nivel macroadministrativo, la presidencia cuenta bajo su mando directo con las Coordinaciones siguientes: General de Estudios Administrativos, General del Sistema Nacional de Evaluación, de Proyectos de Desarrollo, del Programa para Productos Básicos y de los Servicios de Salud, entre otras.
Este día 29 de diciembre de 1976, López Portillo también publica las leyes de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Público, de Deuda Pública, de Obras Públicas y de Adquisiciones, todas leyes formuladas para adecuar los instrumentos jurídicos a las reformas introducidas a la administración pública.
A principios del año de 1980, se concluirá la elaboración del “Plan Global de Desarrollo 1980-1982”, que entre otros objetivos señalara los siguientes: elevar la producción nacional, disminuir el desempleo, mejorar la distribución del ingreso, y brindar preferencia a los aspectos de alimentación, salud y educación.
En el mes de enero de 1982, se reformará la presente Ley Orgánica de la Administración Pública, facultando a la Secretaría de Programación y Presupuesto para “proyectar la planeación nacional y establecer la metodología y los procedimientos de participación y consulta de los sectores social y privado, en las actividades de planeación”.
Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.
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